Egoísmo ilustrado – por Martín Sagrera

Señor director:
Con el ojo por ojo el mundo entero acabará ciego, nos advertía Gandhi. Apenas cabe mayor barbarie que matar moscas a cañonazos, o arrasar países para matar unos grupos terroristas. ¿Acaso aquí teníamos que haber bombardeado a Francia, refugio de etarras? No hay mayor semillero de terroristas que hacerlos mártires, y matar inocentes al perseguirlos a ellos.

No hay justificación alguna al terrorismo, metodología tan contraproducente como esa desproporcionada respuesta «antiterrorista», que ha roto los más sagrados tratados internacionales para humanizar las guerras, situándose a un nivel de barbarie demasiado parecido al que decía combatir. Y pocos terroristas se atreverían a planear sus atentados, ni recibirían los apoyos para realizarlos, si no existiera ya en el mundo una situación explosiva creada por una cada vez mayor y más conocida injusticia. De ahí la esperanza, por primera vez en mucho tiempo, que supone la iniciativa de esos ya 113 gobiernos que acaban de comprometerse en la lucha contra el hambre y la pobreza extrema de una gran parte de la humanidad. Si no la solidaridad, al menos el «egoísmo ilustrado», la búsqueda de una seguridad real, ha de llevar a sostener y procurar que se cumpla y amplíe este pacto a cuantos no ha dejado del todo ciegos ya la bárbara espiral de violencia que nos ha venido arrasando en los últimos tiempos por culpa de esos falsos combatientes contra el terrorismo, esos «bomberos incendiarios» a lo Bush.

Martín Sagrera Capdevila. Madrid.

Cartas de los lectores.
El Inconformista Digital.-

Incorporación – Redacción. Barcelona, 22 Septiembre 2004