El sabotaje a la industria petrolera y la infame campaña de desinformación y sesgo hacia éste, desatada por los medios audiovisuales nacionales, configuran hoy la mas descarada acción violatoria de los Derechos y Garantías consagrados por la Constitución Bolivariana a todos los venezolanos.
En efecto, las graves consecuencias del sabotaje a la industria petrolera patrocinado por la CTV, FEDECAMARAS y la COORDINADORA, y la terrorífica campaña de desinformación y desestabilización que adelantan las televisoras privadas del país, han puesto al descubierto la mas flagrante violación de Derechos y Garantías consagrados por la Carta Fundamental a todos los habitantes de Venezuela, que pueblo o país alguno haya experimentado en el marco de un sistema democrático y que ha sido soportada por la solidez y respaldo que tiene el proceso de cambios liderado por el Presidente de la República.
Si alguna vez en el curso de la Historia mundial ésta felonía es estudiada, Venezuela establecerá un record Guiness difícil de superar.
El sabotaje al Estado Venezolano que la oposición denomina “paro”, ha puesto de manifiesto dos fenómenos que deben analizarse a la luz del Estado de Derecho y de Justicia que pauta la Constitución: Uno, de carácter popular y de civilidad democrática que demuestra cómo la GRAN MAYORIA DEL PUEBLO NO HA APOYADO EL PARO dedicándose a trabajar, con todas las dificultades del caso, en paz y tranquilidad, ejecutando sus actividades cotidianas en apego estricto a los mandatos constitucionales y legales. El otro fenómeno diametralmente opuesto, es la mas descarada, infame, terrorífica y procáz campaña mediática, liderada por las cuatro televisoras privadas del país, que han violado, sistemáticamente en estos días, una buena parte del catálogo de Derechos y Garantías establecidos en la norma suprema.
El derecho a la libertad de expresión para quienes defendemos al gobierno, consagrado en el artículo 58, nos ha sido conculcado pues solo tiene cabida en dichos medios las ideas, opiniones y “partes de guerra” expedidos por la oposición golpista; El Derecho a la información imparcial, oportuna y veraz, consagrado en el artículo 59, ha sido masacrado por las televisoras y medios impresos nacionales pues en estos días no ha habido comunicación libre y plural como lo manda la Constitución, y el derecho que tenemos todos los venezolanos a ser informados oportuna, veraz e imparcialmente que a su vez comporta la obligación de los medios a ello, ha sido suplantado por la dictadura de los medios en obligarnos a digerir información y noticias sesgadas, parcializadas e instigadoras de una salida inconstitucional; El Derecho a tener una buena formación ciudadana por la contribución de los medios de comunicación previsto en el artículo 108 igualmente ha sido vulnerado por las televisoras porque se han dedicado a fomentar el odio, la confrontación, el desconocimiento al Estado de Derecho mediante la inhumana campaña que están ejecutando en contra de las normas de la convivencia y del buen comportamiento ciudadano.
Junto a los vitales derechos derivados de la Democracia antes referidos, el Sabotaje al Estado Venezolano patrocinado por la oposición, FEDECAMARAS y la CTV, nos está violando la Garantía de la igualdad ante la Ley (artículo 21), el Derecho a la Libertad de Conciencia (artículo 61), el Derecho al Trabajo (artículos 87, 89 y 93), el Derecho a la Cultura y la Educación (artículos 98, 99, 101, 102 y 103), el Derecho a desarrollar la Actividad Económica que prefieran los ciudadanos (artículo 112) y el Derecho a disponer de Servicios y Bienes de Calidad (artículo 117) entre otros. Del mismo modo, violan el artículo 114 de la Constitución porque su accionar ha estimulado el ilícito económico, la especulación, el acaparamiento, la usura, la cartelización y otros delitos asociados.
La madurez democrática del pueblo y su respeto a la Constitución es lo que ha permitido soportar estoicamente estos desafueros y cuando se imponga la razón, deberemos evaluar a la luz de la Constitución, cuál debe ser el papel que debe jugar el Pueblo cuando una asonada como la actual, urdida por la casta privilegiada de los gerentes petroleros en alianza con el poder económico y la punta de lanza de los medios audiovisuales, intente dar contra el piso con la Democracia y los Valores Fundamentales de la Constitución.
Hoy en Venezuela NO está en juego la Democracia y la Constitución, porque el pueblo las defiende en la calle. Lo que está en juego son los privilegios, los aberrantes superprivilegios de una minoría económicamente poderosa que pretende seguir haciendo del país un botín y los privilegios de unas televisoras y medios impresos que se resisten a perder la maña de desinformar y distorsionar la realidad nacional para favorecer sus intereses particulares, sin importarles que sean violados los Derechos que tenemos todos los venezolanos a la libertad de expresión y a la información imparcial, veraz y oportuna, entre otros. Esos privilegios y privilegiados serán derrotados por el Pueblo, al amparo de la Constitución.
Fredy Contreras.
San Cristóbal Táchira. Venezuela.
Cartas de los lectores.
Incorporación – Redacción. Barcelona. 20 Enero 2003.