Viena 2003: Conferencia sobre drogas de las Naciones Unidas – por Werner Graf

En el año 1998 se celebró por última vez la conferencia sobre drogas de las Naciones Unidas. En aquel entonces se acordó un plan de trabajo de diez años, plan cuya meta era la eliminación total de las plantaciones ilegales de coca y opio, así como una drástica reducción de otro tipo de drogas. Dicho plan se basó en las mismas inútiles medidas que se han venido aplicando durantes los últimos decenios.

En abril de este año las políticas sobre drogas de prácticamente todos los gobiernos del mundo dispondrán de una nueva cita en Viena, dónde decidirán, auspiciadas por las Naciones Unidas, acerca del futuro de esas políticas a nivel supranacional. Del 8 al 18 de abril del 2003, los representantes de los más variopintos gobiernos sobre la faz de la tierra se encontrarán en Viena. Allí despotricarán nuevamente acerca de cuán pésimas son las drogas en general. Una vez más abogarán por la eliminación del consumo, y pasarán la tarde brindando con una cerveza fría o una copa de buen tinto, pues esto es lo que siempre ocurre. Todo ello es más que previsible. Una vez más concluirán que las drogas pueden ser erradicadas vía mayor represión y total prohibición. Es lo que siempre se concluye. Pero lo que se dice éxito, hasta el día de hoy jamás se ha producido. El consumo mundial de drogas continua incrementándose y los consumidores siguen totalmente desprotegidos. Hasta el día de hoy ningún político en dichas conferencias ha pensado en esos seres humanos, dado que a quién le guía el lema podemos lograr un mundo libre de drogas ni se le pasa por la cabeza el tener que ayudar a los consumidores. Continuarán empecinándose en proclamar el exterminio total de las drogas como si fuera lo más simple del mundo.

El que este año todo transcurra de la misma manera aún no lo sabemos de fijo, aunque sea más que presumible. Sin embargo esta vez algo será diferente: la presencia de manifestantes contra esa política reaccionaria. Esta vez se escucharán voces críticas, y las Naciones Unidas no podrán anclarse en su mensaje simplista no toméis drogas que son malas. Las protestas y las reclamaciones ya han comenzado. Reformistas mundiales de la política de drogas desean aprovechar esta oportunidad para hacer patente el fracaso de dicha estrategia prohibicionista, así como para reclamar la atención sobre vías alternativas. Exigen una revisión, o incluso la abolición, de los tratados de las Naciones Unidas sobre drogas de los años 1961, 1971 y 1988, a fin de de permitir el desarrollo de políticas de minimización de los daños causados por esas drogas.

El 4 de marzo se escuchará en el parlamento europeo en Bruselas una charla sobre política internacional en materia de drogas, bajo el lema: Vienna 2003, a chance for the world (Viena 2003, una oportunidad para el mundo). La ICN (International Coalition of NGOs for Just and Effective Drug Policy) ha invitado como oradores para la ocasión a importantes personalidades de la esfera política, científica y cultural. Estarán presentes miembros del parlamento europeo, así como representantes de los diferentes estados y medios de comunicación. Para el dia anterior está convocada una concentracción en el centro de la ciudad, y al día siguiente un encuentro de activistas en Antwerpen (Bélgica). ¿Y que pasará en abril? En abril están planteadas muchas y diversas acciones reivindicativas en Viena (…)

La conferencia sobre drogas de las Naciones Unidas es importante en cuanto influye sobre las consiguientes políticas en todos los países del mundo. Sin embargo, esa conferencia no es excusa ninguna en cuanto al desarrollo de políticas más humanitarias, pues los tratados de 1998 dejan claro que cada país es libre de apartarse de las líneas de actuación marcadas por la conferencia si así lo considera adecuado.

Artículo publicado en Hanf Journal (www.hanfjournal.de), bajo el titulo Legalize it-all over the world, firmado por Werner Graf.

Traducido al castellano por Von Kayoyen. Heidelberg, 21 Febrero 2003.