Váyase señor Fraga – por Emilio Sales Almazán

Este “latiguillo” fue de boca en boca hace unos años cuando, desde la mentira de una promesa de regeneración democrática, el Sr. Aznar fustigó al entonces presidente Sr. González.

Esa promesa centrista de cambiar todo para no cambiar nada, de “tirar de la manta” y sacar las corrupciones del periodo “felipista” , y que una vez conseguida la mayoría absoluta nos demostró, o aclaró a algún incauto, las falsedades de una derecha rancia y heredera de los más vetustos gérmenes del franquismo.

Franquismo a todas luces demostrado con el mantenimiento de unos de los “monstruos sagrados” de la época, como es D. Manuel Fraga Iribarne.

La amnesia colectiva a la que el pueblo español ha sido sometido, en algún caso por la ingenuidad de creer en esa llamada transición que, a la postre, no ha sido más que una puesta en práctica de aquello que dijo el generalísimo: “Atado y bien atado”.

El historial ofensivo es conocido por cualquier persona que haya “buceado” en la historia reciente de España. Sus responsabilidades en los diferentes gobiernos de Franco son notorias y de el salieron firmadas sentencias de muerte y represión de cientos de trabajadores y trabajadoras siendo Ministro de Gobernación. Responsabilidad en el asesinato de Julián Grimau, y no precisamente al acabar el levantamiento fascista, sino en el año 1963, ¿no había llovido lo suficiente?.

Pero aquí es fácil manipular la historia. Si nos atenemos a la catástrofe del “Prestige” en ningún momento asumió responsabilidades, al contrario, amenazó y utilizó una supuesta y orquestada campaña de su “intachable currículo democrático” para atacar a todo el paisano que protestaba por ese atentado al medio ambiente, a las personas y a la dignidad del pueblo galego.

Sucede ahora el bochornoso, inmoral y repugnante hecho de los abusos de un alcalde popular a una joven de la localidad coruñesa de Toques. El Sr. Fraga (cada vez me va costando más llamarle señor, voy a terminar por una barbaridad) sale, no solo en defensa, sino insultando gravemente a todo ser viviente (que no sea de su cuerda). Si en la guerra de Iraq argumentó que los muertos de esa invasión (eso lo digo yo) eran comparables a los acaecidos en accidentes de tráfico, ahora ataca a los que piden justicia comparando los abusos a una menor con los que el denomina defensores del “amor libre” o del aborto.

Que hermosa unión de dos palabras: AMOR y LIBRE. Desde luego en el diccionario de tamaño fenómeno no puede caber las dos palabras, y dudo que una de ellas en solitario. La decisión libre y soberana de dos personas para amarse le parece una aberración. Y sí, defiendo el aborto, pero precisamente porque espero que ninguna mujer tenga que llegar a ese extremo. Usted dice estar en contra de el, pero por otros motivos, y son de clase.

Ayer mismo me comentaban sobre una supuesta senilidad. Otro compañero más agudo lo achacaba a ciertas dosis de contaminación nuclear a consecuencia de aquel baño en Palomares cuando cayó la bomba atómica en la mar. Yo sigo apostando por el hecho de su pasado, presente y, ojala, poco futuro fascistoide. El es así. Como el chiste del escorpión que quiere pasar el río. No aprenderá conducta democrática. Seguirá ejerciendo el grito: “La calle es mía” que tanto jaleó en sus tiempos de ministro del orden.
Parece que por su mente todavía pasa la posibilidad de aplicar el derecho de pernada que en tiempos no muy lejanos hacía las complacencias de los señoritos a los que tanto defendió el régimen de D. Francisco y D. Manuel.

Por todo ello le digo: Váyase Sr. Fraga. Pero váyase como primera medida, primera medida que debe conducir a un juicio, al menos histórico, de su trayectoria política. Aunque tenga a disposición muchos medios, económicos y de comunicación, algunos tenemos la mente fresca y la memoria intacta.

Como decía, imitando al gran Víctor Jara en uno de sus poemas/canciones: “ Señor Fraga, su conciencia la enterró en un ataúd y no limpiaran sus manos ni todas las lluvias que en Galicia puedan caer”.

Emilio Sales Almazán. Talavera.
Equipo de Redactores, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Toledo, 29 Enero 2004.