Scilingo: Sin espacios vacíos – por Andrea Benites Dumont

Con las declaraciones del viernes 4 de febrero se cerró una semana más en el juicio que por genocidio, terrorismo y torturas se lleva a cabo en la Audiencia Nacional contra el ex –militar Adolfo Scilingo.

En primer lugar declaró Marta Bettini Francese, viuda del teniente Jorge Devoto, secuestrado por la Armada Argentina y trasladado a la ESMA, manifestó que su esposo probablemente haya sido arrojado al mar por el ex capitán naval Adolfo Scilingo, por las reiteradas ocasiones en que Scilingo menciona al teniente Devoto, y porque coincide el tiempo en que tanto su esposo como su padre, Antonio Bettini, estuvieron secuestrados en el ya mencionado campo clandestino de detención y exterminio, y en el que Scilingo formaba parte de la estructura y oficialidad de la Escuela de Mecánica de la Armada.

La testigo pertenece a una familia trágicamente golpeada. Su padre, fiscal y catedrático en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de La Plata, Antonio Bettini (60 años) su hermano Marcelo Gabriel Bettini, y su abuela María de Francese (77 años) fueron asimismo víctimas de la represión desatada a partir del golpe de estado del 24 de marzo de 1976.

Marcelo Bettini estudiante de Agronomía en la ciudad de La Plata y miembro de la Juventud Universitaria Peronista fue secuestrado en noviembre de 1976. Iniciaron la búsqueda su padre acompañado en todo momento por Jorge Devoto. Si bien oficialmente les comunicaron que Marcelo había muerto en un enfrentamiento, pudieron recuperar el cuerpo después de reconocerlo entre varios cuerpos enterrados como NN (ningún nombre) en el cementerio de la ciudad de La Plata. Posteriormente fueron allanadas propiedades de la familia, deteniendo en dichos procedimientos a dos empleados, por los cuáles comenzaron a realizar gestiones Antonio Bettini siendo secuestrado en marzo de 1977. Jorge Devoto fue al comando de la Armada a reclamar por su suegro, desapareciendo desde entonces.

Scilingo en varias comparecencias tanto en la justicia como en medios de comunicación, relató que Jorge Devoto era considerado un traidor por sus compañeros de arma y fue arrojado al mar estando aún vivo y sin la aplicación del sedante conocido como pentonaval. Finalmente como señaláramos, la abuela de la testigo, Da. María de Francese fue secuestrada.

En un momento de su testimonio, con una serena energía Marta Bettini manifestó que su esposo al conocer los planes del golpe de estado no quiso participar del mismo ni de la represión planificada.

En los bancos de la sala del tribunal miembros de la familia Bettini y las hijas de Devoto, contenían difícilmente las lágrimas.

El siguiente en declarar fue Ragnar Hagelin, padre de Dagmar Hagelin, la joven sueca desaparecida en 1977, después de haber sido herida por el teniente Alfredo Astiz y trasladada a la ESMA.

Acompañó a su declaración una carta que le había enviado Scilingo en la que admite haber cometido un genocidio y ofreciéndose a ayudarlo por el caso de su hija. Asimismo y estando ya detenido en Carabanchel en noviembre de 1997, Scilingo le confesó al diplomático sueco que llevaba el caso de Dagmar, haber participado en los “vuelos de la muerte” como también el nerviosismo que hubo en la ESMA a consecuencia de la “detenida extranjera”.

El señor Hagelin detalló las múltiples gestiones que realizó tanto en Argentina como en Europa, desde las iniciales y desesperadas como llegar a la acera en la que aún se mantenía la sangre de su hija, hasta este reclamo de justicia en Madrid, con la voz quebrada el señor Hagelin relata los pormenores que le fueron dando sobre el estado de su hija de 17 años en el tiempo que permaneció en la ESMA los supervivientes de la misma.

Una señora de 77 años, una adolescente de 17, un fiscal de 60, un estudiante de 24, un ex militar que optó por la decencia, se instalaron en el espacio de la audiencia.

Sería bueno que empezaran a desfilar, o a quedarse, todos aquellos que por extrañas y sectarias razones, prefieren que el terrorismo de Estado instalado en Argentina en 1976 no merezca aún la caracterización de genocidio. Extrañas, sectarias y mezquinas razones.

Andrea Benites Dumont. Madrid.
Redactora, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 8 Febrero 2005.