Loyola, se columpia sola – por Emilio Sales Almazán

Las declaraciones de la Vicepresidenta de la Comisión Europea, Dª Loyola de Palacio, miembro del Partido Popular, en las que apoya al propuesto Comisario de Justicia, Libertades y Seguridad, Rocco Buttiglione, en sus declaraciones homófobas y reaccionarias y, por otro lado, expresa su deseo de una pronta muerte del presidente cubano Fidel Castro, dejan a las claras su condición e ideario político heredero de los hijos putativos del franquismo.

Su apuesta por el político italiano, por un elemento reaccionario que, se supone, debe velar por la igualdad de todos y cada uno de los ciudadanos europeos, demuestra a las claras como se ponen por delante los intereses de clase a los de las mujeres y grupos homosexuales. Las creencias de este miembro de una secta denominada “Comunión y Liberación” deben circunscribirse al ámbito privado, como toda creencia religiosa.

Una persona que debe ser garante del respeto de los derechos humanos no puede ejercer una responsabilidad con idearios como el suyo definiendo a la homosexualidad como pecado o asegurando que el matrimonio es una institución pensada para que las mujeres puedan tener hijos y gozar de la protección del marido. Las creencias religiosas pertenecen al terreno íntimo y no son de extensión al colectivo. ¿Qué garantías da a los no creyentes o que practican otra religión distinta a la que el profesa?

Pero Dª Loyola, a la que supongo tener creencias católicas, le va a ser muy difícil justificar su arrebato pecador cuando desea la muerte de Castro. Estimo que será censurada por su confesor espiritual, el cual no dudo que tendrá ya que es común que las personas de su estatus social disfruten de la solaz reparación de un sacerdote para que las conforte.

De una mínima inteligencia es la de saber que tarde o temprano la muerte, consecuencia de la vida, nos llegará a todos, incluida a ella, y que no nos vamos a quedar para “simiente de rábanos”, aunque algunos hayan dejado descendencia que puedan seguir una herencia decente. Afortunadamente Dª Loyola no parece que se encuentre en esta tesitura.

Lo que llama la atención en sus declaraciones es la desvergüenza al afirmar su replanteamiento sobre el líder libio Muammar el Gaddafi. Su argumento es deleznable, que no se ampare en aperturas democráticas del país árabe, lo único que interesa es el gas y el petróleo libio. Productos que el pueblo cubano no puede exportar. Cuba puede exportar dignidad, pero eso no cotiza en el mercado de estos personajes.

Emilio Sales Almazán. Talavera.
Colaborador, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 25 Octubre 2004.