Nubarrones en la economía española – por Edmundo Fayanás

¿Tiene problemas la economía de nuestro país? La respuesta es obvia, SÍ. Pero estos no provienen de la política que aplica el PSOE sino de la ejecutada por el PP. Pero cabe matizar, que los socialistas nunca la criticaron y actualmente solo han cambiado aspectos puntuales secundarios, siguiendo en grandes líneas la misma política.

En artículos recientes, el profesor Juan Velarde (pro hombre del PP en economía) analiza que uno de los problemas de nuestra economía es el mal comportamiento de nuestro sector exterior. Esto es así, mostrando mi total acuerdo con su apreciación. Entre otras causas cita la dependencia energética exterior, que hace que tengamos que comprar fuera de nuestro país cerca de 32.000 millones de euros, cifra muy importante.

Como solución no da otra que no sea la alternativa de la energía nuclear, desdeñando la eólica. Tenemos un crecimiento energético entre el 4-5% anual, que es muy fuerte, que va a ir agudizando esta dependencia energética, sino hacemos algo.

Debemos trabajar en dos frentes, en primer lugar conseguir una mayor eficiencia energética, consiguiendo que nuestro sistema productivo mejore mucho, destacando por su derroche, con lo cual mejoraremos a través del ahorro nuestra competitividad, así como mejorar el uso energético doméstico. Debemos trabajar en estimular el ahorro en la demanda.

Pero como esto es muy lento y no es suficiente, debemos cubrir el déficit de la oferta energética para así no depender del exterior. Aquí nos encontramos con un problema añadido, que es el tratado de Kyoto. Por un lado, en un periodo relativamente corto debemos cerrar nuestras centrales térmicas de carbón, que producen el efecto invernadero y que suponen el 15% de la producción energética nacional, por otras de ciclo combinado (gas) que contaminan un 80% menos. A parte de suplir la energía térmica, debemos atender el crecimiento constante e ir solucionando la dependencia que lastra nuestro comercio exterior, que nos hace muy vulnerables a las crisis energéticas.

Para Juan Velarde la energía nuclear es la solución. Mi posición es radicalmente contraria a la energía nuclear y la inmensa mayoría de la sociedad española se muestra contraria a la misma. Creo que las energías renovables son un camino a profundizar, me parece bien el plan que el PSOE ha presentado, donde se pretende triplicar la producción eólica hasta el 2010. Esto no es suficiente, por lo que se debe seguir invirtiendo en la producción de ciclo combinado. Debemos hacer una apuesta en inversión en I+D en tres campos de futuro energético como son la eólica, la solar y la de hidrogeno.

Los nubarrones económicos ya se veían venir y son consecuencia lógica de la política desarrollada por Aznar y Rato, olvidándose de la competitividad de nuestra economía, no existió nunca una política industrial, ni un modelo de inversión en I+D, degradaron la educación y desarrollaron todo un conjunto de medidas que nos han llevado a una pérdida del papel económico del país. Aquí solo se ha intentado una política de contención de salarios, siendo el alumno aventajado del déficit cero, el tótem del PP y la derecha española, favoreciendo la especulación y el enriquecimiento rápido. Como no puede ser de otra manera, para Juan Velarde dos son las soluciones, contención salarial y la restricción presupuestaria.

Para este economista de la derecha, la subida de los salarios por encima de la productividad resulta fatal. Pero si en las épocas de esplendor económico las clases trabajadoras han perdido poder adquisitivo, empeorando sus condiciones de vida, ahora que vienen los nubarrones hay que seguir empeorando. ¿Cuando la clase trabajadora mejorará sus condiciones salariales? Particularmente sorprende la actitud los llamados “sindicatos de clase” que están permitiendo y permiten esa disminución de la capacidad adquisitiva pero además están permitiendo que haya una situación laboral perjudicial, con más de un 30% de los trabajadores con todo tipo de contratos, que producen sonrojo permitiendo la no mejora de nuestra competitividad.

La falta de competitividad es pues uno de los factores fundamentales de nuestras carencias económicas. Dos son los factores fundamentales aunque no únicos, por un lado que el capital invierta de forma decidida en la modernicación de los procesos productivos y por otro lado, se invierta en capital humano, con dos vertientes, una mayor seguridad laboral del trabajador y por otro preparar mejor a nuestros trabajadores actuales y futuros.

La segunda opción que plantea Juan Velarde es la estabilidad presupuestaria, es decir, sigue defendiendo el déficit cero. No deja de sorprenderme la insistencia de estos economistas cuando nos hablan de déficit cero para España y para la Unión Europea como único modelo económico posible, y sin embargo nos ponen como modelo a los Estados Unidos de Bush con déficits que rondan el 5%. ¿En que quedamos?

Nunca he defendido el déficit cero que me parece una aberración económica, aunque tampoco defiendo un déficit como el americano. En déficit español debería estar entre el 1,5% y el 2% razonable para nuestro momento económico, permitiendo abordar políticas que son necesarias para nuestro desarrollo.

Voy a analizar solamente tres campos, en primer lugar nuestra mejora del sistema energético con el cumplimiento del tratado de Kyoto que si bien puede tener un fuerte coste a corto y medio plazo como ya hemos visto.

En segundo lugar, desarrollar e incrementar muy significativamente el esfuerzo en I+D. La promesa de aumento del 25% del presupuesto me parece bien y necesario. Pero esto será insuficiente si no conseguimos desarrollar un modelo de I+D que sea competitivo y eficiente. Muchas veces no por tener más dinero se produce más. Por ejemplo se debería revisar el funcionamiento del CSIC que se ha convertido en un mastodonte lleno de ineficiencias.

En tercer lugar, la educación, el gran abandonado de la política del PP, más interesado en transformar el sistema educativo en un modelo de transmisión ideológica. El gasto público educativo es sólo del 4,4% del PIB uno de los más bajos de la UE ( se ha perdido el 0,5% del PIB durante el gobierno del PP). Tal déficit de gasto es incluso mayor cuando lo analizamos por alumno y mayor cuando este es de secundaria.

Una consecuencia de esta caída del gasto educativo es que nuestros alumnos reciben menos horas netas de docencia que el promedio de la UE. Se calcula que en los niveles de secundaria ronda un año menos de horas de clase que la media de la Unión Europea, y dos años menos que Alemania, Bélgica, Escocia y Holanda.

Mucho debemos invertir en educación para preparar mejor a nuestros alumnos, tanto en cantidad horaria como en calidad. La gran pregunta que nuestros políticos deben responder es: “¿Qué modelo económico se quiere para España?”

El modelo de salarios bajos, falta de competitividad, precariedad laboral, un país de querer y no poder. El que a mi particularmente me gusta: unos trabajadores bien preparados, competitivos, con seguridad en el empleo, un modelo claro en I+D, educación de calidad, modelos sociales justos. Si queremos esto, debemos exigir a nuestros políticos que nos dejen de vender milongas de estabilidad presupuestaria, como ya hace Pedro Solbes y que parece que aceptaran IU, ERC, etc. Estamos aún a tiempo de rectificar.

Edmundo Fayanás Escuer. Pamplona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 15 Septiembre 2004.