La tormenta roja: arma de destrucción masiva – por Francesc Sánchez

Mientras la división acorazada norteamericana septimo de caballería se dirige hacia Bagdad sin entrar en las ciudades que encuentra a su paso, la aparición de una fuerte resistencia ha traído duros combates. Pero sin duda la resistencia más dura que ha encontrado el ejercito norteamericano ha sido la tormenta roja.

La tormenta roja

En la guerra del Golfo Pérsico se escogió el mes de febrero para desencadenar la ofensiva terrestre sobre Kuwait y el sur de Iraq, en esta guerra que hoy contemplamos las malas condiciones climatológicas que se desencadenan en Iraq también se tuvieron en cuenta, de ahí que se barajara continuamente el mes de febrero como el mas adecuado para la contienda. Sin embargo el atraso del envío de tropas, el incierto frente al norte de Iraq – con una Turquía reticente al despliegue del ejercito norteamericano en su territorio -, y quizás las vicisitudes diplomáticas y económicas que desconocemos, han hecho que la guerra se desencadene en un Marzo cargado de precipitaciones climatológicas en Iraq.

Las tormentas de arena están siendo un grave problema para las divisiones norteamericanas que avanzan hacia Bagdad. La arena transportada por el fuerte viento a una velocidad no inferior a 90 km/h, a inutilizado vehículos acorazados, dejado fuera de juego o perdidos en el desierto helicópteros y, naturalmente frenado el avance hacia Bagdad durante largas horas en al menos dos ocasiones. Según los reporteros adosados a los marines del septimo de caballería las complicaciones respiratorias de los soldados pueden estar apareciendo, no en vano son desconocedores del terreno y están poco habituados a estas adversas condiciones climatológicas.

La resistencia iraquí

Las tropas norteamericanas en su insistencia por llegar a Badgad, están bordeando todas las ciudades y pueblos que se encuentran a su paso, hecho que ya se ha girado en su contra al recibir fuego enemigo en la retaguardia por parte de los milicianos. En las ciudades de An Najaf y Karbala. En esta ultima ciudad a tan solo 150 km de Bagdad, ayer se produjeron duros combates saldándose con bajas en los bandos, más de mil en lado iraquí – según fuentes estadounidenses -, y un numero menor pero indeterminado en el bando norteamericano.

Esta resistencia iraquí que esta en todas partes no la forman soldados regulares ni soldados de la guardia republicana, es una resistencia integrada por gente del pueblo que se ha alzado en armas, los hay del partido Baaz pero también ajenos al régimen de Saddan Hussein, quizás en esta gente pese mucho el odio a la invasión extrajera, responsable no solo de esta contienda si no de la pasada guerra del Golfo Pérsico y del largo embargo posterior vigente hasta nuestros días. Sea como sea, hoy no sabemos que es de la citada en varias ocasiones sublevación chiíta en Basora, ni sabemos si se ha producido a ciencia cierta, ni sabemos bien bien si el pueblo chiíta hostigado duramente después de la guerra del Golfo Pérsico por Saddan Hussein se puede alzar en armas contra el régimen iraquí, desconocemos si van a jugarse la vida al lado de sus otros enemigos los norteamericanos, pues a saber que el pueblo chiíta como sus vecinos chiítas iraníes odian de base a los EE.UU.

El puerto de Umm Qsar, esta vez parece ser que esta bajo control de las fuerzas británicas. Desde Umm Qsar, básicamente el único puerto iraquí las tropas norteamericanas están recibiendo todo lo necesario para continuar su asedio al país.

Bagdad aguarda

La guardia republicana, poco se ha visto, no se habla aun de combates entre esta facción del ejercito iraquí y las tropas norteamericanas. Alrededor de Bagdad según dicen muchos medios comunicación – seguramente por mediación de fuentes gubernamentales estadounidenses – existen dos círculos de protección, ya mencionados semanas atrás antes del inicio de la guerra. El primero a unos 150 km de Bagdad presuntamente estaría integrado por más de 80 mil soldados de la guardia republicana, y el segundo a unos 30 km de la ciudad por 15 mil más, estos de la guardia republicana especial. Lo que nos consta es la salida de Bagdad de una gran columna de más de mil vehículos, presumiblemente tropas que han ido al encuentro del séptimo de caballería. También nos consta la preparación del pueblo iraquí en Bagdad para recibir a los soldados norteamericanos, no parece que vayan a recibirlos con los brazos abiertos, si no a balazos, pues miles de soldados y milicianos andan por las calles de la ciudad con rifles Kalasnikov.

Desconocemos si en esos hipotéticos círculos alrededor de Bagdad, como dice alguna prensa, el ejercito iraquí usara las hipotéticas armas químicas, pero por de pronto estas tormentas del desierto se han convertido en la pesadilla del ejercito norteamericano, como la nieve lo fue en el pasado en el avance hacia Rusia de los ejércitos de Napoleon y Hitler. Quien sabe también si Bagdad será el Stalingrado para los norteamericanos, solo sabemos que las bombas matan cada día a civiles pues ya no buscan objetivos militares, y la gente no huye, los bagdadis se quedan preparándose para lo peor.

No esta falta de ironía la historia, el que fue el nombre de la operación terrestre sobre Iraq en la Guerra del Golfo Pérsico: “Tormenta del desierto”, hoy es su peor enemigo.

Fuente fotográfica – The New York Times

Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción, Barcelona. 27 Marzo 2003