«Durante muchos meses he presenciado las afueras de una película hecha con fundamento.
Como espectadora vi pasar ante mis ojos la gestación de una obra de humanidad y honestidad. Los ires y venires de la complicidad, la contabilización de la verdad (la que el dolor hace aflorar a borbotones, esa que se cuenta como un pasado presente y doloroso recuerdo), el recuento del dolor, las sumas de los silencios y los miedos…
Desde mi atalaya observé cómo el trabajo y los sueños, no siempre son tierras quemadas de sol y cubiertas de cenizas. Como los vientos levantan los polvos del silencio y dan paso a las palabras.
Pasaba la vida deprisa para arrebatar la ignorancia, pasaba la vida despacio cuando se vestía de conocimiento con audacia y nervios contenidos.
Observé sus ojos, se llenaban con un aliento nuevo y una ilusión renovada, pero también sobrevolaba esa duda que nace de la comunicación… ¿sabrán leer nuestro mensaje?
Las emociones brotaban contenidas y desbordadas, arrebatadas de la humildad de un dolor silencioso y terrible, de un trabajo en la sombra del surrealismo social. Donde las cosas no deben pasar porque no son como pasan, porque el amor no es la ostia, ni la ostia es el amor; porque con los muros de nuestra insensibilidad el horror se cobra vidas.
En las casas que habitan las mujeres se han desclavado las puertas y se han desmontado las ventanas, para dejar paso a la luz para que ilumine las estancias y la claridad se convierta en un eco.
Descendí por las escaleras de mi atalaya. Mientras bajaba, recordé que cuando estuve en el infierno de Chatila, le preguntamos a una mujer que “si pudieras pedir un deseo y se cumpliese de forma inmediata ¿qué pedirías?”. Aquella mujer con los ojos brotados de luz nos dijo “un jardín, quiero tener un jardín”.
El otro día a mi lado tenía tres madreselvas tupidas de flores que contemplaban el jardín que había brotado de los entresijos de sus palabras.
Es un privilegio poder participar cada día de los seres humanos que nos hacen crecer más allá de la frivolidad, que nos enseñan que despedir unos miedos puede acarrear otros nuevos. Pero que aquí estamos… asumiendo la vida, aunque ella, muchas veces, nada quiera saber de nosotras.
Yo tampoco puede contener mi particular emoción. Ellas no podían saber que yo también había vivido una película”.
La película es Te doy mis ojos de Iciar Bollaín, cuyos actores protagonistas son Laia Marull y Luis Tosar que han sido galardonados, cada uno, con la Concha de Plata a la mejor interpretación en el Festival de Cine de San Sebastián. Se quedó sin la Concha de Oro a la Mejor Película porque en este Festival una película no puede acumular más de dos premios, pero por unanimidad la crítica y el público la tienen como ganadora del certamen.
El guión de la película ha sido elaborado por Alicia Luna e Iciar Bollain, a través de toda la información y los testimonios recogidos en la Asociación de Mujeres María de Padilla de Toledo, una asociación que trabaja con mujeres que han sufrido y sufren malos tratos. Un guión hecho con honestidad y desde la boca de las tripas del miedo.
Ir a ver esta película es un ejercicio de rigor humano, es enfrentarse a la realidad más cruenta que se desarrolla en nuestro mismo vecindario y para la que las mujeres no tenemos suficientes armas legales y sociales con que defendernos.
Esta película contestará muchas de las preguntas que se hacen sobre las mujeres maltratadas y también les hará formularse otras nuevas.
Esta película les acerca al miedo y al terror cotidiano que viven las mujeres maltratadas, es como mirar sobre el sobrecogedor precipicio de la verdad y caer por el descarnado abismo sufrimiento.
Datos cinematográficos:
España
Duración: 106 minutos
Año: 2003. Alta Films
Ficha técnica:
Directora: Icíar Bollaín
Guionistas: Icíar Bollaín y Alicia Luna
Música: Alberto Iglesias
Fotografía: Carles Gusi
Montaje: Ángel Hernández Zoido
Ficha artística:
Laia Marull (Pilar)
Luis Tomar (Antonio)
Rosa María Sarda (Aurora)
Candela Peña (Ana)
Kiti Manver (Rosa)
Sergi Calleja (Terapeuta)
Nicolás Fernández Luna (Juan)
La película se estrenará en Toledo el día 8 de octubre en el Teatro Rojas y el día 9 de octubre en Madrid y después comenzará su andadura por las salas.
Mar Molina. Toledo, 28 de Septiembre de 2003.
Equipo de Redactores. El Inconformista Digital.