La guerra de los papeles (inmigrantes engañados) – por Teresa Galeote

Cuando todavía tengo en mi retina la imagen trágica de los balseros que naufragaron en la costa de Fuerteventura, día doce de este mes, siete de ellos desaparecidos, me entero de que el Partido Popular mandó a la guerra a inmigrantes ilegales con la promesa de darles los deseados papeles a la vuelta del frente de batalla. Ellos no lo sabían, pero formaban parte del ejército de reserva y se les mandó a servir al frente patriótico-fundamentalista que tienen formado los Bush, los Blair y los Aznar. El gobierno del Partido Popular, tan reacio a legalizar inmigrantes que llegan en pateras a nuestras costas, les prometió mundos mejores si eran buenos chicos e iban a la guerra.

Les pagaban menos y les engañaban más. A fecha de hoy todavía no están legalizados, quizá pensaba el gobierno que podían sufrir los efectos colaterales de la guerra, que podían caer mientras servían a los soldados de la «coalición salvadora». Todo puede pasar en Faluya, ciudad teñida de rojo que vomita muertos.

Si tan creído estaba el Partido Popular de que la intervención era lo mejor que podía hacerse y de que aquellos que luchan por la liberación de Irak son buenos patriotas que se cubriran de honores y medallas, por qué no mandaron a sus juventudes populares y dejaron a los inmigrantes en España, eso sí, con los papeles en regla.

Nadie se hace responsable de tamaña tropelía; ellos mismos se proclaman irresponsables de cualquier acto ilegal(…). Federico Trillo, el principal responsable del Ministerio de Defensa, no podía saberlo porque estaba en otro asunto muy importante. Reproches de ida y vuelta para intentar tapar hechos deleznables cuando todavía colea el trágico asunto del vuelo Yak 42. Pero aquí no pasa nada; estamos en un país donde los responsables nunca aceptan las consecuencias de su incompetencia. Así, cualquiera puede ser ministro.

Entre departamentos y responsables anda el juego y cada cual intenta zafarse como puede de los hechos. Todos se convierten en irresponsables de la trágica realidad.

Una de las muchas desvergüenzas que he oído y leído últimamente es, que Irak está mucho mejor desde la intervención norteamericana; que se lo pregunten a los muertos, a sus huérfanos y viudas, a los lisiados y quemados, a los hambrientos y sedientos, a los que huyen del desastre. Que se lo pregunten también a los inmigrantes que fueron a prestar servicios a los soldados aliados.

Teresa Galeote. Alcalá de Henares, Madrid.
Redactora, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 20 Noviembre 2004.