El asedio de Iraq – por Mar Molina

Las amenazas se cumplieron, Estados Unidos y Gran Bretaña comenzaron el día 20 de marzo a bombardear y ocupar Iraq. Bush se amparaba en discursos bíblicos, mientras sus aviones descargaban la ultima tecnología destructiva sobre Bagdad.

Las conquistas y el triunfalismo

Desde el día 20 de marzo que empezó la guerra, la propaganda, las exageraciones y las siempre desproporcionadas mentiras han inundado los medios informativos.

La fuerzas de agresión y ocupación de los Estados Unidos y Gran Bretaña no han dejado de proclamar, en estos pocos días, con triunfalismo, que ya habían controlado las ciudades fronterizas del sur de Iraq, Umm Qasr y Basora. Por su forma de referir estas conquistas nos han hecho ver que el camino hacia Bagdad estaba expedito, que avanzaban con una facilidad extraordinaria y que los iraquíes se rendían a sus pies.

La potencia de fuego y destrucción sobre Bagdad está quedando patente a través de las imágenes que vemos todos los días en las televisiones y que retransmiten en directo los periodistas por conexión telefónica con la voz temblona y la afectación del miedo. A la vista de las columnas de fuego que se levantan en la ciudad y de los terribles estruendos de la onda expansiva, huelgan las palabras.

Hemos visto estos días la rendición de los soldados iraquíes, de los civiles y de las gentes en sus casas mirando a los ojos de los soldados norteamericanos sin pestañear. Esas imágenes no eran de pueblos, sino de periferias y desiertos, de lugares indeterminados que nos ubicaban con un rótulo.

Las informaciones hablaban de que Basora había sido tomada por americanos y británicos, paremos un poco en esta ciudad. Basora es una ciudad de 20 kilómetros de extensión. Esta ciudad se encuentra en la zona de exclusión aérea, marcada por Estados Unidos y Gran Bretaña después de la 2ª Guerra del Golfo en 1991, desde entonces los bombardeos han sido constantes, más de 100.000. Con ese bagaje de destrucción, los soldados británicos y estadounidenses no han generado en estos años muchas simpatías entre los basorís, que, además, sufren las consecuencias del bombardeo con uranio empobrecido (300 toneladas cayeron del 24 al 29 de febrero de 1991) con la multiplicación de canceres y malformaciones congénitas. Una ciudad de la extensión de Basora no se puede controlar en unas pocas horas y mucho menos tomar. Ha sido la cadena de televisión Al-Jazeera la que ha informado de que Basora no ha sido tomada y que hay fuertes combates. Lo mismo está pasando en Umn Qasr.

Las imágenes de batallas de los ejércitos de EE.UU y Gran Bretaña contra los iraquíes, que nos muestran, son periféricas, de desiertos y de avances por carreteras. Pareciera, si es cierto que están a 100 kilómetros de Bagdad, que están rodeando los centros urbanos, dejando efectivos tras de sí para cubrirse la retaguardia. Es decir, a la vista de las distintas versiones, no entran en las ciudades, tal vez para no tener bajas que luego han de explicar a la opinión pública, aunque en el caso de Basora parece que han cortado el suministro de luz y han dejado fuerzas de asedio a su alrededor. Aunque prosiguen con los bombardeos masivos y el lanzamiento de misiles Tomahawk desde los barcos situados en el Golfo Pérsico.

Esas técnicas de asedio nos recuerdan a las batallas medievales, cercando las ciudades y cortando los suministros y las salidas para conducirlas a la rendición por inanición.

Parece que los anuncios y las estrategias de una guerra corta no están siendo efectivas sobre el terreno, aunque intenten vendernos a través de los medios de comunicación que todo va según lo previsto.

Todo esto nos lleva, irremediablemente, a especular sobre los acontecimientos y a esforzarnos por leer entre líneas para enterarnos de algo.

Inteligencia militar

Las perdidas de los ejércitos de EE.UU. y Gran Bretaña, según su propios comunicados, provienen de “supuestos accidentes”. Si esto es cierto, al menos curioso si que es, viene a demostrar la incapacidad organizativa y la falta de coordinación de ambos ejércitos.

Helicópteros que se estrellan, otros chocan que frontalmente entre si; soldados estadounidenses en plan quintocolumnistas que atentan con granadas contra los mandos; misiles Patriots americanos que derriban aviones ingleses… Parece que la inteligencia militar está dejando mucho que desear y a este paso se matan entre ellos.

Aunque también esto puede formar parte de la ocultación de información sobre las consecuencias que para las fuerzas estadounidenses y británicas está teniendo la guerra, porque aunque el ejército iraquí disponga de armas anticuadas, alguna vez acertará al disparar sobre los objetivos. Otra cosa es que estadounidenses y británicos quieran reconocer las bajas ante la opinión pública de sus respectivos países y estén minimizando la situación.

Las cifras de civiles muertos poco a poco van aflorando, aunque hay que tomarlas con cautela. El gobierno iraquí da cifras irrisorias, tal vez para que el pueblo no se desmoralice y los estadounidenses y los británicos hacen lo mismo respecto de los civiles y de sus soldados para que la opinión pública no se les vuelva en contra.

Después de ver esos cruentos bombardeos sobre Bagdad, es difícil que no existan víctimas mortales entre los bagdadis; porque las bombas, por muy selectivos que sean sus objetivos, tienen una gran capacidad de destrucción. Bagdad está plagada de casas bajas de dos plantas y las familias han decidido permanecer allí en vez de ir a los refugios antiaéreos.

En los próximos días veremos como evolucionan los acontecimientos, aunque, como suele suceder en la guerra, lo peor está siempre todavía por llegar.

Mar Molina. Toledo. 24 Marzo 2003
Redactora. El Inconformista Digital