¿Se convertirán los judíos en minoría dentro del “Estado Judio”? – por Abdel Wahad Almasiri

Prensentamos una traducción de un artículo de Abdel Wahad publicado en diario Al-Tttihad donde nos habla de la cuestión demográfica palestina planteada como problema por el Estado de Israel.

Traducción – La cuestión demográfica en Palestina
¿Se convertirán los judíos en minoría dentro del “Estado Judio”? – por Abdel Wahad Almasiri

Los resultados del informe palestino, emitido recientemente sobre la estadística de la población palestina del año 2003, llegaron para aumentar los temores arraigados dentro de la entidad sionista del “problema demográfico”, el cual, muchos escritores y analistas israelíes se refieren a él como “la bomba de relojería” que amenaza el futuro de esa entidad y lo que llaman “la naturaleza judía del estado israelí”, siendo este tema, uno de los elementos decisivos que delimitará la trayectoria del conflicto árabe-sionista.

El informe mostró que la población palestina durante el año pasado alcanzó los 7.9 millones de habitantes, de los cuales, 3.7 millones viven en territorios usurpados en 1967, 2.3 millones viven en Cisjordania (que son el 63.3%). En Gaza viven 1.4 millones (el 36.7%), más un millón que viven en territorios usurpados en 1948 donde se estableció el estado de Israel, son los llamados “palestinos del 48”. El resto, unos 3.2 millones que viven en los diferentes exilios a lo largo y ancho de la tierra. El informe hace algunas comparaciones entre el número de la población palestina y los colonos judíos y, menciona varias expectativas en cuanto a la evolución demográfica de aquí a unos cuantos años, basándose en los porcentajes naturales de crecimiento y nacimientos en ambas partes. El informe indica que, el número de la población palestina en la Palestina histórica, asciende a 4.7 millones de habitantes, mientras el número de judíos llega a 5.1 millones, para mediados del 2005, se espera que el número de la población palestina alcance los 5.1 millones, sin embargo, el de judíos, no superará los 5.3 millones, lo que significa que la diferencia entre ambas poblaciones se reducirá enormemente.

Pero el panorama se volverá más oscuro aun para la entidad sionista cuando llegue el año 2010, ya que las estimaciones indican que los palestinos alcanzarán los 6.2 millones, frente a 5.7 millones de judíos y para mediados del año 2020, los judíos representarán tan solo el 44% del número de la población total, calculándose en 6.4 millones, frente a 8.2 millones de palestinos. Es natural que estas cifras sean una fuente de profunda preocupación para los políticos, comentaristas e investigadores dentro de la entidad sionista, ya que, vislumbran que una nueva realidad se está formando paulatinamente, la cual, atenazará muchas de las bases y proclamaciones en las que se sostiene todo el proyecto sionista.

Se considera que la frase de “la naturaleza judía del estado israelí”, será una de las primeras frases que la nueva realidad cuestionaría su efectividad e idoneidad. El proyecto sionista se basó sobre el establecimiento de un estado judío, otorgando “una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra”, puesto que, el movimiento sionista y las fuerzas colonialistas que le protegen, negaron durante largo tiempo la existencia del pueblo palestino, por no hablar del reconocimiento de sus derechos históricos, así mismo, rechazan cualquier forma de critica o discrepancia sobre la proclamada identidad de dicho estado. Sin duda alguna, la transformación de los colonos judíos en minoría dentro del estado que se declara judío, deja serias interrogantes no solo sobre el comportamiento de este estado, sino también, sobre la legalidad de su existencia desde el principio. Por otra parte, el aumento poblacional palestino, hará difícil continuar ignorando sus derechos nacionales, políticos, económicos y sociales, bien sea para los palestinos dentro de Cisjordania y Gaza, o para “los palestinos del 48”.

Tal vez sea esta obsesión relativa al problema demográfico, la que explique la insistencia por parte de Sharon, de seguir adelante en la ejecución del plan de separación, al considerarlo un instrumento para garantizar un mapa demográfico de mayoría judía. Así mismo, explica el enigma de muchos planes expuestos por políticos e investigadores de la entidad sionista para transferir determinados números de palestinos fuera de Palestina, además de explicar, las declaraciones de alguno de ellos en el sentido de que había sido un error permitir la permanencia de árabes sobre la tierra donde se fundó el estado de Israel en el año 1948, a pesar de que su número entonces, no superaba los 150 mil habitantes.

Sin embargo, todas estas estimaciones relacionadas con la demografía en la tierra de la Palestina histórica, con todo lo que levanta de temores en medio de los miembros de la entidad sionista, no significan en ningún caso que esta entidad caerá por si sola, o que el futuro próximo llevará en sus entrañas una solución radical para el conflicto árabe-sionista, sin que los palestinos y demás pueblos árabes tengan que asumir el peso de la carga y las responsabilidades correspondientes. Puesto que, el aumento de la población en si mismo, no puede modificar la trayectoria del conflicto en su esencia, aunque el número de colonos se reduzca a una pequeña minoría. Está demostrado en las experiencias sobre bolsas coloniales de un colonialismo similar al sionista, que la población autóctona puede ser mayor en número a los invasores, sin embargo, este elemento solo, no es suficiente para derrocar a la invasión o destruir la existencia colonial y conseguir la independencia. Por ejemplo, los colonos franceses en Argelia, no representaban una mayoría numérica en ninguna de las etapas, aun así, el colonialismo francés en Argelia duró más de un siglo, teniendo el pueblo argelino que luchar durante un largo periodo, mezclando entre la resistencia armada y las gestiones políticas, con el fin de conseguir su libertad. No es muy destinto a lo que ocurrió en Sudáfrica, donde la minoría blanca afianzó su dominio en el poder y sobre los recursos del país, hasta que la población autóctona, a través de su sangrienta lucha, consiguió destruir el régimen de segregación racial y construir un nuevo régimen que les garantiza la justicia y la igualdad.

La moraleja, es que, hay una necesidad de que se faciliten otras condiciones necesarias para transformar “la cuestión demográfica”, en un elemento efectivo en la trayectoria del conflicto árabe-sionista. La continuidad de la resistencia palestina y su capacidad de persistir y crear nuevas formas, es una de las condiciones necesarias para proteger los legítimos derechos palestinos, demostrándoles a los colonos sionistas, el precio que han de pagar si continúan ignorando estos derechos echándolos a perder. Además, el aumento numérico de los palestinos dentro de lo que llaman la “línea verde”, que es la zona donde se estableció el estado de Israel, no representa una amenaza en si mismo para el régimen político israelí basado en la discriminación racial, a no ser que estos palestinos, se transformen en una fuerza organizada y concienciada a nivel político y social.

A parte de todo lo dicho, es importante el papel que todos los pueblos árabes deben asumir para apoyar al pueblo palestino y su legítima lucha, creando nuevas realidades sobre el terreno, así mismo, deben resistir a las maniobras de liquidación de la causa palestina, sean estas maniobras violentas como, los asesinatos, la destrucción de pueblos y ciudades palestinos, la expropiación de tierras, la construcción del muro de segregación racial, o bien sean maniobras en forma de proyectos políticos de pacificación que, garantizan la hegemonía israelí e ignoran los derechos palestinos más básicos.

El Dr. Abdel Wahad Almasiri escribe en el periódico de Al-Ittihad de los Emiratos Árabes Unidos, fue publicado el pasado día 13 de Julio del presente año.

Traducido por Jamal Halawa. Olias del Rey. Toledo.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 16 Julio 2004