El enorme desconocimiento sobre el Tratado de Constitución Europea a dos meses de la celebración del referéndum en el estado español sobre su aprobación o no que recoge la encuesta del Instituto Opina para El País no es de extrañar cuando es imposible conseguir ejemplares impresos íntegros de dicho tratado constitucional. Ni las oficinas de la Unión Europea en Madrid lo tienen, no pensandólo reeditar hasta finales de enero.
Pero sería muy malo para la democracia que la gente votara sin conocimiento de lo que está votando, lo que todo indica que se producirá debido fundamentalmente a la falta de información que las instituciones de la Unión Europea, los gobiernos europeos, los medios de comunicación de masas y los partidos políticos españoles están ofreciendo, limitándose a hacer campañas propagandísticas sin contenido, que buscan manipular el sentimiento europeísta presente en buena parte de la población europea, para apoyar la actual construcción europea realizada a espaldas de los trabajadores y pueblos de Europa en beneficio de las multinacionales y el capital financiero europeos. Así, se habla de Constitución Europea refiriéndose a la que sin duda será norma suprema en la Unión Europea, pero que no ha surgido de una asamblea constituyente elegida por sufragio universal por todos los ciudadanos de Europa, lo que le acerca más a un carta otorgada y desvela su carácter de tratado internacional multilateral, al mismo tiempo que el desprecio por los procedimientos democráticos presente en la Unión.
En cualquier caso, ante la falta de información, acentuada por el rechazo a los debates con los partidarios del no acordado desde el PSOE y que muestran los límites del supuesto talante dialogante del nuevo gobierno español encabezado por Zapatero, cabe preguntarse ¿Qué quieren ocultar? ¿Acaso quieren ocultar que la Constitución Europea apuesta por una Europa excluyente y militarista, que prima el libre tránsito de las mercancías y los capitales sobre los derechos de las personas? Todo parece indicar que así es.
Jesús Bartolomé. Alcorcón, Madrid.
Cartas de los lectores.
El Inconformista Digital.-
Incorporación – Redacción. Barcelona, 21 Octubre 2004.