Inocentes culpables – por Mar Molina

Bush y Aznar planean este fin de semana en el rancho del primero, acelerar el tiempo para atracar Iraq lo antes posible y hacerse con su petróleo, asesinar a unos millones de personas con bombas inteligentes que preserven, eso sí, los ansiados pozos de petróleo.

Nuestro presidente, como ya es costumbre, utiliza palabras engorrosas que nada aclaran sobre la situación prebélica que estamos sufriendo y de la que nos quieren hacer partícipes.

Difícil dilema para Iraq la destrucción de los misiles Al Samud II a las puertas de un ataque, como también difícil el no destruirlos y cargar de razones a los buitres para empezar la guerra.

A las puertas de Iraq esperan 24 multinacionales del petróleo para repartirse el botín. En ese nutrido grupo de compañías, las hay con presencia histórica en Irak (BP, TotalFina, Shell), las que han estado trabajando su entrada con el actual régimen de Bagdad (todas las petroleras rusas), las que no estaban pero esperan estar de la mano de un nuevo gobierno amigo que surja tras la guerra (todas las estadounidenses) y las que aspiran a pillar algo (la italiana Eni, la turca TPAO, Repsol YPF, Bow Canada, la australiana BHP, PetroVietnam, entre otras). Según los analistas Repsol YPF no se va a comer una rosca del petróleo iraquí, para eso están ya las multinacionales estadounidenses frotándose las manos detrás de los soldados y los aviones.

Iraq nacionalizó el petróleo en 1972 y en el año 2003 se lo van a robar en nombre de la paz y la seguridad mundial, porque como dijo Kissinger “el petróleo es algo demasiado importante como para dejarlo en manos de los árabes”.

Pero detrás de todos estos fuegos de guerra preventiva están los inocentes culpables, el pueblo iraquí, que tuvo la mala suerte de nacer sobre el crudo interés de la economía mundial. El pueblo que es el único que va a sufrir las consecuencias de la guerra y de la privatización del petróleo. Un pueblo que lleva sufriendo doce años de embargo, que ya ha causado más de 1.800.000 muertos (de los cuales 700.000 son niños menores de 5 años). Personas que viven con algo más de 2 euros al mes cuando, en tiempos, su renta era tres veces más alta que la nuestra.

Los inocentes culpables son los que van a pagar con sangre la desmedida codicia de unas empresas que no dudan en fomentar guerras para conseguir sus inmorales propósitos.
Siempre son los inocentes los que terminan culpabilizados, son ellos los que pagan con su vida, porque los gobernantes siempre acaban poniéndose a buen recaudo o exiliándose.

Mar Molina. Toledo. 24 Febrero 2003