Ingerencia integrista – por Diego Mas

Señor director:
¡Dios nos libre de los talibanes, de los integristas religiosos! Hace poco, a propósito de la diatriba pronunciada en la ceremonia de su recoronación por otro fanático, evangelista él, Bush, que nos amenazaba con extender por la fuerza la libertad al mundo entero, un comentarista nos recordaba que ya el rey Jacobo I entendía como una monarquía libre aquella en la que el rey podía hacer lo que le diera la gana. Ahora, apuntando directamente a nuestro sufrido país, apenas liberado ayer de la inquisición franquista, otro integrista denuncia desde el Vaticano nuestro «permisivismo» que, se atreve a afirmar, nos «lleva a la restricción de la libertad religiosa».

Seamos serios: ¿quién conoce a un católico español al que impidamos practicar su religión, forcemos a divorciarse, emplear preservativos? Y no es que este Papa polaco esté tan mal informado de lo que pasa en España, sino que exige volver a los buenos tiempos en que unas inicuas leyes civiles impuestas por la Iglesia impedían a todos, cualquiera que fuera su religión, divorciarse, emplear anticonceptivos, etcétera. Y hay que tener especial valor para criticar, hasta en detalles técnicos como el Plan Hidrológico, el cumplimiento del programa con que acaba de ser elegido un gobierno democrático, cuando el que critica el único Jefe de Estado europeo no elegido democráticamente, que cada día menosprecia e insulta, él sí, directa y fuertemente, las ideologías y conductas diferentes a las suyas, tan literalmente contrarias, por lo demás, a las enseñanzas del Evangelio del que se reclama, ya que osa autoproclamarse «santo» y vestirse de blanco, insistiendo en ver la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio.

Diego Mas. Madrid.

Cartas de los lectores.
El Inconformista Digital.-

Incorporación – Redacción. Barcelona, 26 Enero 2005.