Después de Irak, Siria e Irán – por Abdel-Bari Atwan

Presentamos un editorial del periódico palestino Al-Quds Alarabi escrito por su director Abdel-Bari Atwan, en él nos hace un análisis de todo lo que acontece en Irak, Palestina, y otros países de Oriente Próximo y Medio. La traducción la ha realizado Jamal Halawa, de El Inconformista Digital.

Después de Irak, Siria e Irán – por Abdel-Bari Atwan*

En un alarde de ironía de estos tiempos, el presidente norteamericano George Bush se autoproclama defensor de la libertad, divulgador de la democracia y conferenciante que expone la importancia moral de ambas.

Al mismo tiempo, sus tropas ocupan tierras de dos estados musulmanes (Afganistán e Irak), apoyan al gobierno terrorista del estado de Israel, el cual fue calificado por la opinión de la mayoría de los europeos, como la mayor amenaza para la paz y la estabilidad en el mundo. El presidente Bush, se extendió al hablar sobre democracia y libertad, loando a unos estados y amenazando a otros sentenciando que el Islam, no se contradice con la democracia. Los gobiernos y regímenes alabados por el Sr. Bush, son aquellos que en su mayoría establecieron relaciones diplomáticas con el estado hebreo (Marruecos, Jordania y Omán), adoptando por completo las políticas norteamericanas al respecto, participando de una manera u otra en la ocupación de Irak. Los amenazados fueron, Siria e Irán, que siguen rechazando la normalización de las relaciones con Israel, manteniendo la independencia de su decisión y ocupando un lugar privilegiado, dentro del eje del mal según el presidente americano.

El ejemplo más luminoso de la democracia que nos augura el presidente norteamericano, estaría representado por Irak y Afganistán, creyendo que el ejemplo de ambos países, pero sobre todo Irak, serían plataformas de lanzamiento para su expansión en el mundo árabe e islámico. En un principio, nos dijo que la guerra de Afganistán es contra el terrorismo, la de Irak, porque el régimen iraquí representaba un verdadero peligro para la seguridad de EEUU y sus aliados y por su posesión de armas de destrucción masiva. Ahora y seis meses después de, buscar, registrar, ocupar y asesinar nos dice el Sr. Bush que, la guerra de Irak es por la democracia, y que la muerte de cualquier norteamericano sobre tierra iraquí en esta guerra, merece tal sacrificio.

La guerra de la democracia norteamericana en Irak y Afganistán transformó ambos países en dos estados fracasados, sin gobierno central sólido, sin control sobre sus fronteras y los convirtió en terrenos fértiles, para atraer a los extremistas de la derecha islámica (Alqaeda y Ansarul-Islam), y la izquierda como los nacionalistas y los baasistas. Parece que el discurso del Sr. Bush por fin quebró, y no le queda nada que ofrecer ante el pueblo americano y ante todo el mundo para justificar, su fracaso en Irak. Pues no es de extrañar, que recurra ahora a la guerra por la democracia, después del fracaso de sus tropas en conseguir la seguridad para si mismas y para el pueblo iraquí, que lleva seis meses bajo la ocupación.

La resistencia iraquí se alza como una nítida realidad, que provoca a diario pérdidas materiales y humanas entre los norteamericanos, siendo el derribo del helicóptero del otro día y la muerte de dieciséis soldados de su tripulación, su mayor logro y el suceso que sacudió a Washington, aterrorizando a sus aliados dentro y fuera de Irak.

Los árabes quieren la democracia y aborrecen a sus corruptos regímenes más que a EEUU, pero no escucharán con atención el discurso del Sr. Bush, porque las sucesivas administraciones norteamericanas y durante 50 años, soportó esos regímenes, apoyó su autoritarismo, su corrupción y porque todas las verdaderas democracias en todo el mundo, se alcanzaron como resultado de luchas desde el interior y no por interferencias exteriores, y mucho menos si estas, son norteamericanas.

Irak no será base para exportar la democracia a ninguna parte, sino para exportar el rencor sobre EEUU y su aliado del alma Israel. Irak será base de la resistencia contra la ocupación americana y una estación para exportar guerrilleros que, derribarán los regímenes árabes dictatoriales y corruptos que hay alrededor. El discurso del Sr. Bush es una confesión tardía e indirecta, del tremendo error que cometieron las sucesivas administraciones norteamericanas durante más de sesenta años, apoyando y protegiendo a los regímenes dictatoriales y represivos árabes, lo que provocó un sentimiento contra EEUU en el mundo islámico y alimentó el terrorismo.

Después de los sucesos del 11 de septiembre, la administración americana se concienció de que el extremismo islámico, una vez descartado el peligro soviético, representa el mayor peligro sobre ella. Pero es un peligro que nace desde dos frentes, desde los regímenes corruptos que reprimen a sus pueblos carentes de las libertades más básicas, empujando a estos al radicalismo, y por otra parte, está el terrorismo israelí en la Palestina ocupada. Lamentablemente, el presidente Bush reconoció la primera parte y atacó a los regímenes corruptos, pero luego evitó aludir a la segunda parte, es decir, el terrorismo israelí que no es menos importante, además de estar directamente ligado al de la primera parte. Nos tememos que el discurso del Sr. Bush, es el prólogo de un nuevo frente en Oriente Próximo, convirtiendo la guerra por la libertad y la democracia de la que nos habla, en un preludio de la invasión sobre Siria e Irán, al referirse a ellos de forma explícita en su discurso. Pero lo que aumenta nuestros temores, son las declaraciones del subsecretario de exteriores el Sr. Richard Pearl, uno de los halcones neo-liberales de la administración norteamericana, cuando acusó a Irán de estar completamente implicado en apoyar al terrorismo y que EEUU, debería animar una serena revolución en su interior, siendo el soporte que ese país da a Hizbullah y Hamas lo que justifica su afirmación. Si a todo eso, añadimos lo que dijeron Rumsfield, Bremer y el líder kurdo Jalal Talbani sobre la infiltración de los muyahidin a Irak por la frontera siria, tendríamos una perspectiva clara y sin necesidad de darle más explicaciones.

Al comienzo de la guerra contra Afganistán, el presidente Bush dijo que la guerra contra el terrorismo podría durar cuarenta años, alcanzando esta, varios países. Dos años después, parece que acertó con sus predicciones invadiendo Irak y nos preguntamos ¿Cuántos años más durará la guerra por la libertad y la democracia? ¿Cincuenta años tal vez?

Es una administración histérica y derrotada que se empapó con la sangre árabe y musulmana, así que, no es de extrañar que los europeos la califiquen junto a Israel, como fuente del mayor peligro que amenaza la paz en el mundo.

Editorial de Al-Quds Alarabi (07.11.2003)
*Abdel-Bari Atwan es el director del diario palestino Al-Quds Alarabi

Traducido por Jamal Halawa.
Colaborador, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 9 Noviembre 2003.