La próxima cita electoral viene marcada por la crispación y el mensaje desproporcionado que nos ha llevado el último periodo de mandato del Sr. Aznar.
Un mensaje basado en un patrioterismo del que la mayoría de la gente más joven no ha oído hablar y los que tenemos más edad nos suena a rancio y sacado de las escenas del NO-DO.
El peligro de un supuesto separatismo, el “Plan Ibarretxe” como eje de todos los males que acechan a los y las españolas, la descalificación continua del contrario si no lleva el camino marcado por Papá Poder, el insulto a un gobierno igual de legitimo como el del PP como es el gobierno catalán, expresión de la voluntad de sus votantes que han escogido el cambio de tantos años del “puyolismo”. El intento de tapar la vergüenza de una guerra en la que nos embarcó el Sr. Aznar para satisfacer su ego personal y los intereses bastardos del gobierno americano. El descrédito en Europa donde se considera a nuestro presidente un “topo” en la Unión Europea.
Leo con atención la introducción del libro de Julio Medem sobre el documental realizado por el director de los “Amantes del Circulo Polar”, “Vacas”, “Lucía y el sexo”, y otros filmes, y titulado “La pelota vasca, la piel contra la piedra” y que tanta polvareda levantó. Habla de la campaña electoral del 2001 en el País Vasco y la criminalización que el Señor Mayor Oreja y partidarios hicieron de las opciones distintas la PP, así como el mensaje continuo, seguido en la invasión de Iraq, de quien no está conmigo está contra mí, quien no dice “buana” al jefe es un terrorista, quien no dice si a Bush, está con Sadam.
Se puede ser no nacionalista y pensar que la política de enfrentamiento con el gobierno de Vitoria solo sirve a los intereses del Partido Popular. Se puede ser no nacionalista y apoyar el gobierno catalán por su ruptura con el modelo de Pujol, del que por cierto, fue fiel escudero el señor Piqué.
No van a conseguir que odie a nadie por el simple hecho de su procedencia. Nunca lo he hecho. El lugar de nacimiento no da marchamo de legalidad o de rectitud, ni de lo contrario. Cada vez que los voceros del régimen llaman a andana contra alguna parte de nuestro país, más tomo partido por los que se les discrimina por su procedencia.
Ventajas de ser “mestizo”, de tener sangre revuelta de muchas procedencias, castellana, valenciana, catalana, madrileña, árabe y quizás, judía. Del sur de Francia, o del norte de Euskadi.
Decía el asturiano Víctor Manuel: no me hablen de la patria, no me hablen del honor, no me cuenten batallas ganadas cara al sol, tal vez si me contaran que no importa el color, ni sexo, ni la raza o el bando en que luchó, no me hablen de la patria, no me hablen del valor, no jueguen con el sable, ni tachen de traidor, al que la lleva adentro pegada al corazón y no anda por la calle con ella de procesión, cuando hablen de la patria no olviden que es mejor sentirla a nuestro lado que ser su salvador, por repetir su nombre no te armas de razón, aquí cabemos todos o no cabe ni Dios.
Emilio Sales Almazán. Talavera.
Equipo de Redactores, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 20 Enero 2004.