Desde las callaes de Madrid: «A pesar de no contar con ninguna declaración ni llamado de organizaciones fuertes, un nutrido grupo de personas, cerca de 300, en la puerta de la embajada boliviana (custodiada al extremo por policías antidisturbios).»
En el inicio de esta semana mientras persistía la duda si se realizaba finalmente la conferencia de donantes (ocupantes) para Iraq, en Madrid, en algún lugar del altiplano las calles seguían inundándose de gentes, de luchas, de gritos, de negaciones, de unidad, de coordinación… Bolivia ardía más allá de la distancia geográfica y del espacio mudo por parte de los medios de comunicación masiva.
En el inicio de esta semana, un grupito de personas, sinceramente pocos, lanzaron al aire y a la red, la convocatoria de una concentración en solidaridad con la lucha del pueblo boliviano en la puerta misma de la embajada en Madrid.
Los canales de propaganda se saltaron en las casi 48 horas con que se difundió en los distintos puntos de distribución en la red, y de boca a boca y de teléfono a teléfono.
Viernes 17 de octubre, las noticias sobre Bolivia han ganado módulos en la prensa escrita, se establecen algunos paralelismos con la situación vivida en el 2000 en Argentina. En una entrevista al ya ex-presidente Sánchez Lozada, habla de narcosindicalistas a los que reclaman su renuncia mientras entierran sus muertos y curan a sus heridos. En el día anterior la policía boliviana en la ciudad de La Paz, balaceó el local de Cruz Roja para impedir que atendieran a los heridos. Desde la red y de algunos –no muchos- circuitos alternativos y de contra-información, llegan noticias directas.
A pesar de no contar con ninguna declaración ni llamado de organizaciones fuertes, un nutrido grupo de personas, cerca de 300, en la puerta de la embajada boliviana (custodiada al extremo por policías antidisturbios), corean consignas, de repudio por una parte a las multinacionales, a los EEUU, al gobierno boliviano… y otras de solidaridad y abrazos a la Coordinadora Estatal por la Defensa del Gas, a la Central Obrera Boliviana (COB), a la Coordinadora de Estudiantes, a las organizaciones indígenas y campesinas, a los cocaleros, a los vecinos de El Alto.
Casi al finalizar la concentración, desde la redacción de El Inconformista Digital en Barcelona, nos comunican que Lozada renuncia y se escapa. Entre aplausos y sonrisas se afirma el sentimiento de dignidad, la que dieron los pobres–pobres-pobres de Bolivia, y la de haber estado en una calle rica del mundo rico intentando hacer llegar la gratitud por el ejemplo.
Mientras se desconcentraban una sudamericana dice con vergüenza y rabia “si se tratara de Chile o Argentina, seríamos miles en la calle…”
Pero esta noche del 17 de octubre del 2003 es obligado desear, que a pesar de las negociaciones habidas, las ocultas y las camufladas y sin poder precisar aún cómo se encarrilará la situación en Bolivia, queremos traer las palabras de un indígena aymara sobre la bandera multicolor y multidestino que condensa tanta diversidad en tierras latinoamericanas «…el uso político y religioso de la Wiphala por parte de los indígenas siempre fue considerada subversiva y hasta nuestros días no es reconocida legalmente en ninguna de las Carta Magnas de los países llamados andinos… Es por eso que la Wiphala es considerada por nosotros también como un símbolo de resistencia inclaudicable, de rebeldía sin límites y de nuestra definitiva emancipación frente al actual sistema de opresión, oprobio, explotación y despojo… y nuestro mensaje de lucha por los derechos fundamentales como los derechos cósmicos, la libre autodeterminación y la ansiada soberanía de nuestra patria ancestral está simbolizada en el flamear de nuestra Wiphala.
Manifiesto leído al final de la concentración:
BOLIVIA: La explosión popular contra el negociado del gas
El gas ha canalizado la ira de las clases populares de aquel lejano y empobrecido país del Altiplano. Además de sufrir el fuerte deterioro general de la economía, se han levantado contra el plan que entrega el principal recurso del país a empresas extranjeras a cambio de nada. Bolivia posee la segunda reserva de gas del continente. El pueblo boliviano se niega a la exportación del combustible a Estados Unidos y México a través de Chile y Perú si no se garantiza un fluido barato y accesible a todos los sectores y a los más necesitados, y que asimismo la exportación genere beneficios concretos y no enriquecimientos empresariales y personales. El plan de exportación del petróleo boliviano destinado a producir la electricidad que California necesita, está en manos de un consorcio compuesto por multinacionales, una de las más destacadas es REPSOL, que no cesa en su voracidad: en Bolivia participando activamente en el expolio del gas, y en Puertollano ignorando las medidas de seguridad reclamadas por los trabajadores y negándose a mejoras salariales.
En el pueblo boliviano están asentados el rechazo y la desconfianza a las privatizaciones y a la inversión extranjera que en la década del noventa fueron medulares en las políticas de los gobernantes sudamericanos, ya que sólo han profundizado las desigualdades sociales y la discriminación étnico-social.
Desde hace ya casi 4 semanas, obreros, mineros y campesinos encabezan las marchas multitudinarias en las principales ciudades bolivianas; miles y miles de vecinos que están en rebeldía en las laderas y en los barrios populares de la ciudad de La Paz, estudiantes, profesores se han unido decididamente a la protesta y a las huelgas. La iglesia se ha sumado a exigir la renuncia del presidente Sánchez Lozada, quién ya sólo cuenta con el apoyo de las fuerzas armadas y policiales y de la Embajada de los EE.UU. El saldo de víctimas al día de hoy es de decenas de muertos y cientos de heridos.
Desde Washington el Departamento de Estado y la Organización de Estados Americanos (OEA) han decidido apoyar a Sánchez de Lozada y advierten que no reconocerán a otro gobierno que no sea el neoliberal, del que ya se han apeado 4 ministros y el vice-presidente hizo público su enfrentamiento con el presidente.
Políticas neoliberales que extienden la corrupción y negocios millonarios para los gobernantes, para empresas multinacionales… pero también en Bolivia hay una historia de rebeldía y hoy con la desesperación empuñada enfrenta la bestial represión. Las organizaciones obreras y campesinas coordinadas en la lucha proponen una Asamblea Constituyente para construir entre todos los excluidos, los ignorados y despreciados, un presente de democracia directa, participativa, autoorganizada, que trae el futuro soñado de justicia, a un presente de lucha y dignidad.
La globalización capitalista se cobra en vidas humanas, en hambre y represión, la garantía de sus inversiones y plusvalías. Pero los pobres más pobres han salido a decir NO, primero está la gente, tal como lo dice su consigna: “Fuerza, fuerza compañeros, que la lucha es dura, pero vencer venceremos”.
ALTO A LA REPRESION DEL GENOCIDA SANCHEZ LOZADA SOLIDARIDAD CON LA LUCHA DEL PUEBLO BOLIVIANO
ASAMBLEA CONTRA LA GLOBALIZACION CAPITALISTA Y LA GUERRA
Andrea Benites-Dumont. Madrid, 18 Octubre 2003.
Equipo de Redactores, El Inconformista Digital.