Los 4 genios de la humanidad – por Rafael Pérez Ortolá

El Mediterráneo dispone de una fuerte tradición mitológica, ese ámbito greco-latino genera muchas disquisiciones en este sentido. Debemos aprovechar el oleaje de este Forum 2004 de Barcelona, desde su ceremonia inaugural está salpicado de esas aguas míticas, que tuvieron en sus aledaños tantos símbolos y numerosas culturas. Con mayor énfasis si valoramos ese lema del encuentro plural, como un ágape de los diferentes pueblos.

Estamos más habituados a vivencias apocalípticas, los jinetes del hambre, la guerra y … tantos otros, tienen potencia para hundirnos. Tanta proliferación de calamidades nos convierte, paradójicamente, en seres anestesiados, a nivel doméstico, entre comunidades o como representantes de un signo global casi infinito. Aún va enconandose a peor la evolución, si llegaran a quedar rescoldos de ilusión, facilmente se etiquetan de atontolinados, por decirlo suavemente. ¡Ni hay ni puede haber bondades meritorias en estos entornos! ¡El vulgo y los manipuladores han hablado!

¡A pesar de todo! Quiero agarrarme al plancton mediterráneo, si fuera posible alejado de la costa por aquello de las contaminaciones. Desde ese núcleo marino, fuente mitológica de la vida, punto de partida evolutivo, intento palpar una humanidad más meritoria. No podemos conformarnos con una tinaja plena de despropósitos. ¿Se tratará de una ilusión bobalicona? ¿Ni la menor posibilidad?

Desde cada manantial abastecedor del Mare Nostrum han aparecido náyades distintas, gérmenes de un vitalismo primigenio que va tornandose en caballos alados. Y en ellos aprovecharé para poner a cabalgar a mis 4 GENIOS DE LA HUMANIDAD, frente a lo apocalíptico, ante la falta de cualidades y contraviniendo al pasotismo rampante.

¡No se asusten! No voy a poner en la silla a los personajes más famosos. Mis personajes tienen otro talante y otras formas, o no tienen definición posible, quizá radique ahí su relevancia. Cuatro eran los genios, quiero que sean y probablemente persistirán…:

1. ILUMINADO
Portador de luces, vamos a ver si consigue transmitirnos inspiraciones suficientes. Sobre todo debe acercarse a nuestro vitalismo para orientarnos. Abrirnos a los mejores descubrimientos. Estimularnos en las labores de búsqueda, siempre incompletas y demasiadas veces equivocadas. Es precisamente a través de su halo luminoso como podremos percibir mejor nuestras limitaciones. Nos empuja a vivir, no siendo manco el saber que nos transmite al percibir nuestros alcances. ¡Tiene que iluminarnos de verdad, no quedar en simples fuegos de artificio!

2. PERSONA
Este genio nos hace rememorar un ente que quizá nunca existiera. Siendo individuo humano, refleja una presencia bifronte. Aporta cercanía, se imbrica con los aconteceres de otros humanos, se realiza a base de ese entrelazamiento con los demás. ¡Ah!…y piensa, sin dejar de ser un individuo particular. Tiene así mismo otra cara, no puede manifestarse si se prescinde de él. En una palabra, necesita a los demás. De su fondo, sabemos poco a ciencia cierta. Intuimos, experimentamos, pero siempre acaban cegándose los caminos para entenderlo del todo. ¡Curioso personaje!

3. TRANSGRESOR
Su principal característica muestra su lamento ante tantas estructuras de las que nos vamos rodeando en el proceso histórico. No se siente bien aherrojado por la gran serie de limitaciones, unas simplemente por ser humanos, otras las vamos añadiendo con una especie de masoquismo. Al cabo se nos enfada y se rebela. ¡Claro está! Se ve impelido a saltarse normas caducas. No rompe por vicio vacuo, transgredir lo necesario es su imperativo. Suele contarnos en las noches de bonanza, que no podremos vivir sin él, al menos con unas vivencias sugestivas y subyugantes.

4. POÉTICO
Algunos afirman que este genio tiene otros nombres, sensibilidad, creativo, revelación, entre otros. Busca las grandes cumbres, porque persigue los otros lados de las montañas. Detecta las peculiaridades entrañables de los cuitados humanos que somos todos. Elabora una especie de elixir, el mejor antídoto para nuestras penalidades, siempre añadiendo nuevas mixturas, siempre insatisfecho porque percibe frustraciones por doquier. El mejor y más tenaz investigador. De ahí que no se consuele con esta ladera de la montaña.

Aunque nada impide ampliar esta enumeración, estos son los que distinguí y los que tienen manifestaciones más perentorias. No tienen vocación de únicos. Pero… ¡Son sólo genios! Quedan expuestos a nuestras entendederas. No vienen con ánimo avasallador, tampoco nos obligan, simplemente son como unos destellos.

¿Seremos capaces de nublar la visión? Capaces ya sé que somos, aunque quisiera intuir lo contrario.

¿Los aplicaremos a nuestras actividades? Hay un inconveniente, no solemos estar pensando en eso. Nuestros intereses van por otros vericuetos más prosaicos.

Aquí me agarro a Ortega y Gasset, como navegante de la vida. Nos dice que debemos atrevernos a ser, lo más auténticos y con la mayor de nuestras energías. Eso será posible cuando conformemos un todo sinfónico con nuestras circunstancias, cósmicas, mundanas…, ¡e incluyamos a los demás en esa convivencia que desarrolle los genios mencionados!… y prescindamos de tanto lastre innecesario.

Rafael Pérez Ortolá. Vitoria.
Equipo de Redactores, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 14 Mayo 2004.