(Prensa y televisiones varias. 23.09.2004)
Oigo, veo y leo por doquier que en Irak están una tal “doctora Germen” y otra tal “doctora Ántrax” y resulta que en Irak, ni han aparecido signos de gérmenes ni ántrax, que no estuviese fabricados desde la época en que eran muy amigos de Occidente. Y ni aún así los encontraron.
Pero no veo ni oigo que ni en EE.UU. se hable de “doctores o doctoras Plutonio” o “doctores o doctoras Botulismo”, ni “doctores o doctoras Sarín” ni “doctores o doctoras Gen Descojogen” Y resulta que en ese país hay más de diez mil armas nucleares, que es un país que se niega a ser inspeccionado, que se niega a firmar que no utilizará el primero el arma nuclear ( o cualquier otra), que tiene la triste exclusiva de haber arrojado bombas nucleares sobre población civil y que es el campeón mundial de armas de destrucción masiva atómicas, químicas, biológicas, bacteriológicas y génicas. Lo mismo puedo decir de Francia, el Reino Unido, Israel, Rusia, China, India. Tan sólo a Pakistán le han encontrado una suerte de “doctor Plutonio”, pero sigue en libertad y se le considera malo, no porque haya puesto la bomba en manos de los militares pakistaníes (unos angelitos, ellos), sino porque parece que ha pasado algunas de sus brillantes ideas a algunos iraníes o norcoreanos, al decir y a juicio de los muy expertos “doctores Plutonio” y “doctores Uranio Empobrecido, Enriquecido y Mediopensionista” con que cuenta la CIA. Recuerdo también a un “doctor Plutonio” israelí, pero a este recuerdo que le encarcelaron no por fabricar armas de destrucción masiva, sino justo por lo contrario,: por arrepentirse y contarlo.
¿No le dará vergüenza a las lavanderías de cerebros tener tan poco espíritu crítico y dejarse manipular de forma tan grosera?
(El País. España. Internacional. 23.09.2004.)
El censo para las elecciones de Irak se basará en la lista de reparto de alimentos.
Un equipo de la ONU con apenas 12 personas organiza los comicios previstos para enero.
—Desde el diminuto despacho del uruguayo Carlos Valenzuela, el coordinador de la ONU para la organización de las elecciones en Irak, se escucha el constante volar de los helicópteros. Son 12 personas de la ONU para preparar unos comicios en un país de 26 millones con gravísimos problemas de seguridad. La oficina está en la zona verde, la más protegida de Bagdad, que acoge las embajadas de Washington y Londres, la presidencia y el Gobierno iraquíes. Allí trabaja con la comisión electoral independiente, ajeno a las presiones internacionales, con un único objetivo: que los comicios sean creíbles.
«En Irak hemos partido de cero. Había un registro civil, pero no servía, pues es manual. Tomamos como base de trabajo la lista de distribución de alimentos» del régimen anterior. Paul Bremer, el procónsul estadounidense en Irak hasta el 28 de junio, que en un principio era reacio a la presencia de la ONU, ideó otro sistema basado en la cartilla de racionamiento, pero éste tenía un defecto: en ella sólo figura el cabeza de familia y tuvo que abandonarlo.—
(La Razón. España. Internacional. 23.09.2004.)
Alaui promete ante el Congreso de EE UU que habrá elecciones en Iraq en enero
—Alaui, quien estuvo exiliado durante varios años y colaboró con la Agencia Central de Inteligencia (CIA)…
«la promoción de la democracia, el aislamiento y derrota de los terroristas, y el mejoramiento de la calidad de vida para los iraquíes». «La instrucción de las fuerzas de seguridad avanza bien y su trabajo mejora cada día», aseguró el primer ministro iraquí, quien dijo que «para enero tendremos unos 145.000 soldados en la fuerza de seguridad iraquí, y para fines del año próximo serán unos 200.000».
Alaui sostuvo que la celebración de las elecciones en enero «será un golpe duro al terrorismo» y que su gobierno trabaja con la ONU para que funcionen unos 30.000 puestos de votación. «La elección ocurrirá en enero porque los iraquíes quieren votar en tiempo», aseguró.—
Esto tiene un jugo enorme. Veamos. El PP español y los de su cuerda, que tanto piaron porque los bombazos con resultado de 190 muertos en Madrid alteraron las condiciones electorales, ahora callan y otorgan en Georgetown (el pueblo de George, en sentido literal del término) que Irak sí puede tener elecciones en medio de un marasmo de coches bombas, de bombazos, de morterazos por las calles, de misilazos desde helicópteros contra ciudadanos inocentes, de bombardeos masivos de ciudades llenas de civiles por aviación extranjera, de obuses de carros de combate Abrams y de ejecuciones sumarias múltiples, en video y sin video, en cárceles y en calles, de miles de iraquíes y de centenares de extranjeros, que o iban allí a cooperar con el invasor (antes se llamaban “colaboracionistas” y si iban sin uniforme, daban derecho militar a la ejecución sumaria; ahora se llaman “contratistas civiles” o “expertos en seguridad”, eufemismo que esconde el mercenariado más abyecto. E incluso algún despistado que va a hacer caridades al sitio menos indicado, en el momento menos indicado y desde el país menos indicado. Y en este revoltijo espantoso, van y dicen que habrá elecciones. Y la alfombra, el orinal, el bidet y la escupidera de los EE.UU. que resulta ser la ONU, abre una oficina, con un uruguayo despistado y 12 personas como todo apoyo logístico, para organizar las elecciones, en medio de este caos y con miles de muertos despedazados por las calles, escondido a la sombra de las embajadas de EE.UU. y el Reino Unido, los invasores principales, sin por ello impedir que le caigan por allí morteros de vez en cuando y que le sobrevuelen continuamente helicópteros artillados de los países invasores. En estas, va el uruguayo y confiesa que la base de datos electoral será la lista de distribución de alimentos, confesando en realidad que aquello quedó destruido hasta las raíces, porque allí estaba todo el mundo muy bien censado, antes de que los estadounidenses y sus aliados varios decidiesen enviar al país a la Edad de Piedra de nuevo. Y dice el despistado uruguayo, que quieren hacer elecciones del siglo XXI, con los datos de la Edad de Piedra. Y cuenta que el procónsul del país invasor, quiso organizar unas elecciones con la cartilla de racionamiento, pero que lo tuvieron que dejar, porque sólo contabilizaba a los padres de familia. Y no le da vergüenza ni al despistado funcionario uruguayo de la ONU, ni a su jefe negro (en el peor sentido que de esclavo y sumiso puede tener esa palabra), ni al procónsul invasor se ha caído tampoco la cara de vergüenza. Tampoco se ha corrido de vergüenza el pelele “primer ministro interino iraquí”, otro eufemismo para describir a un payaso y monigote en manos del invasor; un elemento, como decía el profesor de la Universidad de Bagdad, que tiene el pasaporte estadounidense en un bolsillo, el iraquí (ese sí tiene pasaportes, mire usted por donde) en el otro y que ha trabajado en la nómina de la agencia de espionaje del país invasor y sin duda se presentará como candidato. Pero no se le cae la cara de vergüenza tampoco a este elemento, cuando dice, sin inmutarse, que su gobierno trabaja con la ONU (es decir con los doce funcionarios, Judas incluido), “para que funcionen 30.000 puestos de votación”. O sea, que tocan a 2.500 puestos de votación por funcionario de la ONU. Ni se le cae la cara de vergüenza al decir, en dos frases consecutivas, que “La elección ocurrirá en enero (de 2005) porque los iraquíes quieren votar en tiempo”, inmediatamente después de haber dicho “para enero tendremos unos 145.000 soldados en la fuerza de seguridad iraquí, y para fines del año próximo serán unos 200.000”, sabiendo como sabe, que los están masacrando en las oficinas de reclutamiento, a pesar de las promesas de buenos salarios a gentes hambreadas. En fin, como gusta de decir el actual presidente del PP español, señor Rajoy, “todo esto es un gran despropósito”, si no fuese porque además es un gran crimen y un monumental engaño.
Comulgaremos con las ruedas de molino de la “democracia iraquí y sus elecciones”, porque los medios de la lavandería de cerebros, se limitan a reproducir “the Voice of His Master”, sin poner coletillas como aquí se hace.
Pedro Prieto. Madrid.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 24 Septiembre 2004.