Tal día como hoy, La Revolución de los Claveles

El 25 de Abril de 1974 los trabajadores portugueses en perfecta unión con el Movimiento de las Fuerzas Armadas (FMA), decidieron derrocar a una de las dictaduras más viejas de Europa, empezando así un proceso revolucionario que duró alrededor de dos años.

En el año 1973 Portugal era el país más pobre de Europa. Estaba sumido además en una dictadura desde el año 1926 habiéndose agudizado las diferencias sociales entre ricos y pobres. La situación era tan mala para una gran parte de la sociedad portuguesa que entre los años 1964-1973, habían emigrado a otros países millón y medio de portugueses, siendo por aquel entonces la población del vecino país de siete millones de habitantes.

La extensión colonial en África era de catorce millones de habitantes. Con Angola en guerra desde el año 1961 eran las familias trabajadoras y los campesinos las que soportaban la carga económica que se desprendía de esta guerra.

A estos gastos hemos de sumarle las consecuencias de la crisis económica mundial de 1973, que provocaron una inflación que rebajaba cada vez más el valor real de los salarios.

Ante esta situación, la clase trabajadora inicia una serie de huelgas provocando que ésta se afilie en masa a los sindicatos. Se organizan los estudiantes, surgen movimientos espontáneos vecinales que protestan por la carestía de la vivienda, transporte,… así como protestas por la guerra de Vietnam.

Dentro de este clima de lucha se crea en Portugal el MFA, Movimiento de las Fuerzas Armadas, que fue esencialmente un movimiento de lucha dentro del ejército portugués.

Muchos fueron los factores desencadenantes de la creación de este movimiento, pero los más importantes serían: la oposición a la guerra colonial, 107.000 jóvenes huyeron del país para evitar hacer la mili dentro de la contienda, que ya había provocado un número elevadísimo de muertos y heridos; el elevado gasto de esta guerra para el pueblo portugués y el hecho de que los trabajadores y jóvenes no entendían los motivos de esta guerra, de la que se enriquecían los grandes empresarios portugueses.

El epílogo a todo esto sólo podía ser la caída del gobierno dictatorial.

El día 25 de Abril de 1973 a las 12,30 de la madrugada se escuchaba en Radio Renacenca la canción “Grándola Vila Morena” que será siempre el símbolo de la Revolución de los Claveles.

El MFA sale a la calle, asalta cuarteles, detiene a los miembros de la policía secreta portuguesa (PIDE), pero en el camino se encuentra con decenas de miles de trabajadores que habían salido a la calle con ellos, invadiendo las plazas, participando en el asalto de los cuarteles. A las 17,30 del 26 de Abril, Américo Thomás, presidente de Portugal y sustituto de Salazar, se rinde oficialmente. Sólo habían muerto cuatro personas.

Lo peculiar de todo este movimiento es que no fue un golpe militar, sino una revolución que al principio pretendió remover los cimientos de un país sumido en una dictadura, la Revolución de los Claveles, denominada así por los claveles que los soldados sublevados decidieron colocar en la punta de sus fusiles, orientó de nuevo la trayectoria de Portugal, e influyó en la desaparición de la dictadura franquista de España.

Y lo más importante es que ese proceso revolucionario que empezó el 25 de Abril de hace 29 años, culminó en una democracia perfectamente consolidada.


Cuando se cambiaron las balas por los claveles, las mujeres ofrecian claveles a los soldados alegremente

Muchos soles y lunas nacerán
más olas en la playa romperán
ya no tiene sentido tener o no tener
vivo con mi odio a mendigar.
Tengo muchos años para sufrir,
más de una vida para andar,
bebo la hiel amarga hasta morir.
Ya no tengo pena, sé esperar.

“Grándola Vila Morena, terra da fraternidade povo e quen mais ordena dentro de ti o cidade” (José Afonso, 25 de Abril de 1974). – http://www.antorcha.org/musica/grandola.htm

Olga Andrés. Pontevedra. 25 Abril 2003.