Hace pocos días un ejemplar de buitre se posó en pleno centro de Talavera para asombro y curiosidad de cuantos viandantes por allí circulaban.
A decir de algún entendido la causa de tal “aterrizaje” se debió a la desorientación, pero hay otras opiniones que lo achacan a llamadas del apetito.
Estas rapaces que suelen vivir en comunidad, pero raramente en paz, son desconfiadas y de carácter violento, no es raro verlas en las cercanías de poblaciones en las que a veces penetran. Se alimentan de carroña.
Por este último aspecto algunos hablan de que atraídos por algún olor característico de la descomposición la hiciera posarse en tan céntrico lugar.
Dados, como somos, a sacar chiste y ocurrencia de todo, se planteó en algún conciliábulo de donde podría venir tal fetidez.
Uno decía del edificio del Centro “Jaime Vera”, abandonado a su suerte hace meses tras detectarse una plaga de termitas y donde no se ha efectuado acción alguna. Al pasear por la calle San Francisco uno contempla su hermosa fachada y prevé que alguna calculadora puede estar funcionando con pensamientos nefandos (ruina, especulación, apartamentos, oficinas…).
Al llegar esta rapaz (sinónimos: usurero, ratero, avaro, codicioso, ávido…) a pleno corazón de la localidad se pensó en locales, organismos, inmuebles, residencias, que pudieran albergar el foco de esa atracción.
Se pensó en la llamada “zona cero”, ese solar que iba a ser destinado a una Estación de Autobuses, y que por extrañas cosas de la vida va a convertirse en un centro comercial, hotelero, bancario y, si acaso, con una estación de guaguas. Al pasar el tiempo y convertirse en un lugar lleno de arbustos se caviló en algún animal muerto, o que estas aves iban a nidificar allí.
También se hablo de los vahos que emite el asunto “hyper”. Podría darse el caso que por allí deambulara algún “cadáver exquisito”. Pero ya sabemos que los buitres son menos inteligentes que las águilas. Estas se llevan el mejor bocado y dejan para aquellos los restos del banquete.
El caso es que el asunto se ha puesto en manos de los servicios de “inteligencia” para que averigüen cual es el motivo de la llegada de este animal. Si hay prevista la masiva afluencia de “colegas” de especie. Se han puesto en contacto con el agente Mortadelo para que con su característica facilidad para el disfraz averigüe si hay alguna variedad del género que tienda a camuflarse y adopte aspecto o apariencia de ser humano.
Para la próxima temporada de invierno se estudia hacer exposiciones sobre las rapaces y su entorno. No solo de sus variedades, alimoches, águilas, buitres leonados, etc., sino también exposiciones y documentales de su hábitat, entorno o costumbres.
Parece ser que la cosa va en serio y quieren que la población se cultive y distinga fielmente quien es quien.
Emilio Sales Almazán. Talavera.
Colaborador, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Toledo. 2 Noviembre 2003.