El asesinato de los periodistas españoles, Julio A. Parado y José Couso, ha provocado una gran conmoción y repulsa en el colectivo de la prensa nacional, se ha dado un plantón merecido a Aznar en el Congreso y en el Senado, en las movilizaciones de ayer alrededor de España han estado presentes sus nombres poniendo así nombre a todas la muertes de la guerra. Sus hermanos clamaron al cielo estas palabras:
Que no os digan, como afirman desde el Gobierno, que nuestro hermano murió en un «doloroso accidente», que había francotiradores o que ya sabía el peligro que corría.
Que no os digan, como afirman desde el Gobierno, que su muerte la utilizará el régimen iraquí, o que su muerte crispa mas a la opinión pública y hay que olvidarse…, o que es «algo sorprendente».
A nuestro hermano lo han ASESINADO.
Lo han ASESINADO los mercenarios del Imperio.
Que no quieren testigos.
Que no quieren voces ajenas a sus noticieros marca Disney, donde las bombas son «inteligentes», las guerras son «humanitarias» y los muertos civiles son «daños colaterales».
Han ASESINADO a nuestro hermano para advertir a la prensa que o camina con ELLOS o se tropieza con la muerte.
Lo han ASESINADO desde la impunidad del poderoso, sabiendo que no hay que dar explicaciones, que intentarán que nadie sea juzgado, que jamás sepamos la verdad.
En estos días tristes David, Bárbara y Javier comentábamos que, si son capaces de ASESINAR a un periodista acreditado como nuestro hermano, en pleno centro de Bagdad y a ojos de toda la comunidad internacional, ¿qué no estarán haciendo con los civiles o con los que consideran enemigos que encuentran a su paso?
Estos sinvergüenzas que en nombre de la moralidad son inmorales, que en nombre de la libertad la aplastan, que en nombre de la vida matan…
Pero hay otros, PEORES. Como decía el poeta «los bueyes que doblan la frente», los adláteres, los sumisos, los cómplices, los que se arrastran, los comparsas, los pelotas, los chupatintas, los indignos, los arrastrados, los «bienpagaos»,… que desde este gobierno desprecian a su pueblo y se alían con el Imperio.
Y en medio: nosotros, «los leones que levantamos la frente». EL PUEBLO.
Que hemos salido a la calle, con nuestras manos, nuestros puños, nuestros gritos, nuestros cantos, nuestros lloros, nuestras canciones, nuestras heridas, nuestra resistencia, nuestra valentía.
¡Sabed poderosos! Que en este pueblo aún hay dignidad para enfrentarse a la muerte y la barbarie, para deciros que vuestro Imperio no nos gusta y lo combatiremos siempre.
Hoy, JOSE COUSO, NUESTRO HERMANO, estés donde estés te digo, rodeado de este pueblo valiente, que odiamos la guerra de los ricos y que BUSH, BLAIR y AZNAR sólo tienen un nombre:
¡¡¡¡ASESINOS!!!!
David, Bárbara y Javier Couso Permuy
Madrid, 10 de abril de 2003
Incorporación – Redacción. Barcelona. 11 Abril 2003