Justificar lo injustificable, esa es la actitud del gobierno español y del presidente del gobierno, José Mª Aznar. El señor Aznar se ha sometido a los intereses del presidente Bush y ha sometido a España a esos intereses, aun sabiendo que en este conflicto somos meras comparsas del imperialismo económico y político estadounidense.
A partir de ahora las españolas y los españoles que viajemos fuera de nuestras fronteras, vamos a tener que situar los ojos en la espalda. El odio que la acción del gobierno español va a generar en otros pueblos nos va a repercutir a todas y a todos. Ningún español se va a sentir seguro fuera de este país. El gobierno ha convertido a España en una zona aislada de Europa y del mundo, en un país marginal
Los que apoyan al PP con su militancia y los que le han apoyado con su voto son cómplices de toda esta ruina, si siguen permaneciendo impasibles ante esta brutalidad y no manifiestan públicamente su rechazo, desmarcándose de esta política belicista. Si no lo hacen, con su apoyo incondicional, van a ser cómplices de las muertes de cientos de miles de personas inocentes del pueblo de Iraq, que no han provocado esta guerra, y que se van a ver indefensos ante un ataque militar.
El pueblo español les señalará a todos ustedes con el dedo de la vergüenza y de la incomprensión. Su arrogancia y sus estómagos agradecidos les impiden ver más allá de la verja de su prepotencia. Tal vez los cimientos de su modo de vida se consoliden con esta guerra, pero será a costa de las vidas del pueblo iraquí, un pueblo que ha sido condenado por dos dictaduras, la de Sadam Husseim y la de la ambición política y económica de Bush, Blair y Aznar.
Ustedes no son mejores que su líder, aunque se escondan y disimulen en sus cargos con despacho y en sus casas con su voto letal, son la misma cara de la ambición y de la inmoralidad de un gobierno que está conduciendo a este país al mayor desastre de su historia, por el manejo de otro sátrapa.
Sólo espero que ustedes no tengan que pasar por el mismo sufrimiento y el dolor de las familias iraquíes, que sus hijos crezcan sanos en un mundo en paz y que puedan verlos prosperar y disfruten de sus nietos. El pueblo iraquí no tiene opción ni ilusión por un futuro tan halagüeño, tres gobernantes les van a liberar de esas servidumbres descargando sobre ellos la muerte y la destrucción.
Ustedes con su pasividad y su silencio están apoyando la muerte de seres inocentes. Si les queda algo de vergüenza o de humanidad deberían, por una vez, pensar en el dolor ajeno y alzar su voz contra esta guerra, contra este genocidio; sino la historia también les juzgara a ustedes como sujetos activos de esta monstruosidad.
Antes de seguir apoyando a este conspirador de sangre y destrucción en que se ha convertido su presidente del gobierno (algunas personas nos negamos a sentirnos representados por ese nuevo dictador de la muerte) siéntense en su casa, miren a los ojos a sus seres queridos, como hoy miran los iraquíes a los suyos con esa certeza cruel de la pérdida irreparable que les proporcionan las bombas de la libertad. Mañana esas personas (madres, padres, hijos, abuelos, jóvenes) se convertirán en un amasijo de sangre y huesos. Hemos de preguntarnos: ¿Qué mente enferma puede contribuir a esta matanza? ¿Qué personas podrían alentar y defender a esa mente enferma?
Si no pueden alumbrar un poco de humanidad y sensibilidad en sus corazones, absténganse de utilizar palabras que no sienten. Absténganse de utilizar palabras como paz, justicia y libertad, porque en su boca, a partir de ahora, nos sonaran a todos como una blasfemia, como una injuria contra la humanidad.
Mar Molina. 17 Marzo 2003.
Redactora de El Inconformista Digital.
Responsable de Comunicación de IU de Castilla La Mancha.
Viajó a Iraq dos veces Integrando la IV y V Delegación del Pueblo Español a Iraq.