¿Cómo se puede ir a las elecciones generales del 14 de marzo sin que nos afecte los crueles y enormes atentados perpetrados en Madrid el 11-M? Sólo quién carezca de sentimientos puede hacer tal cosa. Se han decretado tres días de luto, ¿vamos a votar con los sentimientos de angustia, odio, indignación provocados por la masacre y no con la razón que es la que nos debe guiar en política?
Mientras el gobierno insiste en la autoría de ETA de los atentados, la prensa internacional señala unánimemente a Al-Qaeda (esto no supone apoyar a ETA, aunque A. Otegui señalara desde el principio que ETA no era responsable; el terrorismo de ETA sigue siendo igual de execrable). Europol centran sus investigaciones en grupos fundamentalistas islámicos. ¿Podemos confiar en un gobierno que, como se ha puesto de manifiesto reiteradamente, nos ha mentido?
Hablaron de escasa repercusión de la huelga del 20-J, de la inexistencia de marea negra tras el hundimiento del Prestige, de las armas de destrucción masiva de Iraq,… mentira tras mentira. Sin conocer la autoría de los atentados no se puede ir a unas elecciones generales, no tenemos criterios suficientes de elección política, aunque sí de condena ética a tales actos terroristas sean quién sean sus autores. Los partidos políticos de la oposición tienen una enorme responsabilidad. Deberían exigir al gobierno que hasta que éste no se reúna con ellos y les informe al detalle de lo que conocen sobre la autoría de los atentados no se pueden celebrar unas elecciones limpias en un clima de paz social. Deberíamos ir a unas elecciones sin luto, con conocimiento de la verdad sobre los atentados, aunque sólo sea por respeto al dolor de los familiares y personas afectadas por la barbarie de 11-M. Mi máximo apoyo a las mismas.
Jesús Bartolomé Martín. Alcorcón, Madrid.
Cartas de los lectores.
Incorporación – Redacción. 13 Marzo 2004.