Un masivo voto de castigo – por Sergio Martínez

Los ciudadanos europeos hemos decidido dar un masivo voto de castigo a los partidos políticos candidatos a estas elecciones del 13 de junio.

Los motivos nada tienen que ver con la débil coartada de «haberse explicado poco la Unión Europea» sino con los hechos que muestran al «parlamento europeo» como una instancia en la que ni se legisla, ni se controla al Gobierno ni en definitiva, se decide nada que no esté previamente decidido en otras instancias formadas más o menos en secreto por los respectivos Gobiernos miembros de este selecto Club de Gobiernos llamado Unión Europea.

Los partidos políticos concurrentes a estas elecciones han desoído lamentablemente el clamor ciudadano que apostaba por iniciar un período constituyente de base democrática, y se han plegado al calendario y la cartilla marcadas por el «despotismo ilustrado» de la Unión Europea que, entre otras cosas, ya ha marcado los contenidos y plazos de la agenda política más relevante.

Los partidos políticos con candidatos a estas elecciones europeas han pretendido manipular a la ciudadanía ocultando, todos ellos, que existen contenidos de la futura y mal llamada «constitución europea» que cuentan con un repudio democrático total. Estos contenidos son básicamente la carta blanca para desmantelar o privatizar los servicios públicos, la supeditación a la estrategia militar de la OTAN y la sustitución de los derechos sociales ciudadanos por un mercado de prestaciones privatizadas.

Los partidos políticos europeos candidatos a estas elecciones han mentido a la ciudadanía prometiendo «trabajar para mejorar las cosas en el futuro» cuando según está redactado el texto que se pretende aprobar como «tratado constituyente», la modificación de su contenido requiere una imposible unanimidad entre los 25 Gobiernos. Una unanimidad imposible que significa de hecho la imposible modificación de un Tratado que como señalábamos más arriba, consagra medidas claramente antisociales que cuentan con un rechazo democrático mayoritario.

Este despotismo ilustrado, pretendiendo que los mecanismos europeos son demasiado complejos «para el común», este intento descarado de manipulación y estas lamentables mentiras son las causas verdaderas que nos han llevado a otorgar este voto de castigo tan masivo y mayoritario a los partidos políticos concurrentes a estas presuntas elecciones.

Y digo presuntas porque el destino de los electos es un «parlamento» que ha renunciado, por voluntad de sus partidos a ejercer ninguna competencia relativa a la soberanía, que se ha elegido en medio de la manipulación y en medio de la mentira.

Pretenden algunos que estos hechos incontestables se superan «explicando mejor la Unión Europea». ¡Qué tontería! Estos hechos sólo se superan corrigiendolos, es decir, superando el patológico ensimismamiento de los partidos políticos, acabando con la manipulación y renunciando a la mentira
como estrategia electoral.

Cualquier decisión que se tome ahora, basándose en este viciado panorama previo es antidemocrática. La única vía por la cual es posible construir ahora una Unión Europea laica, social y democrática es abrir un proceso constituyente que debe plantearse mediante nuevas elecciones europeas. Las elecciones europeas del pasado domingo son ilegítimas desde el punto de vista democrático por fundarse en planteamientos despóticos, en manipulaciones y en mentiras.

Sergio Martínez
Miembro de la Comisión Unión Europea de ATTAC

Cartas de los lectores
El Inconformista Digital.-

Incorporación – Redacción. Barcelona, 17 Junio 2004.