Crónica de los brigadistas: Décimo sexto día de invasión y ataques

El Inconformista Digital recoge de CSCAweb -. Durante toda la noche pasada los brigadistas han escuchado el sobrevuelo permanente de los aviones estadounidenses sobre sus cabezas en vuelos rasantes seguidos de impactos de bombas.

Desde la azotea del lugar en el que se alojan se oían igualmente bombardeos sostenidos de artillería en el sur que por el sonido de las explosiones podrían situarse a unos 15 Km. de distancia.

Desde ayer a las 19.30 de la tarde Bagdad está sin luz. La capital iraquí tiene unas siete centrales eléctricas que suministran electricidad a la ciudad y a los distritos de su periferia. Nadie sabe si el corte de suministro eléctrico es debido a que se han bombardeado las centrales o a qué responde.

Ampliación de la cartilla de racionamiento

El gobierno de Iraq ha ampliado la cartilla de racionamiento con la que se atienden las necesidades nutricionales y de higiene básicas de la población iraquí desde que en 1991 se impusiera el embargo internacional contra Iraq. En las semanas previas a la invasión, las autoridades iraquíes adelantaron a la población cupones de racionamiento para seis meses, es decir, hasta agosto, con el fin de asegurar el aprovisionamiento de víveres en cada casa y para todas las familias. Ayer la Brigada pudo saber en un almacén de distribución del racionamiento del distrito de Adamiyya en el que se estaba pesando y repartiendo harina, grano y arroz, que el gobierno ha distribuido dos cupones más a cada familia, es decir, los correspondientes a septiembre y octubre. Esta distribución, que se ha llevado acabo eficazmente desde hace doce años por los canales del sistema público iraquí y bajo la supervisión de las agencias de Naciones Unidas, alcanza al 96% de la población iraquí según han documentado dichas agencias. En estos momentos y ante la previsión de que el asedio de las tropas estadounidenses y británicas a las ciudades y núcleos urbanos pueda prolongarse como un mecanismo de presión para desactivar a la población y a sus defensas, es imprescindible para poder seguir garantizando la supervivencia de la gente.

Hospitales colapsados por el incremento masivo de heridos civiles

Convencidos de la necesidad de documentar los ataques que se están produciendo contra barrios de población civil, los brigadistas han seguido hoy y ayer con sus visitas a los hospitales y también a los barrios que han sufrido bombardeos o impactos de misiles para visitar in situ los lugares afectados, conocer a las familias de las víctimas y reconstruir los hechos.

Esta mañana han visitado los hospitales de Yarmuk y Al Kindi. La constatación de que el número de ingresos se ha multiplicado desde ayer por la tarde hasta esta mañana por cinco ilustra la intensidad con que han aumentado los bombardeos sobre Bagdad en las últimas horas. Igualmente, el perfil de los heridos y cadáveres ingresados indica que siguen siendo los barrios de población civil los objetivos de los ataques. Ambos hospitales están al límite de su capacidad. El personal médico y sanitario sigue mostrando una gran solvencia pero se aprecia que la situación es mucho más limitada ante el aumento de heridos y la falta de recursos en equipamiento. Además, el corte del suministro eléctrico dificulta tremendamente la actividad médica hospitalaria porque los generadores de los que disponen son insuficientes para dar respuesta al incremento de atención que se requiere.

El colapso y la actividad frenética del personal médico en ambos centros, dos de los más grandes de Bagdad, ha obligado a la Brigada a anteponer el respeto a las labores médicas y a renunciar a llevar a cabo esta mañana su actividad diaria de documentar por muestreo y caso por caso los ingresos y testimonios de heridos.

En el tiempo que los brigadistas han estado en el Hospital Yarmuk, la entrada permanente de ambulancias y camillas con heridos sangrantes o ensangrentados no ha cesado en un aluvión procedente de la zona sur de Bagdad, masivamente bombardeada y atacada ayer y esta madrugada, según han podido saber nuestros compañeros. Las salas del centro hospitalario están congestionadas de heridos y familiares en lo que es un salto cuantitativo respecto a los días anteriores.

Este Hospital, según ha informado a la Brigada el Dr. Fathi Al Nakasi ha registrado solo ayer 200 heridos de los cuales 80 han tenido que ser derivados al Hospital Sadam de la Ciudad Universitaria. El recuento del número de ingresos ya cadáver no ha podido efectuarse todavía. A este aumento de actividad por el aumento de ingresos se une el hecho de que este hospital tiene reducia su plantilla de médicos como consecuencia de la creciente dificultad en la movilidad general. Muchos doctores han salido de Bagdad en sus periodos de descanso a visitar a sus familias y tienen muchas dificultades para regresar desde el exterior. Ciertamente y según pudo comprobar ayer la Brigada en el exterior de Bagdad se han montado barricadas que dificultan el tráfico en las carreteras. En el momento de la visita había en el hospital unos 10 ó 12 doctores. La mayor parte de los heridos son trabajadores del aeropuerto y habitantes de la zona sur del aeropuerto. El Dr. Fathi ha descrito que los cadáveres ingresados presentan heridas de gran tamaño desconocidas hasta ahora que parecen de metralla pero que probablemente pueden estar causadas por armamento ligero de gran calibre y fuego de artillería.

A la entrada se ha vuelto a constatar que los heridos que ingresan, entre los que hay algunos milicianos, son mayoritariamente civiles.

La Brigada ha recogido un testimonio muy grave de los efectos de las bombas de racimo. Se trata de Yaber Hamas, de 67 años, granjero de Yusifiyye herido ayer a media noche durante un bombardeo que le causó heridas en el tórax y en el abdomen y fracturas en los costados. Yaber estaba en su casa cuando salió a vigilar el ganado y describe cómo una lluvia de bombas cayó del cielo sobre la zona. No sabe si hay más heridos ya que no puede contactar con nadie de su familia. La falta de líneas telefónicas desde que todos los centros de comunicaciones fueron bombardeados por los estadounidenses en los primeros días de la invasión, causa que cuando se producen los bombardeos no se pueda llamar a las ambulancias y que sean los propios vecinos quienes trasladen a los heridos a los hospitales. Ello explica por qué hoy, tanto en el Hospital Al Kindi como en el Yarmuk hay tanta afluencia de gente buscando a sus familiares heridos.

En Al Kindi, el Dr. Osama ha estimado que ayer ingresaron 10 cadáveres. La Brigada se ha interesado por el estado de Ali Ismain, el niño de ambos brazos amputados como consecuencia del bombardeo de Safarina y en el que perdió a todos los miembros de su familia. El diagnóstico de los doctores es muy pesimista pues corre un grave riesgo de choque séptico por las quemaduras que tiene en el tórax.

La Brigada ha documentado hoy el primer herido civil de bala. Se trata de un señor de 45 años, Abbas Senshel, funcionario del Ministerio de Vivienda y Desarrollo que fue herido ayer a las 11.30 de la mañana por un destacamento de soldados estadounidenses en el sur de Bagdad, en el cruce de carreteras entre Swera y Yusifiyya, a unos 40 Km. de la ciudad. El vehículo en el que viajaba fue ametrallado sin previo aviso causando la muerte a la persona que le acompañaba. Abbas tuvo que caminar herido 5 Km. hasta encontrar a quien le dio auxilio y le trasladó al hospital.

Se necesita asistencia médica en especialistas de cirugía traumatológica y enfermeros

En el Hospital Al Kindi los brigadistas han coincidido con el ministro de Sanidad iraquí, el kurdo Omid Mathat, quien ha reconocido a la Brigada y se ha acercado a saludarles. El Sr. Mathat les ha confirmado que los hospitales se están colapsando de heridos y que estos son esencialmente civiles. Igualmente les ha informado que debido al tipo de heridas que están produciendo las bombas de racimo y las explosiones de misiles, Iraq requiere asistencia médica del exterior, en concreto de cirujanos cardiovasculares y enfermeros y enfermeras, así como los kits standard necesarios para afrontar intervenciones y fijaciones externas traumatológicas.

Las víctimas del ataque a Addamiyya

Ayer por la tarde los brigadistas se desplazaron a Addamiyya, uno de los distritos que fueron atacados el pasado 25 de marzo cuando un misil lanzado contra uno de sus barrios causó la muerte de 6 personas además de 23 heridos, todos ellos civiles.

La calle donde cayó el misil se llama Raghiba Jartum y pertenece al barrio de Al Qam. El misil impactó contra una casa y la onda expansiva causó el derrumbe de otras 3, dos a sus lados y una detrás. Cuando se han acercado los brigadistas han vuelto a encontrarse con el profesor de Arte de la Universidad de Bagdad, Husan Al Ahrawi, a quien conocieron el día de los funerales de las víctimas del ataque. El Sr. Al Ahrawi les ha acompañado en su visita a la casa de atrás, que presenta un aspecto de derrumbe total, donde les ha explicado que vivía una madre viuda con siete hijos que se ganaba la vida como empleada doméstica. El impacto de la explosión del misil y el derrumbe de su vivienda le produjo la muerte bajo los escombros. Cuando pudo ser rescatada ya sin vida apareció su cuerpo completamente mutilado. Sus siete hijos se han trasladado a un pueblo a las afueras de Bagdad para realojarse con unos familiares. El Sr. Al Ahrawi ha contado a los brigadistas que la novia del mayor de sus hijos, un adolescente llamado Akil Jalil, había resultado gravemente herida como consecuencia de la explosión: ha perdido media parte del rostro y uno de sus ojos le ha salido de la cuenca.

En una de las otras dos casas situadas enfrente de la que recibió el impacto del misil, los brigadistas han podido conocer a una anciana, Badrila Hasan, de 75 años de edad que tiene heridas en la zona del abdomen y en los brazos como consecuencia del impacto causado por los cristales rotos por la onda expansiva.

En la otra casa reside el matrimonio de Yaser Fajari, de 60 años, jubilado, y Safia Al Miami, de 52. Los dos se encontraban en casa cuando se produjo el ataque. Yaser tiene numerosas heridas en la pierna izquierda que le impiden caminar. Safia perdió de manera inmediata la visión en el ojo izquierdo y tiene también heridas en la pierna que le impiden desplazarse. Los dos recibieron el impacto de los cristales de las ventanas en su cuerpo tras producirse la explosión del misil en la casa de enfrente. Safia estaba cocinando al lado de su hijo Sinam Fajari, de 31 años y funcionario, cuando vio la bola de fuego que inmediatamente rompió los cristales. Salió corriendo con su hijo hacia la calle, ambos completamente ensangrentados.

La labor de los brigadistas

Alertados por lo las informaciones acerca de que se pueda estar produciendo un avance de las tropas estadounidenses hacia los alrededores de Bagdad, los brigadistas transmiten que por el aspecto de la ciudad en el día de hoy, viernes, y por tanto jornada de descanso en la semana, no pueden confirmar que se haya producido ningún cambio sustancial entre la población y esperan a mañana para notificar si se ha producido.

Igualmente, ante las reiteradas y numerosas muestras de preocupación que los brigadistas reciben a diario desde el territorio español y otros puntos, y a la vista de lo que pudiera ser el inicio de la ofensiva terrestre sobre las inmediaciones de la ciudad, los integrantes de la Brigada siguen evaluando día a día su situación así como cuáles son las posibilidades de seguir haciendo una labor que consideran está siendo útil como contribución al Movimiento contra la Guerra en nuestro país. En este sentido, la Brigada quiere transmitir mediante estas líneas que la decisión al respecto de permanecer o no en Bagdad se tomará colectivamente en función de la utilidad de su trabajo y sin menosprecio del riesgo que pueda suponer para su propia seguridad.

El estado anímico de todo el grupo es bueno a pesar de que cada día a su alrededor se recrudece la realidad a causa el horror y la destrucción que provoca la barbarie estadounidense y británica con su guerra ilegal contra todo el pueblo de Iraq.

Bagdad/Madrid, 4 de abril de 2003(www.nodo50.org/csca)

Incorporación – Redacción. Málaga. 9 Abril 2003