Carta abierta al Presidente José Mª Aznar de los brigadistas contra la Guerra en Bagdad

A D. José Mª Aznar, presidente del Gobierno español

Muy Sr. nuestro:

Como Ud. quizá sepa, siete ciudadanos y ciudadanas del Estado español hemos decidido permanecer en Bagdad una vez iniciada la intervención de EEUU, de Gran Bretaña y de sus aliados contra Iraq. Nos consideramos parte de esa abrumadora mayoría de ciudadanos y ciudadanas que en el Estado español condenan y se movilizan contra esta guerra ilegítima e inmoral y esperamos que nuestra permanencia en este país en estos terribles días de violencia y sufrimientos posibilite que este pueblo amigables reciba el aliento de su solidaridad.

Asimismo, estamos documentando los Crímenes de Guerra y Crímenes contra la Humanidad que los agresores están cometiendo contra el pueblo iraquí desde hace ya más de dos semanas. El más reciente que hemos recogido, ayer mismo en la Ciudad Sanitaria Sadam, lo protagoniza Nasra Ali, una niña de ocho años de preciosos ojos verdes que vivía en uno de los barrios meridionales de la capital cercano al aeropuerto, una zona despiadadamente bombardeada por la aviación estadounidense en los últimos días. En un bombardeo del sábado, 4 de abril, Nasra perdió a sus padres, a sus seis hermanas, a sus tres hermanos y ella misma fue gravemente herida en el abdomen, cabeza y brazo izquierdo. Seria, silenciosa, fijándose atentamente en nuestro grupo, Nasra tenía la mirada agrandada que hemos visto en decenas de niños y niñas iraquíes estos días en los hospitales de la ciudad. La de aquellos que por su edad son incapaces de asumir todo el horror instantáneo e infinito que un ser humano puede llegar a imaginar.

Nasra no es la única víctima de esta barbarie: hemos visto decenas de miradas como la suya. Para nosotros constituirá sin duda una pesada carga llevar de por vida en nuestro recuerdo todos estos rostros avejentados repentinamente por el terror vivido. Pero, igualmente, consideramos que es un privilegio, también un deber ético, preservar en nuestra memoria para dar fe de ello, si fuera posible, la dignidad y la discreción con que este pueblo inerme está afrontando tan terribles pruebas, así como los abominables e injustificables crímenes que contra él se están cometiendo.

A Ud. no le cabe tal alivio. Apenas habrá vislumbrado en la pantalla del televisor las imágenes de las víctimas de este crimen del que es cómplice: como para los propios pilotos que lanzan sus bombas sobre Bagdad desde miles de metros de altura, Ud. no considera que a pie de tierra hay aquí seres humanos muriendo o quedando gravemente afectados de por vida, perdiendo sus seres queridos y sus bienes. Como al presidente Bush o al primer ministro Blair, mentir y justificarse son los únicos recursos que le restan, pero ello no le exime ni jurídica, ni política, ni moralmente de ser responsable de estos crímenes, de haber cometido Crímenes contra la Humanidad al igual que el resto de los miembros del gobierno que Ud. preside.

Ud. y su gobierno se comprometieron desde un principio con el proyecto estadounidense y británico de invadir y ocupar Iraq violando el Derecho Internacional, malversando las relaciones con el Mundo Árabe y, una vez iniciada la guerra, facilitaron los bombardeos intensivos e indiscriminados de las ciudades iraquíes en los que los civiles muertos y heridos se cifran ya en miles. Si antes de la guerra instancias directamente vinculadas con su entorno procuraron beneficiarse de la reanudación de las relaciones comerciales con Iraq, ahora pretende Ud. y su gobierno asociar al Estado español al pillaje de la posguerra.

No cabe ser optimistas sobre el hecho de que Ud. mismo, junto con el presidente Bush y con el primer ministro Blair, sean encausados y condenados por un Tribunal por estos crímenes. Si ello fuera posible, desearíamos no obstante poder contribuir a ello con nuestro testimonio, como testigos de lo que aquí está sucediendo. Pero no nos cabe duda alguna de que la sentencia ya le ha sido dictada por la inmensa mayoría de nuestros conciudadanos y que la Historia pondrá junto a sus nombres el adjetivo de asesinos.

Copia de esta carta ha sido remitida a los medios de comunicación para su difusión pública.

Bagdad, 7 de abril de 2003

Brigadistas en Iraq contra la Guerra:

Javier Barandiaran
José Bielsa Fernández
Belarmino Marino García Villar
Mª Rosa Pañarroya Miranda
Ana Mª Rodríguez Alonso
Mª Teresa Tuñón Álvarez
Carlos Varea González

Incorporacion. Redacción. Barcelona. 9 Abril 2003.