El primer viaje que realiza Zapatero al exterior es a Marruecos, en señal de buena vecindad y por la importancia que se le quiere dar a dicho país, tras la época turbulenta de Aznar. Pero lo sorprendente, es la sintonía que expresaron en el contencioso del Sáhara. Sabido que la posición española es distante de la marroquí. Veamos.
En la conferencia de Berlín de 1889, propiciado por Bismarck, se procede al reparto de África entre las potencias europeas, surgiendo así el protectorado del Sáhara, El Ifni y la zona norte de Marruecos. A partir de 1958, las posesiones españolas de El Ifni y el Sáhara funcionaron como una provincia más dentro del régimen franquista. Por el tratado de Fez de 1969, El Ifni paso a Marruecos.
En 1965 y 1966, la ONU proclama el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui por medio de un referéndum. En 1969 surge el Movimiento Nacional de Liberación Saharaui, liderado por Brahim Asiri, que daría origen al Frente Polisario, en mayo de 1973, como movimiento nacional que encabeza la lucha del pueblo saharaui por su independencia. En octubre de 1975, el Tribunal Internacional de la Haya, reconoce el derecho de autodeterminación del Sáhara.
Con la agonía de Franco y su dictadura, el 14 de noviembre de 1975, se firma el acuerdo de Madrid, por él que el Sáhara Occidental tendrá una administración tripartita por parte de Marruecos, Mauritania y España. Ante la presión de “la marcha verde” nos retiramos, en febrero de 1976 y Mauritania lo hace tras un acuerdo con el Frente Polisario, en 1979.
En febrero de 1976, el Frente Polisario proclama la República Árabe Saharaui Democrática, surgiendo un enfrentamiento militar con Marruecos que defiende lo que Hassan II llama el gran Marruecos. Esto provocó el éxodo de unos 165.000 saharauis a la zona argelina del Tindouf, destacando por su aridez y su falta de habitabilidad. Más de 155.000 tienen que ser atendidos por la caridad internacional a través de la Media Luna Roja. En 1989, se presenta un plan de paz auspiciado por la ONU en el que se estipula un alto el fuego y se hace un censo de 85.000 electores para proceder a celebrar el referéndum de autodeterminación, siendo obstaculizado por Marruecos.
En 1990, Marruecos comienza la construcción de un muro defensivo de más de 2.200 Km. para evitar los ataques del Frente Polisario. En mayo del 2001, se presenta el Plan Baker proponiendo que la población del Sáhara tendrá autonomía dentro de Marruecos en presupuestos, fiscalidad, seguridad, cultura, educación etc. Mientras que éste tendrá competencias en política exterior, defensa, moneda, aduanas. El poder ejecutivo de la autonomía será ejercido por los saharauis. Después de cinco años de autonomía se celebrará un referéndum para aprobar la autodeterminación o para la integración definitiva en Marruecos.
El plan Baker ha sido sorprendentemente aceptado por el Frente Polisario, Argelia y Mauritania. Siendo rechazado por Marruecos, cuando ha estado detrás de este plan. La oposición de Mohamed VI se basa en que no puede controlar el voto de sus propios ciudadanos tras los últimos acontecimientos de su política interior. El régimen marroquí no tiene ninguna confianza en sus propias posibilidades, mostrando la nula voluntad de llegar a ningún tipo de acuerdo que no sea la anexión pura y dura del territorio del Sáhara.
Para España, Marruecos es un país fundamental en su política exterior. Sus relaciones presentan dificultades por el tema del Sáhara, la cuestión pesquera, y la inmigración. Se calcula que en el 2010 habrá un millón de marroquíes en España.
La posición del PSOE, en el tema del Sáhara ha ido variando. Felipe González declara en 1976 “nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final”, rechazando el acuerdo de Madrid y la invasión marroquí. En 1977, el PSOE se compromete a ayudar al Frente Polisario como único representante del pueblo saharaui.
En 1982, siendo ya presidente Felipe González en su visita a Hassan II le pide la aplicación de las resoluciones de la ONU en el tema del Sáhara, pero curiosamente se abstiene en la votación de la ONU, lo que de facto es un alineamiento con las posturas marroquíes.
La política española en el norte de África no debe basarse solamente en Marruecos. Hay que buscar la resolución del conflicto del Sahara bajo las premisas del plan Baker por entender que éste es posibilista y ajustado a los derechos que reclaman los saharauis. España junto a la Unión Europea debe presionar a Mohamed VI en la aceptación de este plan. Esta aceptación abrirá grandes posibilidades a recibir ayudas económicas no sólo de la UE sino del BM y el FMI. Esto significará la reapertura de la frontera argelino-marroquí cerrada desde hace años. El relanzamiento de la UMA ( Unión del Magreb Árabe), proyecto paralizado durante años por el conflicto saharaui y que permitirá el desarrollo económico de la zona. Será la mejor forma de asentar la población y cortar los fuertes flujos migratorios que provoca la pobreza de la zona.
Si he criticado con dureza la posición sumisa de Aznar respecto a Estados Unidos, critico la posición de Zapatero con el Sáhara pues la aceptación de la posición marroquí supone una sumisión a los intereses franceses de Chirac. Francia ¡otro ejemplo de respeto por la legalidad internacional!, considera que un Sáhara independiente no entraría en su ámbito de influencia y podría ser un gran problema para su liderazgo en la región en el aspecto económico, estratégico y militar. Si Zapatero considera que la vuelta de España a Europa pasa por entrar en la órbita de influencia de Francia y aceptar su papel dominante en África del norte, se equivoca radicalmente. España es y será importante cuando sus posiciones estén basadas en el derecho internacional y en el justo apoyo que les DEBEMOS a los saharauis.
Uno de los puntos de la política española es no entrar en el juego del chalaneo y compadreo tan propio de las dictaduras de la zona. España debe seguir invirtiendo fuertemente en toda la zona, no solamente en el apartado económico sino también en el social y cultural. Estamos en deuda con los saharauis y el PSOE también, esto debe recordarlo Zapatero, nuestro prestigio internacional está en juego.
Edmundo Fayanás Escuer. Pamplona.
Equipo de Redactores, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 25 Mayo 2004.