Desde La Paz, Bolivia: “Los rumores de un Estado de sitio o de excepción son cada vez más fuertes. Hoy ningún personero de gobierno lo ha negado como antes”.
Cronología del descontento
Una breve introducción:
6 de agosto del 2002: Se inicia el gobierno el Presidente más impopular en la historia de Bolivia, de la mano de su candidato vicepresidencial y una feroz y millonaria promoción mediática en elecciones. Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni) jura a la presidencia de Bolivia.
12 y 13 de febrero del 2003: Guerra civil; militares y policías se enfrentan en la plaza central, frente al Palacio de gobierno. Goni saca francotiradores a las calles. En esos dos días murieron 33 personas y hubo 200 heridos.
6 de agosto del 2003: Goni le habla al país, derrotado, tuvo que guardar toda su soberbia y admitir el fracaso. Bastó ese año para que su gobierno perdiera la poca legitimidad que tenía. Su cifra de muertos era espeluznante, alrededor de setenta en doce meses, casi setecientos heridos. En ese año trató de posicionar a su gobierno como un gobierno intolerante frente a las medidas de presión; cada movilización fue ferozmente reprimida. Pensaron aleccionar rápidamente a los sectores sociales con muestras innecesarias de violencia.
Septiembre y octubre del 2003
Uno de los articuladores que eclosionaron al país fue el gas boliviano. El gobierno boliviano se encuentra intentando exportar las reservas de gas que tiene Bolivia, reservas que son superiores a lo que Bolivia puede consumir.
Este proceso de exportación causó diversas formas de sentir en la sociedad civil. Entre otros, despertó en algunos sectores al viejo resentimiento con Chile por la cuestión marítima. Este gobierno ya es el segundo que esquiva darle respuestas serias al país sobre el tema del gas. Por todo esto, poco a poco, el gas se fue constituyendo en un tema de interés activo.
19 de septiembre del 2003: El gobierno dijo que la oposición pretende causar una guerra a causa del gas. Este 19 era el Día Nacional de la Defensa del Gas. Sin ánimo de magnificar las movilizaciones sociales, esta fue una muestra real del descontento existente. El Día de la Defensa del Gas no fue una necedad malnacionalista para que el gas no salga del país. El 19 de septiembre fue la expresión de las dudas y la disconformidad por un proceso encabezado por un gobierno corrupto e ineficiente. El 19 de septiembre la disconformidad comenzó a exteriorizarse de manera continua.
El campesinado es el sector más grande en Bolivia. En estos últimos tiempos se ha venido a constituir en un actor social protagónico en los procesos políticos y sociales bolivianos. Los bloqueos de caminos son su mejor arma. En septiembre del 2000 hicieron su demostración de poder más fuerte bloqueando a La Paz durante un mes y dejándola sin alimentos en ese lapso. Actualmente tienen una importante presencia parlamentaria. En el altiplano paceño, desde Achacachi y sus alrededores se han proyectado las más fuertes rebeliones indígenas de los últimos años. Los aymaras, que habitan esas zonas, luchan por sus reivindicaciones y por reconocimiento, son los más aguerridos.
20 de septiembre del 2003: Para muchos, este día el gobierno cometió la estupidez que desencadenó todo. Turistas se quedaron atrapados en Sorata (población cercana a Achacachi), entre ellos ingleses y estadounidenses. Las embajadas de ambos países exigieron al gobierno el rescate inmediato y este envió al ejército. En este 20 de septiembre murieron 6 personas, incluyendo a una niña de 8 años y un soldado. Esta zona aguerrida resistió los embates del ejercito (que luego dijo que los emboscaron) con fusiles mauser de hace más de medio siglo. Los campesinos iracundos, valientes y dignos declaraban que se mantendrían hasta las últimas consecuencias. Desde ese día los medios de comunicación, malintencionadamente, empezaron a hablar de grupos irregulares, adiestramiento militar y tutelaje de las guerrillas peruanas y colombianas.
A partir de ahí fue una continua demostración del malestar social. El gas y las reivindicaciones indígenas forjaron las condiciones para que el descontento se generalice aún más. El escenario estaba dado para que comiencen a fluir diversas demandas sociales. Ya se vislumbraban las jornadas siguientes.
Prácticamente todos los sectores sociales se manifestaron ya. El pedido general era y es la renuncia del presidente. La Paz estaba bloqueada, no entraban alimentos y de todas maneras los mercados cerraron en solidaridad con los campesinos. Los obreros se declararon en huelga general y marchan por el eje central de la ciudad. Paros de los transportistas. Jubilados formando alfombras humanas en las calles. Los universitarios salimos en defensa de nuestra autonomía y en masivas movilizaciones demostramos nuestra cohesión. Dirigentes campesinos en huelga de hambre en la ciudad de El Alto. Desde las jornadas de septiembre no pasó un día laboral sin marchas y movilizaciones diversas. Tampoco pasó una de estas jornadas sin gases y golpes por los cuerpos represivos. Un gobierno asesino y brutal, carente de lógica reprime y reprime. Reproduciendo violencia por todos lados el gobierno amplificó y amplifica aún ahora el malestar social. El discurso presidencial manejado en estos días refleja la ceguera que tiene él y sus asesores. Minimiza las movilizaciones hasta la indignación; dijo que solo está en su contra el 0.01 por ciento de la población.
9 de octubre del 2003: Segundo día de paro general en la ciudad de El Alto, a solamente treinta minutos de La Paz. Esta ciudad tiene una población mayoritariamente campesina que emigró en busca de las oportunidades de la ciudad. Los bloqueos en esta ciudad nos muestran que se conservan algunas costumbres comunitarias en aquella población. Este nueve de octubre mueren otras dos personas. Las mismas fuerzas represivas ya muestran cansancio ante tanta actividad y tratan (otra vez con lógicas equivocadas) de escarmentar a la población con excesivas muestras de violencia. El bloqueo tiende a radicalizarse aún más.
El gobierno califica de vándalos a los sectores movilizados. Y aún cuando estos sectores cometan actos reprochables se deben reconocer a los culpables. En casi un mes de conflictos se ha visto un tremendo despliegue de violencia por parte del Estado y esa violencia (sumada a la de todo un año) se comienza a reproducir en los sectores movilizados. Las armas en el altiplano, los destrozos en oficinas públicas, etc también son culpables del gobierno en cierta medida. No pretendo defender a ultranza a todos los sectores movilizados; también existen elementos negativos pero en este momento no son de ninguna manera lo más importante.
El estado de conflictos no parece llegar todavía a un punto de inflexión. Aparentemente desde la próxima semana se empezaran a movilizar los cocaleros de Evo Morales ampliando el eje de protestas. Los rumores de un Estado de sitio o de excepción son cada vez más fuertes. Hoy ningún personero de gobierno lo ha negado como antes.
Fotografías de los disturbios:
– Iván Terceros, Indymedia Bolivia – http://bolivia.indymedia.org/es/2003/10/3021.shtml – http://bolivia.indymedia.org/es/2003/10/3013.shtml
Boris Iván Miranda. La Paz, Bolivia.
Colaborador, El Inconformista Digital
Incorporación – Redacción. Toledo, 12 de Octubre del 2003.