oces en contra de la guerra – Emlio Sales Almazán es Coordinador Local de IU – Talavera. – Una profunda tristeza me embarga en estos días donde se va a producir la constatación de la gran podredumbre que envuelve a los seres humanos.
Una angustia al dar mi pequeño homenaje a un ciudadano anónimo que salió a la luz pública tras su muerte al intentar colocar una pancarta con el lema “PAZ” en el balcón de su casa en Madrid. Juan Mestre, un trabajador de 51 años, pacifista convencido al decir de sus desconsolados amigos y que quería hacer oír su voz y su protesta ante tanta indignidad.
Quizás sea la primera víctima mortal en nuestro país, me gustaría pensar que la última y que su muerte hubiese servido para cambiar el rumbo de los acontecimientos. Pero tengo serias dudas de que esto sea así.
La enajenación mental, no sé si transitoria o definitiva, de nuestro presidente, al creerse una continuación del dignatario norteamericano, nos lleva hacia la co-participación en el aniquilamiento de una parte del pueblo iraquí.
Pero una persona sola no puede ser responsable de tal desaguisado. Le acompañan una serie de corifeos, negociantes, seguidistas abrazafarolas y estómagos agradecidos que dan forma a la concepción que de democracia tienen esos señores y señoras.
Ciento ochenta y tres diputados y diputadas (183) que aplaudieron y corearon al “líder” en su declaración de guerra. Con nombres y apellidos. De la A a la Z. Desde el señor ACEBES Paniagua, Ángel Jesús, diputado por Ávila, hasta el señor ZAMBRANO Vázquez, Francisco, diputado por Badajoz. Son los que votaron en contra de una proposición no de ley para que el gobierno español no se alineara con EE.UU. en sus planes de agresión contra Iraq.
Pero no solo ellos y ellas así se manifestaron.
El máximo responsable de patronal española hablaba del precio necesario que había que pagar para salvar la economía. Para salvar la deuda que los norteamericanos tienen con el resto del mundo, y que se puede llegar a los 600.000 millones de dólares en 2003.
El candidato “popular” a la presidencia de Castilla-La Mancha, declaraba su adhesión inquebrantable al Sr. Aznar, y en una filigrana declamatoria justificaba cualquier decisión a la “mayoría” que los ciudadanos habían otorgado a su partido en las elecciones generales. Con esta proclamación se podía justificar el genocidio del pueblo judío a manos de Hitler. No olvidemos que el criminal alemán accedió al poder a través de unas elecciones democráticas.
Parece que no hay fisuras, por el momento, en el poder. Pero tarde o temprano aparecerán. España va a colaborar con soldados, aunque se trate de la eufemística concepción de “labores humanitarias”, está colaborando con las bases militares, con armamento, etc… En suma, siendo cómplice.
Quedando algún atisbo de decencia, el presidente de la Cámara de los Comunes inglesa, Robin Cook, dimitía y extrayendo parte de su discurso hacía una serie de consideraciones muy esclarecedoras:”… Es probable que Iraq no tenga armas de destrucción masiva en el sentido habitual de la expresión. A saber, un artefacto creíble, susceptible de ser lanzado contra objetivos urbanos concretos. Es probable que tenga todavía toxinas biológicas y municiones químicas para el campo de batalla. Pero las tiene desde la década de 1980, época en la cual EE.UU. vendió a Saddam los agentes de ántrax y el gobierno británico construyó sus fábricas de productos químicos y municiones. ¿Por qué es tan urgente ahora emprender una acción militar para eliminar una capacidad militar que lleva allí 20 años y que nosotros hemos ayudado a crear?…”.
Si se habla de violación de resoluciones de las Naciones Unidas, ¿Israel tiene bula cuando ha violado una tras otra?. La resolución 242 de hace más de 30 años conminó a Israel a retirarse de los territorios ocupados.
¿Quién se cree a estas alturas que todo está diseñado para combatir el terrorismo internacional?.
Emilio Sales Almazán
Coordinador Local de Izquierda Unida – Talavera
Colaboración
Incorporación – Redacción. Madrid. 22 Marzo 2003