Mentiras acerca de la Guerra – por Glen Rangwala y Raymond Whitaker

Artículo del periódico Independent, traducido por el equipo Nizkor. – Para justificar la guerra, se usaron falsedades que iban desde la exageración hasta la simple mentira. Y más aún, se están usando en la posguerra.

1. Iraq era responsable de los ataques del 11 de septiembre.

Esta alegación se sustentaba principalmente en una supuesta reunión en Praga entre Mohammed Atta, líder de los secuestradores del 11 de septiembre, y un oficial del servicio de inteligencia iraquí, pero los servicios de inteligencia checos reconocieron más tarde que el contacto de los iraquíes quizás no fuese Atta. Esto no frenó el río continuo de afirmaciones sobre la implicación de Iraq en el 11/9, con tanto éxito que, llegado un determinado momento, según las encuestas de opinión, dos tercios de los americanos creían que la mano de Sadam Hussein estaba tras los ataques. Casi otro tanto creían que a bordo de los aviones estrellados había secuestradores iraquíes, cuando en realidad no había ninguno.

2. Iraq y al-Qa’ida trabajaban juntos.

Las alegaciones continuas por parte de los líderes británico y americano, de que Saddam y Bin Laden estuviesen aliados, fueron negadas por un informe filtrado del personal del servicio de Inteligencia de Defensa británico, que negaba el vínculo entre ambos.

Añadía que los objetivos del Sr. Bin Laden «se contradicen ideológicamente con el Iraq actual».

Otro hilo de las alegaciones era que Iraq habría ofrecido refugio a miembros de al-Qa’ida y construido un campamento de entrenamiento para guerra bacteriológica. Cuando las tropas de los EEUU llegaron al campamento, no encontraron ningún resto químico ni biológico.

3. Iraq estaba intentando conseguir uranio de países africanos, para la reconstruir su programa de armas nucleares.

El director de la CIA ha admitido ahora que los documentos que mostraban que Iraq intentaba importar uranio de Nigeria, estaban falsificados, y que esta alegación nunca debería haber formado parte del discurso sobre el Estado de la Unión del presidente Bush. Gran Bretaña sigue leal a ella, insistiendo en que tiene un servicio de información de inteligencia independiente. El Ministerio de Asuntos Exteriores reconoció la semana pasada que esta información está «siendo revisada».

4. Iraq intentaba importar tubos de aluminio para desarrollar armas nucleares.

Los EEUU alegaron insistentemente que Bagdad intentaba comprar tubos de aluminio de alta resistencia usados sólo en centrifugadoras de gas, necesarias para enriquecer uranio para la fabricación de armas nucleares. Igual de insistente, la Agencia Internacional para la Energía Atómica dijo que los tubos se estaban usando para proyectiles de artillería. El director de la Agencia, Mohamed El Baradei, dijo al Consejo de Seguridad de la ONU en enero que los tubos no eran ni siquiera adecuados para usar en centrifugadoras.

5. Iraq conservaba grandes cantidades de armas químicas y biológicas desde la primera Guerra del Golfo.

Se afirmó en varias ocasiones que Iraq tenía en su poder suficientes sustancias peligrosas para matar al mundo entero. Que tenía aeronaves sin necesidad de piloto que podían entrar a escondidas en los Estados Unidos y pulverizar toxinas químicas y biológicas. Los expertos han señalado que, aparte del gas mostaza, Iraq no tuvo nunca la tecnología necesaria para producir materiales con una vida en almacén de 12 años, el tiempo transcurrido entre ambas guerras.
Todos los agentes de este tipo ya se habrían deteriorado hasta quedar inútiles hace ya años.

6. Iraq conservaba hasta 20 misiles que podrían llevar cabezas químicas o biológicas, con un alcance que amenazaría a las fuerzas británicas en Chipre.

Aparte del hecho de que no haya habido rastro de estos misiles desde la invasión, nada más comenzado el conflicto armado, ya Gran Bretaña quitó importancia al riesgo de que hubiese cualquier arma de este tipo en Iraq. También se ha sabido que el año pasado se trasladó el equipamiento de protección química fuera de las bases británicas en Chipre, lo que indica que el mismo gobierno no se tomaba sus propias afirmaciones en serio.

7. Saddam Hussein tenía los recursos para producir viruela.

Fue el Secretario de Estado, Colin Powell, quien hizo esta alegación, en su discurso al Consejo de Seguridad de la ONU en febrero. Al mes siguiente dijeron las Naciones Unidas que nada apoyaba esta afirmación.

8. Las alegaciones de los EEUU y el Reino Unido eran secundadas por los inspectores.

Según Jack Straw, el jefe de los inspectores de armas de la ONU «advirtió» que Iraq tenía 10.000 litros de ántrax. Tony Blair dijo que los programas de armas químicas, biológicas y «de hecho el programa de armas nucleares» habían sido bien documentados por las Naciones Unidas. ¿La respuesta de Hans Blix? «Eso no es lo mismo que decir que haya armas de destrucción masiva», dijo el pasado septiembre. «Si hubiese tenido pruebas sólidas de que Iraq almacenara armas de destrucción masiva, o de que estuviese construyendo armas de ese tipo, lo habría llevado al Consejo de Seguridad.» En mayo de este año añadió: «Me interesa obviamente mucho la cuestión de si había o no armas de destrucción masiva, y estoy empezando a sospechar que posiblemente no hubiese.»

9. Las inspecciones anteriores de armas fracasaron.

Tony Blair dijo a este periódico en marzo que la ONU había «intentado sin éxito 12 años desarmar a Saddam de forma pacífica». Pero en 1999 un equipo del Consejo de Seguridad concluyó: «Aunque aún deben resolverse elementos importantes, se ha eliminado la mayor parte de los programas de armas proscritos de Iraq». El Sr. Blair afirmó también que los inspectores de la ONU «no habían encontrado rastro alguno de los programas de armas ofensivas biológicas de Saddam» hasta la huida de su yerno. De hecho, la ONU consiguió que el régimen reconociese su programa de armas biológicas más de un mes antes de ésta.

10. Iraq obstaculizaba la labor de los inspectores.

El «dossier sospechoso» británico de febrero alegaba que los escoltas de los inspectores estaban «entrenados para entablar largas discusiones» con otros oficiales iraquíes mientras las pruebas eran escondidas, y que los viajes de los inspectores eran controlados y notificados de antemano para evitar el factor sorpresa. El Dr. Blix dijo en febrero que la ONU había llevado a cabo más de 400 inspecciones, todas sin previo aviso, cubriendo más de 300 emplazamientos. «Señalamos que el acceso a los emplazamientos se ha dado hasta el momento sin problemas,» dijo. «En ningún caso hemos visto pruebas convincentes de que el lado iraquí supiese que los inspectores vendrían»
11. Iraq podía desplegar sus armas de destrucción masiva en 45 minutos.

Esta afirmación, ahora bien conocida, se basaba en una sola fuente, al parecer un oficial militar iraquí. A este individuo no lo han presentado desde la guerra, pero en cualquier caso Tony Blair contradijo esta afirmación en abril. Dijo que Iraq había empezado a ocultar sus armas en mayo del 2002, lo que quiere decir que no se podrían haber usado en 45 minutos.

12. El «dossier sospechoso».

El Sr. Blair dijo a la Cámara de los Comunes en febrero, cuando el dossier fue hecho público: «Hemos proporcionado a lo largo del fin de semana más información de inteligencia sobre la infraestructura de ocultación. Es obviamente difícil publicar informes del Servicio de Inteligencia.» Pronto salió a la luz que la mayor parte había sido copiado sin atribución de tres artículos en Internet. El pasado mes Alastair Campbell se responsabilizó del plagio cometido por su personal, pero respaldó la exactitud del dossier, aunque éste incluso confunde dos servicios de inteligencia iraquíes, y dice que uno de ellos se trasladó a un nuevo cuartel general en 1990, dos años antes de que fuese creado.

13. La guerra iba a ser fácil.

Se calmó el miedo de la opinión pública norteamericana y británica a la guerra asegurando que los iraquíes, oprimidos, darían la bienvenida a las fuerzas invasoras; que «destruir el poder militar de Saddam Hussein y liberar Iraq sería un paseo», en palabras de Kenneth Adelman, un oficial de alto rango del Pentágono en dos administraciones republicanas anteriores. La resistencia fue desigual, pero más sólida de lo que se esperaba, sobre todo por parte de fuerzas irregulares luchando de civil. «Este no es el enemigo contra el que nos preparamos», se quejaba un general.

14. Umm Qasr.

La caída de la ciudad más al Sur de Iraq y único puerto se anunció repetidas veces antes de que las fuerzas anglo-americanas hubiesen logrado un control absoluto, por parte del Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, entre otros, y del almirante Michael Boyce, jefe del personal de Defensa británico. «Umm Qasr ha sido tomada por los marines de los EEUU y está ahora en manos de la coalición», anunció el almirante, algo prematuramente.

15. La rebelión de Basora.

Se afirmó repetidamente durante días que la población musulmana chiíta de Basra, la segunda ciudad de Iraq, se había levantado contra sus opresores, tiempo después de que estuviese ya claro para quienes estaban allí que no eso eran más que deseos. El fracaso de una supuesta escapada del ejército iraquí fue asimismo anunciada por un portavoz militar que no estaba en situación de saber la verdad.

16. El «rescate» de la soldado Jessica Lynch.

El «rescate» de la soldado Jessica Lynch de un hospital en Nasiriya por parte de fuerzas especiales americanas se presentó como la historia positiva número uno de la guerra. Se dijo que respondió al fuego enemigo hasta que se le acabó la munición, y fue llevada al hospital con heridas de bala y cuchillo. Desde entonces ha salido a la luz que todas sus heridas se produjeron en un choque de vehículos, que la dejó incapaz de disparar. Personal médico local había intentado devolverla a los americanos después de que las tropas iraquíes se retiraron del hospital, pero los médicos tuvieron que volverse al abrir las tropas americanas fuego sobre ellos. Las fuerzas especiales no se encontraron resistencia alguna, pero se aseguraron de que quedase todo filmado.

17. Las tropas se enfrentarían a armas químicas y biológicas.

A medida que las tropas estadounidenses se aproximaban a Bagdad, hubo una sucesión de informes que decían que cruzarían una «línea roja», dentro de la cual las unidades de la Guarda Republicana estaban autorizadas para usar armas químicas. Pero el Teniente General James Conway, el general a cargo de los marines de EEUU en Iraq, reconoció después que los informes de inteligencia que aseguraban que alrededor de Bagdad habían sido desplegadas armas químicas antes de la guerra, eran erróneos.

«Fue una sorpresa para mí … que no hayamos descubierto armas … en algunos de los emplazamientos de dispersión de vanguaria,» dijo. «Hemos estado en prácticamente cada punto de aprovisionamiento de munición entre la frontera kuwaití y Bagdad, pero simplemente no están allí. Estábamos simplemente equivocados. Nos hayamos equivocado o no a nivel nacional, creo que aún nos queda mucho por ver.»

18. El interrogatorio de científicos proporcionaría la localización de las armas de destrucción masiva

«No me cabe ninguna duda en absoluto de que esas armas están ahí … una vez que contemos con la cooperación de los científicos y los expertos, no me cabe duda de que las encontraremos,» dijo Tony Blair en abril. Se oyeron numerosas aseveraciones del mismo tipo de labios de otras figuras importantes, que decían que los interrogatorios llevarían a descubrir las armas de destrucción masiva, lo que las búsquedas no habían logrado. Pero casi todos los científicos importantes de Iraq están bajo custodia,
y las alegaciones de que persista un miedo a Saddam Hussein que les cierre la boca empiezan a perder solidez.

19. El dinero del petróleo de Iraq iría para los iraquíes.

Tony Blair se quejaba en el Parlamento de que la «gente afirme falsamente que queremos hacernos con las ganancias del petróleo iraquí», añadiendo que éstas deberían ser puestas en un fondo para el pueblo iraquí, administrado a través de la ONU. El Reino Unido promovería una resolución del Consejo de Seguridad que reclamase «el uso de todas las ganancias del petróleo para beneficio del pueblo iraquí». En vez de esto, el Reino Unido avaló una resolución del Consejo de Seguridad que daba al Reino Unido y a EEUU el control sobre las ganancias del petróleo iraquí. No existe ningún fondo administrado por la ONU. Lejos de ser usadas «todas las ganancias del petróleo» para el pueblo iraquí, la resolución continúa deduciendo de los ingresos iraquíes del petróleo el pago en compensación por la invasión de Kuwait en 1990.

20. Se encontraron armas de destrucción masiva.

Tras repetidas falsas visualizaciones, tanto Tony Blair como George Bush declararon el 30 de mayo que dos camiones encontrados en Iraq eran laboratorios biológicos móviles. «Hemos encontrado ya dos camiones, que creemos eran usados para la producción de armas biológicas,» dijo el Sr. Blair. El Sr. Bush fue más allá: «Aquellos que dicen que no hemos encontrado los artilugios de fabricación prohibidos o armas prohibidas – están equivocados. Los hemos encontrado.» Ahora se sabe casi seguro que los vehículos eran para la producción de hidrógeno para globos sonda, precisamente como afirmaban los iraquíes – y que fueron exportados por Gran Bretaña.

Glen Rangwala y Raymond Whitaker, The Independent, UK –13 Julio 2003. – http://www.independent.co.uk/
Traducción al español de la versión original en inglés realizada por el Equipo Nizkor el 13 agosto 2003. – http://www.derechos.org/nizkor/

Incorporación – Redacción. Barcelona. 31 Agosto 2003
El Inconformista Digital.-