Cuatro años más para George W. Bush

Finalmente después una de una noche electoral llena de suspense y una lucha condado por condado en el estado de Ohio, George W. Bush ratificara por cuatro años su mandato presidencial en los Estados Unidos.

George W. Bush desde la sede de los republicanos en Washingon -el centro Ronald Reagan- ha celebrado su victoria ante las cámaras y centenares de simpatizantes. En su breve discurso –donde Dick Cheney ha hecho de telonero- Bush ha pedido unidad para afrontar los retos de la seguridad y el progreso económico, sentenciando que “No hay límite para la grandeza de América».

Bush el presidente más votado de la historia de Estados Unidos no ha tenido fácil su elección. La gran afluencia de los norteamericanos a los colegios electorales y el lento posterior recuento de los votos alargaron los resultados durante toda la noche.

El recuento electoral quedó paralizado en Ohio

La noche electoral fue larga en Estados Unidos. Los medios de comunicación estadounidenses fueron emitiendo los sondeos estado por estado, haciendo la comparativa con los votos reales ya escrutados. Este periplo, puesto en practica para no caer en la polémica que se dio en el año 2000 con los errores de calculo, dejó en un marcado suspense el devenir de los resultados en gran número de estados.

Conforme transcurría la noche el mapa del país se iba coloreando a favor de George W. Bush, y alternativamente también a favor de John Kerry, aunque siempre a remolque del republicano. Hubo una serie de estados primerizos de la Costa Este, como Florida o New Hampshire, que se hicieron esperar durante bastantes horas, mientras que otros feudos seguros de los partidos, como Texas para los republicanos, o California para los demócratas fueron punteros.

Completando ya el escenario con las dos capas de color, y por lo tanto con la mayoría de votos electorales otorgados, un estado empezó a resaltar sobre los demás: Ohio*.

Este estado industrial que bordea el lago Erie, con una superficie de 107.044 km2 y de unos 10.800.000 habitantes, se resistía a ofrecer los resultados electorales. Ciudades como Columbus, Cleveland y Cincinati se repartían el juego en sus respectivos condados, menos de 100.000 votos populares separaban la colocación de los valiosos 20 votos electorales para los partidos Demócrata y Republicano.

Con el lucero del sol en España y la negra noche en Massachusetts, John Edwards -el candidato a vicepresidente por el partido Demócrata- desde Boston manifestaba ante miles de personas que “Se va a luchar por el voto, y el recuento continuara”. Es en estas en cuanto la negra sombra de Florida del año 2000 aparecía de nuevo en las elecciones presidenciales, presentando una muy posible impugnación de los votos en Ohio, y un recuento minucioso saldado por los abogados y los tribunales.

Según las leyes de Ohio, el nuevo recuento debía efectuarse diez días después de las votaciones. Horas después el Partido Demócrata manifestó que tomaría la decisión al día siguiente.

Se desconoce si los seis aviones –tres para cada partido-, preparados en Washington con cientos de abogados para resolver este tipo de problemas, llegaron a despegar, lo que es un hecho es que horas después en vistas a la importante ventaja de George W. Bush en el voto popular, el partido Demócrata terminó por ceder y zanjar el asunto.

John Kerry decide no atrasar más el recuento y acepta su derrota

Finalmente John Kerry llamó por teléfono a la Casa Blanca para concederle la victoria presidencial a George W. Bush. Así terminaban unas esperanzas de cambio puestas en un Partido Demócrata dejado llevar por el imaginario colectivo presente en EE.UU desde el 11 de Septiembre de 2001.

Pese a las elocuentes palabras de John Edwards, el discurso de retirada de John Kerry fue debil, falto de fuerza, se le veía abatido, convergente en un ideario patriótico estadounidense, compartido por todos, pero secuestrado y manejado desde hace más de tres años por la Administración Bush.

Han habido irregularidades en algunos estados, quizá importantes, ¿pero de un fraude de casi 4 millones de votos?, salvo que se demuestren este tipo de cosas así, ahí están los hechos. También hay muchas incógnitas, la más importante quizá sea esta: de las más de 120 millones de personas inscritas para votar no lo han hecho más de 115 millones.

El comentario

Desde Europa, en clave social, de izquierdas, o como lo queramos llamar, será muy difícil encajar estos resultados sin un ápice de autocrítica. Contra todo pronostico y rompiendo la regla europea, en Estados Unidos una mayor participación ha hecho que gane la derecha pura y dura. Dificilmente se pueden hacer análisis serios cayendo solamente en los tópicos de la ignorancia, el miedo, o la manipulación.

George W. Bush ha sabido conectar con su pueblo, el que con más o menos información, más o menos culto -como en Venezuela, España u otras naciones-, ha decidido votar al candidato que ha levantado en tiempos de guerra –para los estadounidenses- la bandera de los valores conservadores, la seguridad y la patria.

Las elecciones vaticinadas por el propio John Kerry como las más importantes de la historia han traído un resultado preocupante si contemplamos la actual coyuntura internacional, la guerra global contra el terrorismo continuara. El resto del mundo, una vez más y posiblemente con menor margen de maniobra, será obligado a ser aliado o enemigo, cómplice o -como le gusta al fundamentalista- maligno.

+ Información Extra, referencia web:
– State of Ohio Government Info and Services – http://ohio.gov

Redacción, España. El Inconformista Digital.-

Incorporación – Redacción. Barcelona, 3/4 Noviembre 2004.