Atrápame si puedes: El último Spielberg

Catch me if you can. EE.UU. 2002.
Dirección: Steven Spielberg
Fotografía: Janusz Kaminski. Música: John Williams
Interpretes: Leonardo DiCaprio, Tom Hanks, Christopher Walken, Martin Sheen, Nathalie Baye, Amy Adams, James Brol.

Spielberg vuelve a recuperar el dinamismo juvenil en esta película, la aventura desenfadada, con un ritmo excelente y un guión que funciona a la perfección demostrando una fluidez y una solidez impresionante.

Leonardo Di Caprio es Frank Abagnale Jr, el estafador más grande de la historia de los Estados Unidos, el cual se hizo pasar realmente por médico, piloto de aviones y demás profesiones.

Tom Hanks es Carl Hanratty, un policía especialista en delitos bancarios, encargado de atrapar a Frank y tomándose su captura como algo personal.

Ambos actores están muy bien encarnados en sus respectivos personajes, un trabajo de fotografía y de luz bastante notable, música, como siempre, del gran John Williams, en definitiva un trabajo de unos profesionales impresionantes.

Creo que la personalidad del personaje de Di Caprio esta fuertemente influenciada por la de su padre, Christopher Walken, implícitamente hay riqueza de estos dos personajes y el hecho que lleva a Frank a llevar este tipo de vida, claramente, para poder hablar de esto abiertamente habría que verlo y como tampoco es mi intención destripar el film mejor la disfrutan en los cines, siempre es un placer ver la última de Spielberg, jamás se desperdicia el dinero con este hombre y con sus compañeros talentosos que siempre nos llenan la pantalla de magia y ritmo.

Su trayectoria más dramatica

Después de un recorrido algo serio por los noventa, (aparte de Parque Jurasico (1993/97) su primera y segunda parte y Hook (1991), nos hizo ver con un realismo terrorífico el desembarco de Normandía en Salvad al soldado Ryan (1998), el sonido excelente del film hace que aun retumben en nuestros oídos los disparos de los proyectiles sobre aquella playa donde el espectador casi pisaba la arena.

Otra película controvertida e impactante como fue La lista de Schindler (1993), una de las grandes obras cinematográficas de los noventa, con una imagineria y una violencia explicita en blanco y negro que dejó sin palabras a medio mundo, obteniendo siete oscars de la academia de Hollywood.

Después nos encontramos con un film maravilloso llamado Inteligencia Artificial (2001), proyecto de Stanley Kubrick cedido por éste mismo al propio Spielberg por una cuestión de estilos cinematográficos, muy maltratada por la critica y a mi juicio es una grandísima película que me dejó clavado al asiento con una estética futurista y un mensaje filosófico arrollador, este Pinocho moderno que busca ante todo la verdad y el deseo de lo imposible, una de las historias mas crueles que recuerdo, la búsqueda absoluta de la imposibilidad. Admitamos que el desenlace se sale del film y que quizás sea largo, pero a su vez es maravilloso, dando posibilidad a la imposibilidad.

A finales del 2001 nos contó una historia también muy moderna, con ambientes futuristas, en este caso se disfraza el drama con mucha accion, basada en un relato del escritor de ficción Phillip K. Dick, Minority Report, una película con una soltura asombrosa y una economía narrativa notable, va al grano, con unas secuencias admirables y un mundo donde todos los elementos de futuro son cotidianos.

«El regreso a la aventura», vuelta a los origenes

Atrápame si puedes recuerda al Spielberg más desenfadado y aventurero, al que echamos mucho de menos, pero con una estética no de entonces, nos separan más de diez años desde que aquel héroe de sombrero y látigo asaltara la pantalla, ahora nos trae un dinamismo y una perfección realmente alucinantes.

Divertida, dinámica, un guión muy bien lubricado y acotado, un film en los que desaparecen las personas con las que fuiste al cine, las butacas de delante y las de atrás.

Spielberg, desde mi niñez y supongo que desde la de muchos, nos dejó embobados con aquel aventurero llamado Indiana Jones, con una capacidad de absorción increíbles, también con aquella película de ovnis con largos silencios que nos mostraban poquito a poco las dimensiones de aquel encuentro en la tercera fase y no digamos la maravillosa E.T. el Extraterrestre que dejó al planeta y sobre todo paralizó los parpados de millones de niños pegados a una pantalla de cine, medio mundo soñando con los ojos abiertos por obra de este semidiós mortal, una persona como cualquiera de nosotros, pero con la particularidad de hacer un mundo mágico, un mundo aparte de la realidad donde todo funciona de una manera perfecta y todo con una cámara de cine.
Se le podrán reprochar mil cosas a este hombre, pero sin duda desde mi niñez es el dueño de mis sueños.

Vibrissae. Sevilla. 29 Enero 2003.