Nagapattinam (Madras-India) / Reuters
Catástrofe en el Sudeste Asiático
Cataclismo humano en el Sudeste Asiático
por Francesc Sánchez
Es inútil ofrecer un balance total en cifras de las víctimas mortales acaecidas tras el desbastador movimiento del océano en el Sudeste Asiático. Día a día las cifras aumentan rebasando las más funestas previsiones.
Los ultimos recuentos hablan de más de 60.000 muertes *, siendo esta cifra fácilmente incrementable en los próximos días.
No sería erróneo suponer que más de 100.000 personas han muerto por la acción directa de los maremotos, y que posiblemente un número igual o superior podrían sumarse por el inicio de las plagas del hambre y de las epidemias.
Millones de personas han quedado afectadas por la tragedia, gran parte de ellas han perdido sus precarias viviendas, su sustento alimentario más básico. Grandes extensiones dedicadas a la agricultura han quedado anegadas, las pocas y malas vías de comunicación han desaparecido, la industria ha quedado duramente mermada.
Para los afectados directos, el hambre y el frío son ya realidades a batir. El tifus, el colera y la malaria son los nuevos enemigos que pueden posarse sobre las áreas más afectadas del Sudeste Asiático. Acerca de la contaminación de las aguas, sirvan de avance las palabras del director de la Organización Mundial de la Salud “los elementos necesarios para la aparición de diarrea y enfermedades respiratorias están ahi».
Si tenemos en cuenta que una de las piezas angulares de la economía -para la población no para las multinacionales- de los países afectados en el Sudeste Asiático es el turismo, la extensión de la catástrofe, por quedar destruidas las costas, afectara a muchos millones más de personas.
Volviendo a las frías cifras, actualizamos una vez más de forma imprecisa y precaria los datos que se disponen de forma oficial.
– En Indonesia, las víctimas mortales oficialmente se elevan a 27.174. En su mayoría pertenecientes al norte de la isla de Sumatra, en la ciudad y cercanías de Banda Aceh (ciudad más cercana al epicentro del movimiento sísmico). En ésta región oficialmente se habla de 30.000 afectados por la tragedia, pero oficiosamente las cifras se incrementan hasta llegar a centenares de miles. También se han producido muchas víctimas mortales en las islas Nicobar. No se disponen de cifras de heridos.
– En Sri Lanka(Ceilán) la ultima cifra habla de 18.706 personas fallecidas, en su mayoría habitantes de la costas orientales de la isla. En estas regiones, por temor a las epidemias, se esta procediendo a un rápido entierro de los cadáveres en fosas comunes. No se disponen de cifras de heridos ni afectados.
– En la India las víctimas son ya más de 11.499, la mayor parte de ellas habitantes de la región de Tamur Nadu, e islas Andamán. No se disponen de cifras de heridos ni afectados.
– En Tailandia al menos ha habido 1.500 víctimas mortales, 7.200 heridos, y más de un millar de desaparecidos.
– En Malasia se han informado hasta la fecha 65 víctimas mortales.
– En Birmania y Myanmar -mismo estado dos nombres, pese a que algunos medios de comunicación españoles los pongan por separado y los muestren como dos estados distintos-, al menos hay 57 víctimas mortales.
– En las islas Maldivas se han reportado al menos 53 víctimas mortales y otras tantas desapariciones. Tres cuartas partes de las islas quedaron sumergidas por las aguas.
– En Bangladesh, en su costa sur cómo poco se habla de dos muertes.
– En Singapur, afectado también por los maremotos –aunque en mucha menor intensidad- no se han reportado víctimas mortales.
– En África oriental, a más de 6.000 km del epicentro del cataclismo, también se han producido víctimas. En Somalia más de 100 personas han perdido la vida. Otros lugares con menor impacto han sido: Tanzania, donde al menos han habido 10 muertes, en Kenia, donde murió una persona, y en las islas Seychelles, donde se produjeron 3 muertes.
Visión crítica
Corte de información e incompetencia periodistica
A más de tres días de la catástrofe en el Sudeste Asiático la información como vamos mostrando y concretando es escasa, y muchas veces contradictoria. En un primer instante se hablaba de un número de víctimas demasiado bajo, difícil de creer por la transcendencia del fenómeno de los maremotos. Las cifras de las víctimas mortales del segundo día se duplicaron, en el tercer día se triplicaron, y nada hace pensar que en las próximas horas no se cuadripliquen.
Esta cuestión obedece en primer lugar a la propia inmensidad de la tragedia, la que ha desbordado por completo a los estados donde las aguas han descargado toda su fuerza. Difícilmente los gobiernos de los países afectados pueden hacerse cargo de las labores de salvamento, búsqueda de afectados, muertos y heridos. Cómo también difícilmente podrán ofrecer un lugar para resguardarse a los millones de personas que han perdido sus precarios hogares.
En segundo lugar se puede vislumbrar un bloqueo informativo. Sirvan de muestra las palabras de un turista español en Birmania que se entero de la catástrofe a través de la BBC vía satélite «la población sigue su vida cotidiana. Parece no haber sucedido nada, la situación es de absoluta normalidad, los transportes funcionan, hay electricidad. En la televisión nacional sólo emiten danzas regionales y discursos de generales».
Este bloqueo informativo en Birmania –que fácilmente puede estar dándose en los demás países afectados- obedecería a la intención de los estados de no alarmar a la población, y sobre todo de paliar las posibles revueltas internas, incluyendo los posibles pillajes. Como consecuencia del desbordamiento de los estados y este bloqueo informativo, los medios de comunicación occidentales dispondrían por esta razón de menor información.
Pero esta razón no es suficiente para explicar porque, tanto las agencias internaciones de prensa como los medios de comunicación nacionales de Europa y EEUU, no han desplegado a sus personas y a sus herramientas de trabajo. Máximo estamos comprobando un quiero y no puedo, viendo a enviados especiales ubicados en alguna que otra capital, como Colombo, donde a cientos o miles de kilómetros narran los que creen que puede estar pasando en las zonas afectadas.
En el grado de importancia de las informaciones, tanto en orden de aparición en telediarios de televisión como en primeras paginas de periódicos, y también en duración y contenido, sigue el aprobado justo o el suspenso, siendo ésta ultima la nota predominante. Por esta razón la nevada en España, que no ha producido ninguna muerte, ha ocupado en algunas televisiones un lugar preferente y más alargado en el tiempo que la verdadera catástrofe.
Qué decir del origen del problema, el lugar donde ha empezado todo, ni una imagen tomada por satélite se ha emitido, ningún equipo de geólogos –que nosotros sepamos- se ha desplazado hacia allí.
La magnitud de lo sucedido en el sur de Asia es tan grande a nivel humano, social, económico, y geológico, que tiene un alcance planetario. Sus consecuencias, manteniendo todos esos factores, se quiera o no, sin querer alertar, pero si informar, serán devastadoras.
Francesc Sánchez, Marlowe.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 29 Diciembre 2004.
* Nota posterior, 5 de Enero de 2005: Los ultimos recuentos hablan de más de 150.000 muertes directas, siendo esta cifra fácilmente incrementable en los próximos días. Sigue siendo inutil hablar del número total de víctimas mortales, sirvan como ejemplo las más de 100.000 muertes en Sumatra para comprender la magnitud de la catástrofe.