Comienza el año, y estirando las mismas voces como en el final del reciente pasado, nuevamente frente a la embajada de EEUU, la concentración por José Couso, convocada por amigos y familiares.
Entre la niebla espesa y fría, la familia inalterable; rodeada de apenas un poco más de un centenar de personas. Es posible que ante fechas más significativas, vuelvan a tener un carácter masivo, en tanto la persistencia es la que fecunda no sólo la posibilidad real de justicia, sino y quizás sea esto lo más importante, la constatación que los seres y las ideas no se compran ni se venden.
Y de esto se trata cada día 8 de cada mes frente a la embajada de EEUU.
Al concluir, Quico Permuy, tío de José llegado de El Ferrol, leyó el comunicado; Benito Rabal, aportó un texto contundente y emotivo, y los hermanos renovaban los abrazos; la mamá de José, tenía en los ojos la descripción detallada de una navidad y un fin de año atragantados de saudades de su hijo.
A continuación un comunicado leído en la concentración:
Comunicado a los 9 meses del asesinato de Jose Couso
“Hace nueve meses José Couso Permuy, cámara de tele 5 perdió la vida en un asesinado que no hemos borrado de nuestra cabeza. Lo mató el ejército norteamericano tras la invasión de Iraq. Estos meses hemos luchado contra los oídos sordos del gobierno norteamericano por exigir una investigación veraz. No hemos conseguido nada más que un informe de mentiras el pasado verano. Hemos peleado también por conseguir que el gobierno español condenara el asesinato de José, y una vez más, topamos con los oídos sordos del vasallaje a la superpotencia mundial. Y el tiempo ha seguido pasando inexorablemente. Las multitudinarias voces que clamaron contra la guerra han ido enmudeciendo, como si la demanda de justicia tuviera fecha de caducidad. Aquí seguimos todos nosotros, desvelados en un mundo dormido, uniendo nuestras voces contra la barbarie cometida. Seguimos exigiendo justicia para José Couso, que pasa por la investigación seria de lo ocurrido en el Hotel Palestina y el castigo para los culpables. Seguimos exigiendo que el gobierno español investigue no sólo la muerte de sus espías, sino de la de cualquier ciudadano de este país, indistintamente de donde proceda la bala que le quite la vida. No nos va a desalentar el agravio comparativo respecto al trato que dieron a las familias de los espías caídos en la ocupación con el desdén manifestado a la familia Couso. Ni la rapidez con que movieron recursos y provocaron detenciones en estos casos, comparándola con la sistemática obstrucción a la querella interpuesta por la familia de José Couso ante la Audiencia Nacional.
No nos desanimará que el muro de silencio frente al que nos encontramos desde el 8 de abril se torne en muro de olvido, porque precisamente por eso estamos aquí. Para recordar que José Couso fue asesinado junto a Taras Protsyuk y Tarek Ayou en tres ataques a la prensa no controlada por el Pentágono.
Que miles de civiles murieron a causa de esta guerra, que otro periodista Mazen Dana, palestino, murió en circunstancias parecidas a la del Hotel Palestina. Que la llamada post-guerra sólo encubre represión al pueblo iraquí, y que, aunque ya no sea noticia un crimen de guerra ocurrido hace 9 meses, es más importante que nunca recuperar la memoria de lo sucedido y la conciencia de lo que está pasando ahora.
Comienza el año y seguimos adelante con José Couso en nuestro corazón más vivo que nunca.”
[José Couso. Crimen de Guerra. Investigación y justicia. Alto a la impunidad de los EEUU.]
Las siguientes líneas son de David Couso, hermano de José Couso.
“No vamos a parar.
No nos da la gana de resignarnos a tragar.
Olvídense.
¡¡Cómo les gustaría a algunos vernos doblar la rodilla!!
Claudicar ante el olvido. Que nos derrote la indolencia, el vacío, la falta de justicia…
Pero no vamos a darle el gusto.
Hoy seguimos aquí frente a la embajada de los asesinos. Para gritarles en su cara que no se asesina a un periodista sin que una parte de esta tierra se sienta herida e insultada.
Se creían que trataban con ganado que iba manso al matadero. Pensaban que nos guardaríamos nuestros muertos en casa, para llorarlos en silencio.
Estaban equivocados. No nos callan.
Quizás no tengamos fuerza para que paguen, o para encontrar justicia. Pero tenemos dignidad y cabezonería hispana.
¿Sabéis? Nosotros inventamos la guerrilla, contra el emperador Napoleón. Era una guerra justa, de liberación. En cambio, vuestra guerra es sucia, necesita mentiras continuas. Habla de elecciones y no las permite. Habla de soberanía y la aplasta. Habla de libertad de prensa y mata periodistas.
Y el colmo es nuestro gobierno ¡malditos fanfarrones! Hablan de España y no protegen a los españoles, bueno, sólo a algunos. ¡hay que joderse! Les ponemos los muertos y hay que callarse. Este es el patriotismo del imbécil.
Cállate y piensa en el partido, no en tu país.
Patria capital Génova, provincia de Washington, república monárquica de Texas-España.
¡¡Ya vale!!
Queremos justicia.
[José Couso: crimen de guerra. Investigación y castigo a los culpables.]
Andrea Benites-Dumont. Madrid.
Equipo de Redactores, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción, Barcelona. 10 Enero 2004.