Dice la Ministra de Cultura que en una democracia hay canales para explicar el descontento de la ciudadanía y que lo de los Goya fue un “grave error” y una “salida de tono”. Yo desde mi humilde tribuna me pregunto, ¿cuáles son esos canales?
En el Congreso de los Diputados, que es la máxima expresión del pueblo español, el gobierno no quiere debatir nuestra posible implicación en la guerra, entre otras cosas, porque se quedarían solos votando. Ese es muy mal rollito para los del PP, sobre todo cuando en plena contienda empiecen a repatriar los cadáveres de los soldaditos españoles que mande Aznar esa guerra que sólo le interesa a él y a su amigo americano. El canal democrático del pueblo ignorado.
La televisión pública funciona a los dictados del gobierno. Lo vimos claramente al día siguiente de la gala de los premios Goya, difundiendo imágenes y sonido censurado. Eso quiere decir que no es la primera vez que lo hacen y que a saber cuántas cosas nos lleven censurando en todos estos años. Luego ese canal democrático está cortado a la ciudadanía para expresar su descontento.
Las televisiones privadas le hacen el juego al gobierno y buscan parecerse a su hermana mayor (TVE). Otro canal democrático cortado. No quiero ni pensar la constante frustración en la que deben vivir los profesionales de todos estos medios informativos.
De los grandes periódicos de tirada nacional, que han ido silenciando las manifestaciones contra la guerra y dando cobertura a las mentiras y a la propaganda global del imperio ¿qué podemos decir? El pueblo tampoco se puede expresar aquí.
Cuando el pueblo sale a la calle a manifestar su descontento contra la guerra, el gobierno moviliza a todos los antidisturbios en todo el país para que apaleen a los ciudadanos pacíficos. El pueblo aguanta los golpes y los botes de humo y el gobierno con la violencia policial si puede manifestar su descontento fascista ante la legítima utilización de los ciudadanos de este canal democrático y constitucional.
El CIS no pregunta, en su última encuesta, la opinión de la ciudadanía sobre la guerra porque esa pregunta ya la hizo en septiembre de 2002. El gobierno, una vez más, no quiere respuestas cuando sabe que el pueblo va a manifestar su oposición y su rechazo a la guerra. Otro canal democrático cortado.
Los Delegados del Gobierno en las diferentes provincias abren expedientes y multan a los ciudadanos que se concentran y piden con pancartas, por ejemplo, “trenes de calidad”. El PP está muy interesado en que nos quedemos en casa para que no se les mueva el sillón, ahora que ya lo tienen bastante manchado de chapapote.
Basta con mirar un poco hacia la derecha, donde está el gobierno del PP, y mirar dentro de la papelera donde descansa la mutilada libertad de expresión del pueblo español.
Para los ciudadanos y ciudadanas la rebeldía de los actores en la Gala de los Goya, expresó el sentir de los de abajo, de los sin voz. El sábado, día 1 de febrero, el mundo de la cultura rescató la libertad de expresión de la papelera y se la devolvió al pueblo limpia y llena de esplendor.
Mar Molina. Toledo. 5 Febrero 2003