Algunos apuntes sobre el AVE – por Emilio Sales Almazán

Es noticia de actualidad la construcción de las infraestructuras del llamado AVE y todo lo referido a este transporte que, según la propaganda oficial, nos lleva a la “modernidad”.

Quisiera hacer al respecto algunas consideraciones sobre este “vertebrado ovíparo” que no sabemos si será ave-struz o, ave-fría, pero que está siendo una verdadera ave-ntura.

Quizás para desmontar la creciente crítica ante un ferrocarril de estas características en junio del año 2000 se dictó un decreto por el cual pasaban a llamarse AVE los trenes que antes denominábamos Velocidad Alta y por lo que todo ferrocarril que alcance los 200 km/h sería denominados AVE.

Un ferrocarril que se supone alcanzará los 350 km/h está siendo abandonado, o ha sido desechado en los países mas avanzados del mundo, por el alto coste económico y medioambiental. Como datos a tener en cuenta podríamos hablar del consumo eléctrico que supone un tren a esta velocidad y que se estima el mismo que realiza una ciudad de 40.000 habitantes. A parte de la inversión milmillonaria en euros el impacto ambiental es inmenso, pues corta el territorio como un cuchillo teniendo que hacer unas obras que permitan que no haya desniveles de terreno y con unas curvas mínimas de 7 kilómetros de radio.

Estos trenes tendrían un precio prohibitivo para la mayor parte de las economías de las y los ciudadanos que no podrán acceder al servicio para los viajes más comunes, trabajo, asistencia a la sanidad o gestiones corrientes del día a día. Será un servicio pagado por todas y todos para que viajen unos cuantos y, como no, para engordar las cuentas de alguna gran empresa (empresario).

Hay más detalles. Se piensa el servicio con un único punto de partida o llegada, Madrid. ¿Cómo se va a vertebrar una Región con este tipo de transporte? Los habitantes de nuestra localidad y comarca, no tendrán facilidades (como no las tienen ahora) para su desplazamiento a otros puntos de la Comunidad, léase Ciudad Real, Albacete, u otras poblaciones que no son capitales de provincia.

Eso sí, los que más hablan y salen en la foto, ni usan el tren ni lo usaran, salvo en el viaje inaugural o cuando el billete se cargue a los presupuestos (a pesar de cobrar 6, 10 o 20 veces lo que un currante de a pie).

La “venta” de este producto se está haciendo de manera tan despreciable que hasta ediles en diferentes localidades, a lo mejor por desconocimiento, reivindican parada de AVE en su localidad. Hace unos días la alcaldesa de Plasencia decía ser engañada por el olvido de su ciudad en el trayecto. Este tren no es el Metro, pero queda muy bien comerciar con ese sentimiento de que todos tendremos un AVE en nuestro pueblo. Engaño, mentira y burla a la población. Eso sí todo adornado con la propaganda y la acusación de que es la otra administración la que no quiere el “progreso”.

Nuestro Alcalde, por no ir más lejos, quiere competir con el Presidente del Gobierno español y ante la lucha de este contra el eje París-Berlín, proclama que Talavera formará parte del eje Lisboa-Madrid-París. Es sabido que en nuestra localidad y comarca con un poder adquisitivo excelso, con unos índices de paro mínimos, con una industria floreciente, etc… Nuestros conciudadanos utilizan a menudo el transporte para ir a Lisboa o París a realizar negocios, compras o, simplemente, a pasar los fines de semana.

No sería mejor tratar de unir Talavera con Toledo, donde muchos se desplazan a trabajar o a realizar gestiones a diario. Cuando lleguemos en tren a Toledo lo haremos en la estación de Villasequilla, para lo cual tendremos que coger otro tren o vehículo para llegar a Toledo. Potenciar la unión con Madrid a través del actual trazado, donde muchos y muchas pueden acceder al cinturón de Madrid desde Fuenlabrada y enlazar con el metro-sur o el cercanías.

Los retrasos en la inauguración del trayecto Madrid-Lleida, el aumento en el presupuesto de millones de euros, los problemas que están surgiendo en el terreno y la puesta en servicio de un tren que va a ir más lento que el actual (se habla de unos tramos a 50 km/h) están demostrando que con unas inversiones iguales se podría dar un mejor servicio a todo el territorio nacional. Unos ferrocarriles de tecnología española (de prestigio mundial), con velocidades más adecuadas a las necesidades de la mayoría, nos darían un servicio óptimo y podrían conectar más localidades. El tren es una apuesta de futuro, recomendación de la Unión Europea ante la imposibilidad de dar más salida al tráfico por carretera, pero que en nuestro país (somos de la Europa moderna) se olvida y se sigue apostando por esta o por un tren insostenible.

Por todo lo expuesto estamos a la espera de ver que nos deparará los próximos meses o años y que los presagios no nos traigan un ave de mal agüero, que nos digan claramente si será un ave de vuelo corto y que no aparezca alguna ave de rapiña.

Web de interés: http://www.trenpublico.org/

Emilio Sales Almazán. Talavera.
Colaborador, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Toledo. 13 Octubre 2003.