Mariano Rajoy ha venido a Catalunya a hablar con los presidentes de las patronales catalanas y a pedirles que «impidan que ERC entré el gobierno de la Generalitat», que «hagan lo posible para que existan pactos no firmados entre el Partido Popular, CIU y el PSC».
¿Pero quién se cree que es este hombre? ¿Acaso pretende que el Capital Catalán presione a las fuerzas políticas catalanas para que estan hagan lo que diga el Capital? ( sic) ¿qué hagan caso omiso a los resultados electorales? ¿Qué tipo de democracia es esa?
De hecho el Sr. Rajoy, actual secretario general del Partido Popular, y candidato a la presidencia del país, ha venido a Catalunya creyéndose que el Gran Capital al igual que en Euskadi iba a cerrar filas en favor del establisment español en contra de la voluntad de alto porcentaje votantes. Y ha sucedido lo contrario, no solo se han desentendido de sus peticiones, si no que han culpado al Partido Popular del ascenso en votos de Esquerra Republicana. Lo que no entiende Rajoy es que Catalunya no es Euskadi, ¡que más quisieran algunos!
Para empezar, en Euskadi hay una fractura social que no existe en Catalunya. En Catalunya no hay una división, y mucho menos violenta, entre catalanes y no catalanes, todos son catalanes en Catalunya, no hay problemas entre los catalanes-españoles y los catalanes-catalanes, en Euskadi me temo que sí.
Tampoco hay esa fricción política que enfatice, como pasa en Euskadi, la fractura social, en Catalunya todos los partidos a excepción del Partido Popular, tienen claras, aunque con matices, las cuestiones nacionales y económicas de Catalunya, en Euskadi me temo que no lo tienen claro.
Naturalmente en Catalunya tampoco hay terrorismo, con lo cual hoy por hoy no hay una excusa para hacer girar toda la política en torno a ese tema, en Euskadi me temo que sí.
El Capital Catalán, tiene sus sedes sociales en Catalunya, y la burguesía catalana sigue siendo muy importante, en Euskadi me temo que en eso hay diferencias. El PIB de Euskadi es muy inferior al de Catalunya, y eso los empresarios lo saben, al igual que saben que el modificar el Estatuto para obtener una mejora en la calidad de vida en Catalunya, hará que sus empresas mejoren enormemente. Los empresarios catalanes o no, quieren obtener beneficios, ninguno tiraría piedras a su propio tejado.
Los miedos de Rajoy y el Partido Popular, son evidentes. No solo es miedo a que se les habrá un nuevo frente político que les impida realizar lo que quieran en España, que también, si no la posibilidad de que se decida que cantidad de dinero recaptado por la Hacienda Publica en impuestos viaja a Madrid. De ahí el famoso miedo a la cohesión española, no por las posiciones nacionalistas que pueden desmembrar España, francamente en Euskadi puede ser en Catalunya no lo creo, si no por la posibilidad de que no cuadren las cuentas en la balanza de los presupuestos generales del Reino. Y en consecuencia, claro está España no iría tan bien, España iría como tiene que ir: mal, porque las medidas económicas del Partido Popular son un desastre y el país no esta para gastos inútiles.
Igualmente España no puede ir bien -que no va bien solo son los datos que interesan mostrar de las estadísticas- a costa de que Catalunya lleve tanto peso en esa tarea, se debería hacer un justo reparto económico a nivel estatal, invirtiendo sobre todo en el Desarrollo Económico, que permitiera con ello producir a las demás regiones como la que más, consiguiendo así poco a poco que cada región sea autosuficiente. Así el nivel de vida, tanto económico como social podría mejorar notablemente. Sin ir más lejos es lo que se esta realizando desde la Unión Europea –o debería- con los famosos fondos estructurales, de los cuales por cierto, Catalunya no recibe casi nada.
A diferencia de Euskadi, y del todo respetando las posiciones nacionales de ese pueblo, en Catalunya, juegan muchas cosas a favor para hacer lo que se quiera de ahora en adelante.
Rodriguez Zapatero ha entendido el mensaje, cierra filas entorno Maragall para dejarle pactar con quien quiera, porque sabe que es importante gobernar Catalunya, sabe también que es importante que está no se arruine y en consecuencia el resto de España. Quizá un hálito de esperanza para mejorar económicamente y socialmente este país llamado España se pueda ver, como poco al Partido Popular le esta fastidiando ya bastante todo esto.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona, 21 Noviembre 2003.
Equipo de Redactores, El Inconformista Digital.