Si hay una zona de Madrid en las que más lugares he vivido ha sido el barrio de Vallekas. Desde la zona, hoy prácticamente desaparecida, de Palomeras, hasta el pueblo de Vallekas, han sido varias las casas donde he pasado parte importante de mi vida.
El Alto del Arena, calle Figueras número 13. Una casa de la llamada Obra Sindical del Hogar, aquellos primeros edificios de tres plantas donde las puertas estaban abiertas y los vecinos eran unos familiares más. Mi primer colegio, Nuevos Horizontes, con el primer maestro que nunca olvidaré, Don Antonio. La calle Pedro Laborde, y un hecho luctuoso que me marcó de niño. Nunca había oído hablar de un supuesto suicidio. Mis primeros filetes de carne de caballo, de los cuales no quería ni oír hablar por la pena que me daban los hermosos corceles.
El Rayo Vallecano y el equipo menor de barriada, el de las viguetas Borondo. La gente trabajadora, que en aquellos tiempos, principios de los 60, luchaban en la clandestinidad contra la dictadura y cuyos movimientos a mi se me escapaban. Ya de mayor entendí ciertas cosas.
Palomeras, aquellas casas bajas con su modestia, pero que eran un ejemplo de solidaridad entre miembros de clase, de esa clase trabajadora, de conciencia de lo que se es y lo que significa. El Pozo del Tío Raimundo. El padre Llanos, uno de los hombres más inmensos que he llegado, aunque poco, a conocer. Junto a Marcelino Camacho (Carabanchel), el cura Paco (Francisco García Salve), y tantos que en épocas oscuras eran faro de la lucha por la emancipación de la clase obrera. ¡Qué diferencia de conceptos con la jerarquía eclesiástica!.
Vallekas pueblo. El barrio Vilano. Que olores y sabores a vino, cañas y tapas (gallinejas, entresijos, etc.), bares de compañerismo. Espacios de lucha y clandestinidad, que hacían verdaderos ejemplos de camaradería.
Después la nueva zona de expansión. Calles con sabor a poesía. Rafael Alberti, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Gerardo Diego. Lo que hoy es lugar de muerte y luto. La Asamblea de Madrid. Estas zonas que se reivindicaban en años remotos. El Plan Parcial, cantado por Luis Pastor en las luchas demandadas por las Asociaciones de Vecinos ( “Vamos no lo pienses más, únete a tus vecinos que te llega el Plan Parcial” cantaba el bardo vallekano).
Esta tierra ha sido sacudida por un terremoto con nombre de goma-2. De asesinos inmisericordes, de la expresión del sin sentido.
Vecinos y vecinas de esta barriada, junto a otras personas que en transito al corazón de Madrid iban a sus quehaceres diarios, a trabajar, a estudiar, en definitiva, a su “delirante cotidianidad” han sido masacradas. En trenes de cercanías, en transporte público, colectivo, con su somnolencia matutina, soñando en un mundo mejor, en otro mundo posible.
Desde mi humilde persona les digo, a sus seres que en estos momentos sufren la perdida de los amados/amantes, que lucharé codo con codo por ese otro mundo posible. A Vallekas a las que siempre tengo en el corazón.
Emilio Sales Almazán. Talavera.
Colaborador, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 20 Marzo 2004.