No es lo mismo – por Emilio Sales Almazán

Por lo que se refiere a los altos estamentos civiles, militares y eclesiásticos así lo denota. No es lo mismo.

Hace unos días en el pueblo jienense de Bailén, cuna de la famosa batalla en nombre de la libertad ante el invasor napoleónico, hubo un acto de pacifismo militante por parte del señor párroco. Se concelebraba una misa en conmemoración de la Batalla anteriormente aludida. El sacerdote, D. Antonio Baeza, exhibió ante los asistentes, y para ilustrar la liturgia, una escoba como instrumento de guerra ante los fusiles, quería ¡oh pecado! que en vez de armas se utilizara esa escoba quizás, con el fin de que se barrieran las armas como método para resolver los conflictos. En palabras textuales el cura decía: “Pero si hubiera sacado una paloma habrían protestado los ecologistas. Por eso es importante que al lado de cada símbolo escuchemos la palabra que lo aclara (…) Desde hace varios siglos, el símbolo de la guerra ha sido el fusil, la escopeta, el cañón y otras herramientas bélicas. (…) La culpa, el símbolo, la escopeta. Propongamos otro símbolo, otra clase de guerra, y otra paz. Que pasen los símbolos: la escoba y la sembradora”.

Aunque según cuentan no es la primera vez que ha aprovechado algún acto para reivindicaciones no asumidas por el poder, en esta ocasión y ante la molestia de la cúpula militar que allí asistía, bajo el mando del general de brigada de la compañía de Honores Guzmán el Bueno de Córdoba, el Alcalde convocó un Pleno extraordinario para reprobar el comportamiento del párroco de la Iglesia de la Encarnación y, con el voto a favor del equipo de gobierno –seis de la Agrupación Independiente de Bailén y cuatro del PP- y la abstención de los cuatro concejales del PSOE, aprobar la reprobación del cura y, además, solicitar del Obispado de Jaén el traslado del Sr. Baeza a otra localidad, “obedeciendo el sentir mayoritario de los bailenenses”.

No sé si las formas eran las más adecuadas, sobre todo para cabezas bastante cuadriculadas, pero desde mi atalaya de no creyente y analizando los pensamientos que inspiran al cristianismo creo que solo puso en escena la expulsión de los fariseos del templo. Nunca, y me tocó “lidiar” durante el servicio militar, entendí la presencia de esos curas castrenses, bendecidores de las armas y “sanadores” de las almas que blandían el armamento para matar al supuesto enemigo. Esos enviados de Dios Padre que se dedicaban a investigar y censurar las lecturas que debían ser prohibidas para nuestra salvación (me quisieron arrestar por leer a Kafka).

Y reitero, no es lo mismo, ya que en anteriores fechas y durante los fastos dedicados al patrón de España (seguimos igual que antes, ¿es esto constitucional?) en Santiago de Compostela el obispo celebrante asumió el papel de portavoz de lo más retrogrado de la Iglesia Oficial, de los aires del actual Vaticano, y lanzó las invectivas contra el matrimonio (unión) de homosexuales, aborto, investigación de células, el feminismo y todo lo que el poder eclesiástico considera no afín a su posturas. Invadiendo el poder civil y en aras a la libertad de expresión, lanzó su censura en presencia del Jefe del Estado y del Presidente del Gobierno, amén de otras instituciones del Estado.

En un principio pensé que bien se lo tenían merecido por asistir a un acto de estas características, un acto al que los poderes públicos se debían abstener de la presencia, ¿o no estamos en un Estado aconfesional?. Pero después me di cuenta de la patraña, una cosa es el huevo y otra el fuero.
Para cuando el Estado democrático hará valer las leyes y dejará de financiar a grupos, como la iglesia católica oficial, que ataca sus principios democráticos y los derechos básicos de los y las ciudadanas contemplados en la Constitución. Aquí no valen medias tintas ni pactos para evitar injerencias. ¿Dónde está el tan cacareado Estado de Derecho?.

Es la hora de acabar con los integrismos, sean del signo que sean.

Emilio Sales Almazán. Talavera.
Colaborador, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 13 Agosto 2004.