El dólar como problema – por Edmundo Fayanás

En 1974, Estados Unidos y Arabia llegaron a un acuerdo de cooperación económica. El Banco Central saudí compraría bonos del Tesoro con los dólares obtenidos por la venta del petróleo, comprometiéndose a que sólo éste sería utilizado en sus transacciones comerciales. En 1975, todos los países de la OPEP tomaron el acuerdo de que el dólar fuera la moneda con la que se pagara la venta del petróleo.

En 1976, el republicano Nixon desconectó la simbiosis dólar-oro, convirtiendo al dólar, en la moneda fiduciaria mundial. Desde entonces, el petródólar ha sido el fundamento del sistema monetario y financiero mundial.

Romper este status monetario es considerado por los norteamericanos como una declaración de guerra. La política internacional actual de Estados Unidos se entiende en función de dicho status monetario.

A inicios del 2002, Sadam Hussein con el apoyo francés decide vender su petróleo en euros y no en dólares, consecuencia, la guerra de Irak. A finales del 2002, Irán adopta el uso del euro en sus transacciones petroleras y como moneda reserva de su Banco Central. Al mismo tiempo, Corea del Norte decide la utilización en su comercio del euro, ingresando ambos países en le llamado “eje del mal”. Les siguió la Venezuela, de Hugo Chávez, a quién intentaron derrocar mediante un golpe de Estado, organizado por la CIA.

Puede decirse, que detrás de la guerra de Irak, hay una guerra geopolítica fundamental para los Estados Unidos desde que emergió como potencia capitalista dominante. En juego está la hegemonía norteamericana y su moneda, el dólar, sobre el resto del mundo.

A finales del 2000, hubo una estrepitosa caída del mercado bursátil, con pérdidas bimillonarias. En tiempos de crisis, todo el mundo debe seguir las directrices que marca el FMI, imponiendo su medicina económica que consiste en subir las tasas de interés, poniendo en marcha todo tipo de ajustes presupuestarios y apretando el cinturón lo máximo posible. En Estados Unidos se ha hecho lo contrario, la Reserva Federal bajó los tipos de interés hasta el 1%. Los norteamericanos pudieron llevar a cabo el llamado “sueño americano”, comprar casa, coche y otros elementos que les da relevancia social. Los créditos baratos mantenidos por dos años y medio crearon la ilusión de una mejora económica. Esta ilusión es un sueño, del cual se van a despertar de golpe, comprendiendo la cruda realidad de su país.

Con ésta política económica de Bush, nos encontramos con cuatro gravisimos problemas. El primero, las familias norteamericanas deben 35 billones de dólares, es decir, que cada familia de cuatro miembros debe 450.000 dólares ¿Podrán pagar esta deuda, cuando suban los intereses?

En segundo lugar, los llamados déficits gemelos: el fiscal, en el 2004 ronda los 500.000 millones de dólares, suponiendo el 5% del PIB nacional, preveyéndose para el 2005, unos 650.000 millones de dólares, y está en fase de crecimiento desbocado. El comercial ronda también los 600.000 millones de dólares, el 5,6% del PIB y sigue deteriorándose, a pesar de la caída del valor del dólar.

En tercer lugar, la guerra de Irak y Afganistán. Estados Unidos lleva gastados, entre los años 2003 y 2004, más de 170.000 millones de dólares, su tendencia tiende a hacerse crónica, calculándose que cada año les supondrá 100.000 millones de dólares.

Por último, la irresponsable política fiscal, ha supuesto una reducción de impuestos de un billón novecientos mil millones de dólares en sus cuatro años, que han ido a parar a los bolsillos de las clases ricas norteamericanas. Mientras, las clases medias y bajas empeoran continuamente, aumentando en un 10% el número de pobres, y la renta de estas clases ha empeorado de forma ostensible en la era Bush. Por no decir del déficit oculto de la Administración norteamericana.

El endeudamiento del Tesoro norteamericano es alarmante, los países de la OPEP tienen 1.500.000 millones de dólares en bonos, Japón 817.000 millones, China 600.000 millones, Taiwan 235.000 millones y Corea del Sur 193.000 millones. Resulta paradójico que esos países árabes tan denostados por Bush, sean el sostén de su economía. Nunca un Partido Comunista como el chino tuvo tanto poder como para desestabilizar el todopoderoso mundo del capitalismo, como ahora. ¿Qué pasaría si empezaran a vender sus bonos? ¿Podrian los Estados Unidos pagar sus deudas?

Ante esta situación económica ¿Qué va a hacer Bush? Profundizar en su errónea política. Éste piensa en una sociedad de propietarios, donde la responsabilidad de la seguridad económica depende de ellos mismos, anulando el papel del Estado.

Lo único importante para Bush es el crecimiento económico continuo; para que ésto se dé, se necesita quitar todas las cortapisas posibles, empezando por la progresividad de los impuestos directos y si puede, haciéndolos desaparecer, sustituyéndolos por un gran impuesto al consumo, donde ricos y pobres paguen lo mismo. Intenta hacer que las pensiones públicas se transformen en privadas.

Plantea suplantar el Estado siendo el MERCADO el que solucione todos los problemas. Como vemos, es la vuelta al capitalismo del siglo XIX. Estamos asistiendo a la fase declinante del imperio norteamericano, que busca sustituir su vulnerabilidad con el uso y abuso de la fuerza militar, como todos los anteriores imperios.

Ante esta situación de crisis económica y con la administración republicana ahondándola ¿Qué va a pasar?

Veremos como el oro aumentará continuamente su valor. El euro irá apreciándose, antes del verano llegará a 1,45 – 1,5, a pesar de la inutilidad de las intervenciones de los bancos centrales (Europeo, Japonés, Chino..), las economías se irán estancando. La Reserva Federal Norteamericana, subirá los tipos de interés. En enero, los subirán un 0,5% adicional, sin tardar mucho tiempo los veremos en el 4% ¿Qué pasará con las endeudadas familias norteamericanas?

No podrán pagar sus hipotecas, aumentará el paro y el sistema financiero se resquebrajará, será el inicio de una crisis económica sin precedentes, recordándonos la crisis de 1929. Lo pagará la sociedad norteamericana pero también los europeos de manera importante.

No debemos extrañarnos, que economistas tan prestigiosos y con sentido común como Paul Krugman creen que la Administración republicana quiere llevar al país a la quiebra fiscal, como forma directa y practica de acabar con el Estado del Bienestar. Este economista acaba de hacer unas declaraciones diciendo “Tengo miedo”.

Los que no conocen su propia historia son los que vuelven a cometer errores. Esta es la realidad norteamericana y la que vamos a sufrir todos y ya estamos sufriendo.

Edmudo Fayanás Escuer. Pamplona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 20 Diciembre 2004.