Cabe lo que cabe – por Emilio Sales Almazán

El Señor Bono, llevado por su devoción mariana y en fecha tan señalada, hizo proclama de su dogma y confundiendo, como hace habitualmente, sus creencias con las políticas de un Estado de afirmación aconfesional, proclama que la Constitución es lo que es y aquí nadie la toca. Su frase “En España sólo cabe lo que cabe en la Constitución” me recuerda a la que en su día pronunció, o al menos se la atribuyeron, el torero Rafael “El Gallo”: “Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible”. Un pase de pecho, un requiebro torero ante tanta medalla y estrella, que parecía el universo.

Pero la historia es repetitiva y cansina, siempre que hay que referirse a nuestra Carta Magna se trasiega con el mismo discurso. La cuestión territorial.

En primer lugar, y como decía al principio, el texto constitucional no es ningún dogma inalterable en el tiempo y es perfectamente revisable.

En segundo lugar sería bueno el hablar de otros temas que componen el articulado de la norma y aplicarse en cumplir las partes relativas a los derechos que tenemos todas y todos los españoles. Por qué no hablamos de aspectos como la educación, de ver los informes de la OCDE donde nos ponen a la cola en materias fundamentales para el desarrollo de la persona. Ver como se sigue invirtiendo en la educación privada y se abandona la pública.

El incumplimiento del derecho al trabajo y el deber de trabajar, o todo lo referente a la vivienda, donde se hace imposible el acceder a ese derecho básico. Es un sarcasmo leer que en su artículo 47 enuncia que se establecerán normas para evitar la especulación del suelo en nombre del interés general.

La protección de la salud, el medio ambiente, el derecho a unas pensiones dignas e infinidad de derechos que no son debidamente protegidos.

¿Dónde se cumple el artículo 128 que en su apartado 1º dice que toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual sea su titularidad está subordinada al interés general, o en el 2º que expresa el reconocimiento de la iniciativa pública en la actividad económica y que mediante la ley se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales?. En el primer caso coménteselo a la CEOE, en el segundo hable con los trabajadores de IZAR.

En definitiva, aplíquese ese cuento a usted y a su entorno. Contemple su status, la residencia donde mora o la pensión que cobrará, la que supongo se prorrateará entre las varias a las que tendrá “derecho” (una de ellas, si no me equivoco, se la dejó preparada como ex-presidente de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha). Compare con el común de los mortales, compare con los jubilados de este país al que usted alude en frases marciales.

Emilio Sales Almazán. Talavera.
Colaborador, El Inconformista Digital.