Los perros de la guerra – por Cayo Lara Moya

Voces en contra de la guera – Visión de Cayo Lara Moya, Coordinador General de Izquierda Unida de Castilla La Mancha
Los perros de la guerra están dispuestos para clavar sus fauces de nuevo sobre el corazón de los pobres del mundo.

Los buitres están como siempre dispuestos a darse el banquete con los restos de la carnaza ensangrentada con la que serán premiados por la sumisión y lealtad probada a los señores de la guerra, que dirigen a perros y buitres desde los consejos de administración de las empresas productoras de armamento americanas, desde las petroleras americanas e inglesas sedientas por usurpar a un pueblo hambriento su única fuente de esperanza, su dignidad como seres humanos y hasta sus vidas.

Escribo estas líneas, probablemente más desde las tripas que con la cabeza, por la rabia que acumula la impotencia de ver un nuevo fascismo emergente, que en nombre de la “democracia y la seguridad” prepara la cortina de humo para justificar el nuevo genocidio que se avecina. Cuatro mil periodistas ya están acreditados en la zona, la mayoría de los cuales van pagados por las agencias propiedad de los señores de la guerra para que cuenten las bondades de los “buenos” y las atrocidades de los malos. Los auténticos profesionales del periodismo que quieran contar la verdad de lo que observen, tendrán todas las dificultades, presiones, censuras, y hasta alguno puede que muera asesinado, como en Afganistan, para justificar ante el mundo la perversidad de los “malos”.

Tras la masacre del pueblo afgano, dónde los bombardeos inmisericordes se justificaban con el terror que nos infundían al invento del “antrax”, hasta que se filtró que procedía de laboratorios militares americanos y nunca más se supo, todavía tenemos en la retina la imagen que nos presentaron en la pantalla de la mujer sin burka y maquillada símbolo de la libertad del pueblo afgano. Hoy las mujeres siguen con burka, se construyen once bases militares americanas y el gaseoducto y el control de la zona por EEUU está asegurado, mientras Ben Laden no aparece y el Mulá Omar se marchó en una moto vieja. ¿Quien se puede creer todavía que la extrema derecha americana que firma penas de muerte hasta de minusválidos psíquicos, que tiene en Guantánamo a los presos de guerra vulnerando todos los tratados internacionales, actúa en nombre de los derechos humanos?

En Afganistan los señores de la guerra, rezaron en el Congreso y escudados en “el nombre de Dios”, mandaron a los perros a teñir las montañas con sangre de inocentes mientras los cuervos aplaudían comprensivamente.

En Irak, el nuevo fascismo americano, prostituye la indignidad de los gobiernos de los países del entorno con el adelanto de una micra del botín del robo que se avecina y ofrece propinas a los gobernantes de la vieja y culta Europa por despreciar la voz de sus pueblos y haber sustituido su fe y obediencia a la palabra del máximo representante de su Dios en la Tierra, el Papa, por unas palmadas en la espalda y un sombrero en las tierras de un rancho tejano arrebatadas también a sangre y fuego en su día a sus legítimos y antiguos moradores.

Detrás de la barbarie, el terror y el asesinato, si es que es posible sembrar más terror en ese pueblo martirizado, el nuevo fascismo a través de su poder mediático y los aliados comparsas en la tragedia, nos enseñarán un Bagdad en el que “la libertad” ha sido devuelta al pueblo iraquí. Los pozos de petróleo serán recuperados por los señores de la guerra y destinarán los recursos para pagar el armamento de la destrucción y seguir fabricando más para la siguiente barbarie planificada.

El tirano, tal vez se marche en otra moto, o en un avión de lujo deportado, ¿eso qué importa?, porque las mujeres iraquíes seguirán pariendo niños deformes por el uranio empobrecido que le seguirán dejando los perros enviados por los señores de la guerra.

Detrás de la mayor mentira jamás contada de las armas de destrucción masiva, de la psicosis que el gobierno de España ha pretendido crear con la adquisición de 2 millones de vacunas, ¿contra qué? De lo escalofriante que resulta la nueva teoría de la guerra preventiva. Imaginándome los ojos aterrorizados de los niños iraquíes y los corazones encogidos de la humanidad más humana, siento autentico terror y, extrañamente, no es de los Ben Laden, de los Mulás ni de los Sadanes del mundo, sino de quienes les invocan para seguir robando petróleo con las manos manchadas de sangre.

Cayo Lara Moya
Coordinador General de Izquierda Unida de Castilla La Mancha

Colaboración

Incorporación – Redacción. Barcelona. 28 Febrero 2003