Sobre Chávez, el populismo y los partidos populares – por Luis A. Sibrián

Me anima el hecho ya conocido del octavo triunfo electoral de Chávez en Venezuela.

Como que gobernar y mantenerse en la primera posición en cuanta elección haya en 6 años, no es cosa sencilla de lograr, a cuenta de traer ejemplos ampliamente conocidos (y vividos), sobre todo en América Latina.

Sus méritos tiene el hombre, desde hablar por y para los eternamente invisibilizados en la geografia social de Venezuela, donde recorre la historia local en su dosis militar de nacionalismo puro y duro, hasta tocar la situación mundial, incluyendo en el discurso su latino-reclamo a Bush II, como si lo hiciera de gobernante electo a gobernante «electo», o para ser mas sencillo, con otro que tiene tanto voto encima en su favor.

Valientes así necesita América Latina o por lo menos, decir por medio de alguien, lo que los otros presidentes y sus mayorías populares, no pueden o no deben, pues las represalias pueden ser mayores.

Yo me imagino en el tema de las tropas en Irak, a un Presidente Rodríguez Zapatero, asumiendo con España ante EEUU una actitud parecida, no hay que ir muy lejos, pero con la notable diferencia que en América Latina, no hay un tema de reclamo o diferenciado, hay muchos temas y que dan para rato, por ello hay que dejar hablar y saber escuchar.

El populismo se nos ha presentado como una enfermedad política y social, que es mejor no tener, y de la que se han curado ampliamente las burguesías latinas, a fuerza de llamar al pueblo a votar, pero nada más.

No vaya a ser que a los pueblos se les pase la mano y luego comienzan a pedir o reclamar cosas, incluyendo el poder.

Algunos partidos de los grandes (que es diferente a grandes partidos), se proclaman en su nombre inclusive populares, hacen gala del populismo electoral y hasta allí se quedan.

Algunos socialistas claman que hay que tener cuidado con el populismo, pero mientras tanto dejan igual al pueblo, esperando (a veces rezando) por las verdaderas revoluciones, con manual y recetario marxista incluido, que finalmente no llega y que por supuesto, a nadie le sirve.

Unos por su lado y los otros por otro, igual reaccionan ante el pueblo: sencillamente lo olvidan.

Feliz populista éste Chávez, que haciendo cosas calificadas de menos populistas a mas populistas, ya comenzó a decir que al pueblo lo que hay que darle para que salga de sus pobrezas, es simplemente poder.

Y pues parece que por allí seguirá, por supuesto con el recurso mayoritario del pueblo (es absolutista decir que con todo el pueblo), que para detenerse con etiquetas no está desde hace rato.

De todos modos en una democracia, si las cosas ya no funcionan para la mayoría, pues para eso hay elecciones y referendums, aunque este último recurso en otros países no los tengamos tan a la mano.

Los pueblos tardan pero no olvidan.

Muchas gracias.

Luis A. Sibrián¡. San Salvador, El Salvador. Centro América.

Cartas de los lectores.
El Inconformista Digital.-

Incorporación – Redacción. Barcelona, 21 Agosto 2004