Dentro: En el gallinero del hemiciclo, actores, actrices, directores de cine y teatro, fueron desalojados al mostrar camisetas con el “No a la Guerra”, entre los que se encontraban entre otros, María Barranco, Pilar Bardem, Ana Belén, Juan Diego Boto, Gran Wyoming, Juan Echanove y Aitana Sánchez Gijón. Y fuera:
En tanto en las cercanías al Parlamento, habia una nutrida concentración, entre los que se encontraban la mayoría de los galardonados por los premios Goya, mezclados entre ciudadanas y ciudadanos que se manifestaban pacíficamente, acorralados por una numerosísima presencia policial.
Chicas y chicos del circo “la ciudad de los muchachos”, en su mayoría inmigrantes, formaron una torre humana, en la que un niño, en lo más alto, rompió un fusil y lanzó al aire una paloma blanca.
La sesión parlamentaria era retransmitida en la calle y contestada con consignas por la paz. No faltaron alusiones a la doble moral que se aplica a las resoluciones de la ONU sobre Irák, pues son ignoradas permanentemente las referidas a la retirada del Estado de Israel sobre territorio palestino, como también la impunidad de la posesión de armas de destrucción masiva.
Mientras el presidente del estado español reforzaba el eje Blair-Berlusconi-Aznar, repitiendo los datos que Powell como apoyatura incondicional a los planes genocidas de Bush, Javier Bardem daba lectura a un manifiesto en el que se resaltaba que “no hay lugar en la Europa de Aznar y sus amigos para la democracia y la ciudadanía; si los gobernantes han decidido salir a matar, la sociedad civil tenemos la posibilidad de avanzar en dignidad: la lucha por la paz es el camino que nos separa irreconciliablemente de los verdugos”.
Por último, convocó a la manifestación del 15 de febrero, jornada mundial contra la guerra, a pesar de la prohibición del delegado del Gobierno.

Fuerte presencia policial en la concentración de plaza Neptuno ante el Congreso de los diputados – fotografía, Andrea Benites-Dumont.
Andrea Benites-Dumont. Madrid. 6 Febrero 2003