El Torneo de tenis “Master Series” que se está celebrando en Madrid está siendo primera noticia más que por su aspecto deportivo por el supuesto escándalo de las recogepelotas, modelos de pasarela que subvierten su trabajo (o no) para dedicarse a recoger el redondo material en la pista de la Casa de Campo madrileña.
Quizás debería empezar por el final y decir que el comentario de sí las modelos deben pasear su palmito en tal menester es un reclamo ante la falta de figuras que han dado la espalda al torneo. Esto da una publicidad que las ausencias de importantes tenistas en las listas de la ATP les había hurtado.
La polémica es un tanto artificiosa si tenemos en cuenta que los deportes en general, y el tenis en particular, han dejado de ser unos meros ejercicios, para ser espectáculo y negocio.
El Sr. Santana, que pertenece a la jet-match (escalafón superior a la jet-set) olvida su pasado cuando allá por sus años mozos recogía las bolas, y ese era el principio de grandes tenistas que aprendían a pie de pista recogiendo las pelotas en los que jugaban los grandes del momento. Ahora el negocio manda y si las señoritas que recogen el esférico dan más imagen que aprendizaje en el bello deporte/espectáculo no debe de extrañar. El dinero manda.
La Secretaria de Estado de Igualdad, Dª Soledad Murillo, se llama a escándalo y pide a los organizadores la retirada de las damas de las pistas por dar una imagen sexista. Es curioso cuando las señoras ministras posaron con ropa de imposible adquisición para la mayoría de las mujeres de este país. El problema es más simple. Cuestionen ustedes el sistema, háblenme de clases sociales y de la imagen que a la población se da. Cuéntenme de los millones de españoles que pasan problemas al final de mes, de la gran cantidad de personas que en nuestro país están en el umbral de la pobreza. Desvíen la atención de los grandes problemas, ese es el fin.
Las modelos cobran entre 900 y 1500 euros por la misión. Seguro que a los organizadores les sale rentable. ¿Y el deporte base qué?.
Emilio Sales Almazán. Talavera.
Colaborador, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 21 Octubre 2004.