Bush, el pequeño hitler, quiere bombardear Iraq, sea como sea, para ello no deja de buscar un pretexto para justificar la nueva masacre sobre el pueblo iraquí. La terrible beligerancia de este hombre es casi enfermiza, solo faltaría que a alguien se le ocurriese proponerle para darle el premio Nobel de la Paz, entonces podríamos diagnosticar una epidemia mundial.
Un grupo de ciudadanos canadienses está promoviendo que sean inspeccionados los almacenes de armas de EE.UU. para constatar que no tiene armas de destrucción masiva e investigar las industrias que puedan producir armas químicas y biológicas. Después, si las encontrasen, denunciarían a este país ante las Naciones Unidas para que les impongan un bloqueo económico que le disuada de la tenencia de este armamento y dejen de ser un peligro y una amenaza para la seguridad mundial.
Siria dice que “no hay justificación para que la administración de Washington lance una guerra contra Iraq, independientemente de cuantos pretextos tenga”. Y añade que “es Israel quien tiene armas de destrucción masiva y es Israel el país que representa el mayor peligro terrorista para la región y el mundo”. ¿Será Israel objeto de las investigaciones de los funcionarios de las Naciones Unidas, para verificar estos datos?
Por otra parte EE.UU. no quiere que Alemania presida el Comité de Sanciones a Iraq de NN.UU. debido a que el canciller Schröder se posicionó contra la guerra durante las elecciones alemanas. Alemania no es un país de paz, lo ha demostrado en más de una ocasión, además va a dejar a EE.UU, que utilice las bases militares que hay en su territorio y su espacio aéreo para los ataques a Iraq, además de 2.000 soldados que necesitaran los aliados en las operaciones. ¿Cuántas imposturas más hemos de aguantar de estos cínicos políticos?
Mientras mienten y se desmienten el pueblo iraquí pasa hambre, agoniza y muere debido al embargo y las sanciones. Se esta violando el Derecho Internacional y los Derechos Humanos con absoluta impunidad.
Hans Blix le pide a EE.UU. y Gran Bretaña que le digan “dónde tiene que buscar” para encontrar el pretexto que necesitan para iniciar una guerra inmoral e ilegal.
Caminan de barbaridad en barbaridad, ahora quieren detener a los científicos iraquíes para interrogarles por su participación en los programas armamentísticos, ¿quién va dictar la orden para detener a los científicos estadounidenses que han creado el ántrax, la bomba de hidrógeno, la bomba atómica, el sida, el ébola, las bombas de uranio empobrecido, etc., etc…?
Desde que empezó el embargo han muerto más de 1.800.000 iraquíes, de los cuales 700.000 son niños, pero ¿a quién le importa esta verdad? ¿a quién beneficia este genocidio silencioso?
El pequeño hitler crea imposturas y silencios para abastecer al mundo de muertos y miserias, para imponer su orden mundial. Un orden que beneficia los intereses de los EE.UU. y sus multinacionales en todo el planeta, y que destruye la calidad de vida de millones de personas y las condena a la pobreza y a la indigencia.
En España, por ejemplo, el 60% del pueblo está en contra de la guerra y sólo un 2% a favor. El otro pequeño aprendiz de hitler, el señor Aznar, forma parte de ese 2% que quiere imponer a la mayoría pacifista un conflicto bélico. Su conducta es la sumisión total y esta avergonzando a todo un pueblo inclinando la cerviz una y otra vez ante al gran jefe.
No se ustedes, pero yo los pondría a todos a recoger chapapote en Galicia, a estos grandes líderes y a ese 2% que quiere enviar soldaditos de paz a guerras a las que ellos nunca irán y a matar a seres humanos que no conocen.
¡Qué vergüenza de humanidad!
¿Para esto hemos recorrido ya veinte siglos?
Mar Molina. Toledo. 24 Diciembre 2002