Crónica de los brigadistas: Décimo primer día de invasión y ataques

El Inconformista Digital – CSCA – En el décimo primer día de la agresión militar de EEUU y Gran Bretaña contra Iraq, la Brigada Internacionalista contra la Guerra ‘Mohamed Belaidi’ en Bagdad informa de que al igual que las noches anteriores, los bombardeos sobre la ciudad se han mantenido constantes produciéndose fuertes explosiones en las cercanías de su alojamiento a las 24.00, 2.00 y 5.00 hora local.

Durante toda la noche, minuto tras minuto, se ha podido escuchar el zumbido persistente y nítido de los aviones militares B-52.

Nuevos ataques contra los centros de telecomunicaciones

Como han podido ver esta mañana los brigadistas, los fuertes impactos escuchados durante la noche han tenido como objetivo los centros de telecomunicaciones. El de Shalajiyya, en la margen izquierda del Río Tigris, situado en el barrio del mismo nombre junto al nuevo ferroviario de la Estación Central de Bagdad, ha sido atacado cinco veces esta madrugada. Se trata de un edificio de cinco plantas que por efecto del ataque con bombas de implosión ha quedado intacto en su estructura pero reventado en su interior pudiéndose ver desde la calle el destrozo de sus dependencias, amasijos de cables y mobiliario calcinado. La alta torre de comunicaciones permanece en pie.

Este centro de telecomunicaciones está situado a cien metros del Hospital de cirugía cardiaca Ibn Al Baitar, tan solo separado por una valla.

Igualmente, los brigadistas han podido ver el centro de comunicaciones situado en la calle Omar Ben Abdelasis, en el barrio Addamiyya, que ha sufrido ya varios ataques en los últimos días y que ayer a las 11.00 de la mañana fue de nuevo objetivo de dos misiles estadounidenses. Esta madrugada, a las 5.00 hora local, ha vuelto a ser alcanzado por tres impactos de misil. Un cuarto lanzado contra el centro fue a parar a un edificio colindante de viviendas y locales comerciales en la esquina con la Plaza Antar. El impacto del misil ha convertido su esquina en un cráter destrozando el chaflán. Los laterales y la parte de atrás del edificio de dos plantas del centro de comunicaciones, así como los edificios de las calles laterales, de unos 50 metros de anchura, han quedado muy gravemente dañadas. Sorprendentemente no ha habido víctimas posiblemente porque en esa parte del edificio están instaladas tiendas y comercios y este último ataque se ha producido de madrugada. El muro del edifico que albergaba el centro de comunicaciones se ha caído sobre el lateral izquierdo del edificio que milagrosamente no ha aplastado las viviendas. Desde el exterior puede verse la estructura metálica al aire y los cajetines de la centralita de teléfonos reventadas. Desde primeras horas de la mañana, los trabajadores están sacando las mesas y los ordenadores del interior. Tampoco aquí se ha derrumbado la torre de las comunicaciones.
El centro de comunicaciones de Addamiyya está situado en frente de la Facultad de Magisterio.

Asimismo, el centro de comunicaciones situado en barrio Sha’ab, barrio también castigado repetidamente por los bombardeos y misiles estadounidenses desde el comienzo de la agresión militar, fue nuevamente atacado ayer. Los operarios trabajaban esta mañana para intentar recuperar las conexiones telefónicas. Toda la ciudad ha quedado sin línea telefónica. Los brigadistas, que hasta hace dos días podían con toda normalidad contactar telefónicamente con el exterior desde el servicio de teléfonos del emplazamiento en el que se encuentran, han tenido que comenzar a operar con un teléfono vía satélite desde el que pueden seguir llamando y recibiendo llamadas.

Ataque sistemáticos a barrios civiles

Tras comprobar en sus visitas a varios hospitales de la ciudad que los heridos por los ataques de los aviones estadounidenses son en su inmensa mayoría civiles y que proceden de barrios que han sufrido ataques reiterados desde que comenzara la agresión, los brigadistas han decidido hacer un registro de ingresos por muestreo en hospitales elegidos al azar. Se constata, por los testimonios de heridos y personal médico de los distintos centros hospitalarios, que hay muchas incidencias de heridos y muertes entre civiles que no se registran.

Hoy han visitado el Hospital de Naoman, en el barrio de Addamiyya cuya población ha sido repetidamente castigada por los bombardeos estadounidenses. Este centro ha registrado el ingreso de 20 heridos del ataque lanzado contra el barrio el pasado 25 de marzo que han sido ya dados de alta. No había registrado aquí ningún fallecimiento de vecinos de Addamiyya a pesar de que si se produjeron muertes registradas en otros hospitales. Sin embargo, el centro ha ido registrando progresivamente ingresos de heridos en distintos días como consecuencia del lanzamiento de misiles estadounidenses contra el barrio Sha’ab el 24, 28 y 29 de marzo, viéndose casos de heridos de la misma familia que han sido alcanzados por los mismos ataques y por otros producidos en diferentes días en los mismos barrios.

Los brigadistas han estado con Omar Abdel Karim, de 29 años de edad, trabajador y vecino de Sha’ab, que ha resultado herido en el abdomen por el impacto de los misiles lanzados contra el barrio el día 29 a las 16.40 hras. El ataque afectó a siete familias de su entorno.

Al igual que él, su vecino Munib Habib Hamid, dependiente de 31 años de edad, en estado grave, sujeto a las bombas de oxígeno y sin poder hablar, fue herido el mismo día por metralla en el vientre, piernas y tórax, junto a su mujer y a su hijo.

Otro vecino, Georgis Basar, trabajador de nacionalidad egipcia, fue alcanzado por el impacto de la metralla de las bombas de fragmentación en el mismo barrio el pasado 28 de marzo. Tiene incrustadas esquirlas de metralla en manos y piernas. Munir lleva catorce años viviendo y trabajando en Bagdad y cuenta que en esta ciudad hay unos cien mil trabajadores de Egipto que permanecieron en el país a pesar de que buena parte de sus compatriotas salieron de Iraq durante la Guerra del Golfo de 1991. Munir mantiene que se siente entre hermanos y que se quedará pese a todo.

La generosidad del pueblo

Pese a la devastación y la conmoción que está causando la invasión de las tropas y aviones estadounidenses en el país, la gente en Bagdad sigue mostrando su mejor talante y su cordialidad. Los brigadistas se sienten impactados cuando pasean por calles de barrios que a pesar de haber sido atacados están llenos de vida y en los que la gente se sigue relacionando con una naturalidad que solo quiebra el sonido constante y pertinaz de los aviones militares estadounidenses. Sabiendo que estos barrios han sido y seguirán siendo el escenario repetido de los ataques de EEUU contra esta ciudad, resulta conmovedor ser testigo a diario de las permanentes muestras de hospitalidad hacia ellos: hoy en el mercado de Addamiyya, donde los brigadistas han ido a aprovisionarse de alimentos, frutas y agua, los vendedores no han querido cobrar sus compras ofreciéndoselas como un regalo.

La generosidad de esta gente asediada y sometida desde hace doce años a una agresión exterior permanente y hoy abiertamente atacada en sus barrios, sus calles, sus mercados y sus casas, es una expresión más de la madurez de este pueblo que se muestra a si mismo y al mundo cómo funcionan los resortes del coraje colectivo para defenderse cuando se les ataca cobarde e impunemente desde el cielo a golpe de metralla o de misil.

Resistencia miliciana y popular

Como un mecanismo de resistencia colectiva frente a la agresión exterior, y a pesar de que los ataques de la aviación militar de EEUU se producen indistintamente en las horas de luz o en la oscuridad, los ciudadanos de Bagdad manifiestan una explícita voluntad de resistir que se expresa en la «normalidad» con que recuperan cada día los espacios públicos, las calles, las plazas y los mercados. Solo a la noche, a pesar de que no se ha declarado oficialmente el toque de queda, la gente se retira a sus casas como marca la costumbre en cualquier parte del mundo. En las horas de luz el transporte público sigue funcionando mediante los autobuses rojos de dos plantas característicos de las calles de Bagdad y el tráfico de vehículos privados sigue siendo denso durante el día en el centro de la ciudad.

Los emplazamientos destruidos por las bombas son inmediatamente limpiados de escombros para ser reconstruidos. Cada vez hay más comercios abiertos y el tránsito de mujeres y hombres de todas las edades es bien visible en las calles. Soldados, milicianos y civiles armados se mueven con naturalidad entre el resto de la población, compran sus lechugas en los puestos, descansan en las paradas con el Kalashnikof entre las piernas, beben el té en los cafetines hablando con jóvenes y ancianos, departen en las tiendas o juegan con los niños, en escenas que se repiten por todas partes y que despiertan la memoria viva de las imágenes de nuestras propias ciudades durante la guerra civil contra el fascismo. No se ve escisión entre la defensa del ejército y la población civil. Esta es una resistencia miliciana y popular forjada en la entereza, la determinación, el coraje y la dignidad. Estos son los resortes en los que se inscribe la resistencia popular, a pesar de la amenaza que pesa sobre la entrada de las tropas estadounidenses en la ciudad. Resistencia popular nutrida en la propia historia de este pueblo y aleccionada en el ejemplo que durante más de cincuenta años ha dado y sigue dando el pueblo hermano palestino en su lucha contra la agresión y la ocupación por parte de Israel.

Hoy, 30 de marzo, cuando el pueblo palestino conmemora el Día de la Tierra, Palestina e Iraq son un mismo pueblo en una misma lucha contra la misma violencia y agresión que la barbarie del sionismo israelí y el fascismo estadounidense les infligen.

Desde Bagdad, todo nuestro apoyo y nuestra solidaridad para el pueblo palestino.

Bagdad/Madrid, 30 de marzo de 2003(www.nodo50.org/csca)

Incorporación – Redacción. Barcelona. 30 Marzo 2003