Entrevista a Gustavo Roig, miembro de Nodo50 – por Francesc Sánchez

El Proyecto Autónomo de Contrainformación Telemática Nodo50 este año cumple diez años y nosotros nos hemos querido acercar a ellos para que nos cuenten como empezaron, como les va, y como ven muchas cosas del día a día. Para ello hemos hecho una entrevista a Gustavo Roig, miembro de la asamblea de Nodo50.

Nodo50, el proveedor de servicios que se autodeclara “territorio virtual para los movimientos sociales y la acción política en internet” alberga actualmente a 776 organizaciones y lleva más de 10 años de andadura. Desde El Inconformista Digital hemos querido acércanos a ellos para conversar y dar a conocer a fondo su realidad, para ello hemos entrevistado a Gustavo Roig, miembro de la asamblea de Nodo50.

Gustavo Roig nació en Buenos Aires, tiene 37 años y es licenciado en Geografía e Historia. Actualmente esta dando cursos de GNU/Linux en el aula de Nodo50. Mientras su pequeño gato negro “Tikrit” nos observa de cerca, nos va a hablar muy abiertamente de aquello que no vemos a través de la pantalla del ordenador, sobre Nodo50, sobre Internet, sobre Política, sobre las cosas del mundo y su forma de ver la vida.

Entrevista a Gustavo Roig, miembro de Nodo50

Francesc (F): Nodo50 se autodefine como un Proyecto Autónomo Telemático ¿Qué es exactamente el proyecto Nodo50?

Gustavo (G): Es un grupo de amigos con bastante afinidad política y personal que ha ido evolucionando como colectivo en los últimos 10 años, desde el 94. En este momento se puede decir que se caracteriza por ser un conjunto de técnicos informáticos y activistas políticos que han montado un dispositivo de comunicación. En concreto un proveedor de servicios de Internet. Con todo lo que eso implica.

F: ¿Qué cosas hacéis en Nodo50?

G: Tenemos unos servidores que están colocados en la red y que dan servicios: alojamiento web, correo electrónico, listas de correo, bases de datos, todo este tipo de cosas. Esto lo gestionamos entre un equipo de gente con intención de dar este tipo de servicios a movimientos sociales, organizaciones políticas… de la izquierda, fundamentalmente del Estado español y, también Latinoamérica.

F: ¿Cómo os financiáis?

G: Nosotros tenemos establecida una norma no escrita, pero interiorizada genéticamente, que dice que nos negamos a utilizar las subvenciones como mecanismo de financiación. No nos presentamos a ningún concurso, ni a ningún proyecto, ni a ninguna convocatoria de este estilo por la que pudiéramos disponer de pelas. Somos una asociación inscrita incluso en el registro de asociaciones del Ministerio de Interior… Hemos hecho una apuesta: los recursos económicos que requiere el Nodo para subsistir, en torno al millón de pesetas mensual, o los generamos desde Nodo50 o el proyecto no tiene sentido. Hemos hecho una apuesta por un medio de comunicación, en un sentido amplio y en este caso en Internet, total y absolutamente autosuficiente e independiente de cualquier institución, empresa, partido, y tal… Para nosotros el tema de que el Nodo sea autosuficiente económicamente es una premisa fundamental. Si no lo fuera cerraríamos.

Con las aportaciones de los usuarios cubrimos muy buena parte de los gastos, como el 70%, pero hay un 30%, que tiene que ver, por ejemplo, con los sueldos de la gente que hace dedicación exclusiva: de todos los que somos, tres personas cobran un sueldo y están dadas de alta en la seguridad social. Esa parte que no llegamos a cubrir con las aportaciones de los usuarios -que cubren lo que son los gastos del servidor, ancho de banda, alquiler y un montón de cosas más-, lo cubrimos con los cursos de Linux y también con otro tipo de cosas, como por ejemplo algún tipo de trabajo que asumimos como Nodo50, lo hacemos, lo cobramos y punto. Una base de datos, mantenimiento de una red a una asociación, a alguien… son cosas que surgen por ahí pero muy de vez en cuando.

F: ¿Cómo empezó Nodo50?

G: Allá por el principio de los 90, Alberto Jiménez, estudiante de Filosofía y militante de la izquierda cristiana hizo un viaje por la India en el que iba buscando paz y equilibrio espiritual. Cayó en sus manos un texto -la verdad es que no se cual- que de alguna manera hacia una reflexión acerca de que el mundo de lo digital y el de la informática por derivación tenían algo que ver con el concepto de equilibrio universal, la idea de una deidad buena y justa, ya sabes, una lectura indigesta de esas, pero que a él le impactó bastante.

Como Alberto es una persona sensible y buena, muy dada a este tipo de reflexiones y meditaciones, cuando regresó de la India, volvió con bastante curiosidad, -desde el punto de vista, por decirlo así, existencial– acerca del tema de la tecnología, de las máquinas y todo esto. Empezó a interesarse por la informática cuando no tenia ni idea porque era estudiante de Filosofía: así es como montó una BBS (Bulletin Board System). Esta BBS que se llamaba Revolware -ahora una de nuestras máquinas se llama revolware.nodo50.org-, Alberto se la ofreció a una serie de organizaciones sociales y políticas de Madrid, como por ejemplo la UPA, como un sistema de comunicación interesante. En aquella época no le vieron sentido y nadie sabia como coger aquello. Estuvo predicando en el desierto durante no se cuanto tiempo en los primeros años 90 hasta que en el año 94 la gente de Ecologistas en Acción, el Movimiento Anti-Maastrich, la CGT, Sodepaz y algunos centros sociales okupados, montaron una de las primeras contracumbres del movimiento antiglobalización que, por supuesto, en aquella época no se llamaban así. Fue una cumbre contra la celebración en Madrid del 50 aniversario de la constitución del Banco Mundial y del FMI en la que se reunían jefes de gobierno de varios países aquí, en Madrid. Durante una semana, la contracumbre puso en marcha una especie de jornadas, debates y manifestaciones. Alberto ofreció su BBS a esa gente para que todos los documentos que se generaran ahí, una vez al día, se enviaran a otra BBS que se llamaba GreenNet en Londres, que a su vez redistribuía entre otras BBS de los países del Este, EE.UU, Italia, etc. Era una Red previa a Internet en la que ya se coordinaban por una parte los hackers desde hacia mucho tiempo y por otra los primeros cyber-activistas. Esto fue antes de que surgiera Internet como fenómeno masivo. Se le llamo Nodo50 porque estaba dentro de las actividades de «50 años bastan». Este era el Nodo de hace 10 años.

F: ¿Cuantas personas hay en Nodo50?

G: Somos diez. Tenemos dos personas en Suecia, Alberto que está en Avila, dos personas en Sevilla y el resto en Madrid.

F: ¿Qué es lo que os une a vosotros?

G: Fundamentalmente la amistad que en muchos casos viene de compartir espacios fuera del Nodo. Hay gente que viene de Centros Sociales, gente que ha pasado por Minuesa, por el David Castilla, gente que viene de ahí y que ha seguido militando en el movimiento antiglobalización, que se ha encontrado con personas de generaciones mucho más jóvenes que están en el Nodo y que han tenido sus primeras experiencias políticas en estos últimos años en el ciclo de protesta que va de Seattle a Génova. Hay militantes del sindicalismo de clase, vinculados también a la nueva izquierda que se han acercado al Nodo. Aparte de la afinidad política que hemos tenido nos hemos hecho amigos… El nexo del Nodo es un presupuesto anticapitalista común -porque además le llamamos así- y más que el tema de la informática pesa la vertiente del trabajo de comunicación: trabajo en dinámicas de comunicación, gente que participó en áreas de comunicación de plataformas antiglobalización, gente que ha trabajado en agencias de contrainformación previamente, otros que vienen del mundo de lo técnico, del mundo de los hackers. Ese es el perfil, más o menos, de todos los que nos hemos juntado.

F: ¿Es difícil llevar Nodo50 con gente tan diversa?

G: No, porque rehuimos los «grandes debates» que en buena medida son los que paralizan a parte a las plataformas que nos rodean, por lo menos en Madrid. Y como la función que cumplimos requiere dar respuesta a una serie de cosas bastante concretas y especificas, que comparte muchísima gente, no tenemos demasiados problemas. En la gestión de los contenidos del Nodo, nuestra imagen pública, la web, trabajamos con un criterio muy amplio. Te puedes encontrar un anarquista, un comunista o alguien que no se define en esos términos… pero funcionamos muy bien.

F: ¿Los movimientos sociales han obtenido ventajas o desventajas a través de Internet? ¿Cuáles serian los pros y contras de la política a través de Internet?

G: Internet ha beneficiado a los movimientos sociales de una forma clara. Eso es realmente lo que hay que tener en cuenta. Las posibles consecuencias no deseadas del fenómeno no son del todo importantes. En un nuevo medio como es Internet se pueden dar algunas cuestiones como por ejemplo un exceso, un abuso en el diseño de la propia imagen, de una imagen que no se corresponde con lo que uno es realmente. Pero no creo que eso sea lo más importante. Lo importante es poder contar con redes de activistas coordinados a nivel mundial, poder organizar Foros como el de Génova, ese tipo de cosas son las que importan.

F: ¿Internet conecta a la gente?

G: Claro que sí. Pero no conecta a toda la gente. Conecta a gente diversa hasta cierto punto porque una de las cosas que caracterizan a Internet y quizá no sea las más positiva, es que no favorece tanto el debate como si la coordinación: cuando una persona no se encuentra a gusto en un foro se va a otro.

F: ¿Es puerta de entrada hacia gente ajena a la política?

G: Sí claro, de gente ajena o que no ha tenido facilidades objetivas para dedicarse al activismo político.

F: ¿Es una alternativa a los grandes medios de comunicación?

G: Puede llegar a serlo.

F: ¿El número de organizaciones que se alojan en Nodo50 es imparable, cada vez hay más, ¿cual es vuestro secreto?

G: Bueno hay como un efecto reclamo, llamada, porque el Nodo da varias sensaciones al mismo tiempo. Primero la de pluralidad, de movimiento, de formación de organizaciones… y luego también la de eficiencia. En los últimos cuatro años, desde un punto de vista técnico, somos bastante eficientes y podemos estar al mismo nivel que otro proveedor de servicios comercial o empresarial, incluso en algunos aspectos mejor.

F: ¿Se corre la voz?

G: Ten en cuenta que hay una retícula, un funcionamiento en red, hay gente que milita o es activa en diferentes plataformas al mismo tiempo, en la medida que una se acerca al Nodo, luego lo hacen otras. Esto forma parte de la dinámica de un movimiento que es así, reticular, que trabaja en red. Nos favorece estar dentro de todo lo que se mueve.

F: ¿Cómo conecta el software libre como alternativa para la gente que quiere expresarse al margen de los grandes medios de comunicación y grandes empresas de software?

G: Hay que tener cuidado porque es una pregunta compleja. Buena cantidad de empresas y medios de comunicación convencionales utilizan software libre, El Mundo utiliza Linux, y utiliza herramientas basadas en software libre, como mysql, php… El fenómeno del software libre es un fenómeno complejo. Primero podemos decir que el software libre representa una nueva forma de entender el acceso a la información y que pone en cuestión el concepto de «propiedad» sobre el conocimiento: la propiedad intelectual. Esta nueva actitud se da por primera vez en torno a la producción de software y en Internet. Eso por una parte. Punto dos, el movimiento de software libre es un movimiento social que empieza a tener su cristalización también en proyectos empresariales, pero que en buena medida es realmente importante por su significado social. El impacto del fenómeno es un impacto de tipo de social, aunque también se pueda medir en términos económicos. Para nosotros la apuesta por Linux tiene que ver con la necesidad de difundir algo que es total y absolutamente revolucionario: replanteamiento de la idea de «propiedad intelectual» y producción social y colectiva de conocimiento. De alguna manera nosotros también nos sentimos parte de ese movimiento que produce, que prueba, que expande el mundo del software libre. Si bien no estamos a «la vanguardia», estamos de alguna manera en eso.

F: Las nuevas tecnologías forman parte del sistema o son una resultante del mismo. ¿No es paradójico que personas que quieren cambiar el sistema usen las nuevas tecnologías?

G: No hay que sorprenderse por eso, porque las dinámicas sociales demuestran que eso es así, demuestran que eso es así y que sucede con total y absoluta naturalidad. La protesta es un elemento que nace en el orden y en «el sistema». En relación a esto yo personalmente tengo una posición total y absolutamente marxista: los fenómenos que surgen en determinado contexto político, dentro de determinado sistema social y económico, son el resultado de sus propias dinámicas, de sus contradicciones y conflictos… Desde determinados ámbitos de las estructuras de poder, como puedan ser el ejército americano, o las universidades americanas, han surgido equipos de personas capaces de poner en marcha lo que hoy es Internet, sus protocolos de comunicación, el diseño de la red; comunidades que en su dinámica de trabajo han desarrollado estrategias cooperativas, libres. Lo que se da en determinado momento histórico no nace de la nada o en un escenario independiente, todo esta mediado por las relaciones de poder y por el resto del mundo en que vivimos. Internet nace de ahí, como surgió en algún otro momento la imprenta, y como habrán surgido disciplinas y técnicas militares en Roma utilizadas por sus enemigos. Las tensiones sociales y los conflictos políticos hacen posible que una herramienta que surge en determinado ámbito pueda ser utilizada para un fin o para otro. Da igual que sea un resultado o que nazca en «el sistema» (¿hay algo que nazca fuera?). Este mundo está atravesado de conflictos que hacen de la historia un proceso de creación permanente, y lo que pasa con Internet y con los hackers es un ejemplo claro.

F: ¿Cambiamos el mundo o nos bajamos de él? ¿Qué opinas de los Anticivilización?

G: ¿Los primitivistas? Me gusta mucho la crítica que hace Zerzan a la Modernidad y a la posmodernidad. Me encanta. Disfruto muchísimo cuando despelleja vivos a Baudrillard, Deleuze, Derrida… Estoy totalmente de acuerdo en la afirmación que hace Zerzan cuando dice que la posmodernidad no deja de ser la modernidad pero sin el hombre, sin las esperanzas y sueños que la hacían soportable. Hasta ahí coincido. La idea de Zerzan de que a partir del momento en que el hombre genera instrumentos culturales empieza el declive de la humanidad, pues mira, a mi se me queda muy lejos. Yo confío profundamente en la vertiente social de la tecnología aunque en el capitalismo todo está, por decirlo de alguna manera, degradado y la tecnología se convierte en una amenaza para la humanidad. El primitivismo es una reacción totalmente comprensible a los excesos y a las aberraciones de la técnica en un contexto de producción capitalista. Como también pueden ser comprensibles las reacciones y el rechazo a todo lo relacionado con la investigación sobre genética, transgénicos… Nosotros somos plenamente conscientes, me imagino que tú y yo, que eso en manos de una multinacional es un peligro para la humanidad. Otra cosa es que objetivamente desde el «punto de vista científico» -si es que podemos hablar de eso al margen del poder- eso pueda ser algo positivo para la civilización.

F: ¿Como ves el panorama actual de los movimientos sociales?

G: Si se vuelven a dar situaciones similares, que probablemente se volverán a dar con el tema de la guerra y en los diferentes momentos del ciclo de protestas del movimiento antiglobalización, probablemente volveremos a asistir a cosas similares a las que vimos, incluso mayores. La madurez de las redes de activistas y de sus estructuras va en ascenso.

F: ¿Encontrarías positivo el hablar entre los diferentes grupos por encima de la ideología?

G: Encontraría bastante positivo que determinadas personas, incluso sectores políticos, bajaran el nivel de protagonismo. Cuando digo protagonismo me refiero a ese concepto que tiene buena parte de la izquierda encarnado individualmente en muchos sus militantes que se puede resumir así: » si bien nosotros creemos que los procesos sociales son de naturaleza colectiva, individualmente nos consideramos imprescindibles». Hay toda una serie de personas y organizaciones que eso lo llevan a la práctica sistemáticamente; personas que rondan los 40, 50 años, que representan un viejo modelo de hacer política y que por lo menos en el caso de Madrid han sido un freno, y lo son aún, para que la nueva generación de militantes que está entre los 20, 30 años tome más protagonismo y sea capaz de dar salida al movimiento. Por este tipo de actitudes se puede explicar en parte la incapacidad para canalizar el potencial político de la movilización de esos dos millones de personas que salieron a las calles hace un año y hacer de ello un movimiento capaz de mantenerse en el tiempo con propuestas inteligentes, imaginativas…

F: ¿Qué habéis aprendido en estos diez años?

G: Hemos aprendido mucho de Linux ( risas). Hemos aprendido… a reírnos mucho de nosotros mismos y sobre todo a reírnos mucho de la izquierda, de la que nosotros formamos parte, pero que al mismo tiempo nos da sorpresas y nos deja de piedra cuando vemos (y somos testigos en primera línea) la cantidad de cosas que se pueden llegar a decir, tanto buenas como escandalosas, y que se pueden llegar a hacer dentro de la izquierda. Somos profundamente de izquierdas, y a nivel personal cada uno de nosotros te puedo decir que somos gente que si nos podemos definir de alguna manera es por ser muy muy de izquierdas, pero al mismo tiempo somos cantidad de escépticos acerca de las muchas cosas que vemos en la izquierda. Muy inconformistas con la izquierda y con lo que vemos en los movimientos sociales. Como nos mantenemos también con un nivel de distanciamiento básico que es obligatorio para que lo nuestro funcione, pues lo vemos todo desde una perspectiva distante y como Nodo50 nos mantenemos un poco al margen de ciertas cosas.

F: Gustavo, un gusto el que hayas compartido conmigo y los lectores este interesante rato con el que bien seguro hemos aportado cosas nuevas, interesantes y útiles.

Nodo50, es un proyecto en Internet que como hemos visto tiene su historia, su forma de organizarse y hacer, tiene sus rostros humanos, como el de Gustavo Roig, personas que gracias a su labor nos permiten luego a todos nosotros disponer de informaciones y herramientas muy útiles para nuestro uso y desarrollo personal. Para todos aquellos que pensamos que es posible cambiar y transformar lo que nos rodea para convertirlo en algo mejor, proyectos como Nodo50 y personas como Gustavo Roig siempre serán necesarias.

Ha querido la casualidad-causalidad de las circunstancias que esta entrevista salga a la luz el día después de la rememoración del 15F en las calles, quizá por ello –pese a que esta entrevista se realizo a finales de enero- debamos reflexionar más si cabe sobre lo hablado.

Enlaces de Interes:
Nodo50 – http://www.nodo50.org
– FAQ de Nodo50 – http://www.nodo50.org/faq.htm
– Organizaciones en Nodo50 – http://www.nodo50.org/organi.php?x=%
– Cursos Nodo50: Debian GNU/Linux y software libre – http://www.nodo50.org/cursos/

Francesc Sánchez – Marlowe. Madrid / Barcelona, 16 Febrero 2004.
Equipo de Redactores El Inconformista Digital.
Reportajes – El Inconformista Digital.-